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Five;
Un verano para enamorarse.

  𝓗aewon me arrastró hacia la orilla con euforia hasta llegar al grupo de chicos.
La suave ventisca revoloteaba mi pelo como si tuviera vida propia.

—Hola chicos.— Habló todavía sin soltar mi mano.

—¡Hana! Pensaba que ya no vendrías, sentaos.— Mi hermana movió su cuerpo, dejándonos un pequeño hueco a su lado.

Jia y Daehyul reían al intentar atrapar las cartas de la baraja, las cuales se esparcían constantemente a causa del viento.
Me senté en una de las toallas, viendo como se peleaban por quien llevaba más partidas ganadas. De vez en cuando se me escapaba alguna que otra risa al ver como se comportaban como dos niños pequeños.

—¿Quieres ir a bañarte? Tengo mucha calor.

Notaba mis hombros y mis mejillas calientes. El sol empezaba a picar.
El agua estaba un poco más ajetreada de lo normal, pero aun así, invitaba ser tocada.

—Ah, ahí está mi hermano. ¿Vamos Hana?

Mi cuerpo quedó helado en un instante, como si todos los músculos de mi cuerpo hubieran decidido no querer moverse. Genial.

—Vamos, mi piel está empezando a quemarse.— Intenté sonar lo más convincente posible, pero terminó quedándose en una afirmación repleta de duda.

—Mi madre me echará la bronca por no ponerme crema solar— Soltó una carcajada mientras tocaba con cuidado su cuello ya quemado.

Nos acercamos hasta que nuestros pies pudiesen tocar el agua. Está helada.
Un escalofrío viajó por todo mi cuerpo.
Mis ojos toparon con Hanbin, el cual mantenía una conversación con una chica que reconocí de inmediato.

Su nombre es Ahin, asiste a la misma clase que Jia y Hanbin desde que empezó el instituto. Podría considerarse la mejor amiga de mi hermana, pero la realidad es que mantienen una amistad un tanto tóxica. Suelen tener épocas en donde no se dirigen la palabra en todo el mes, y otras en las que no soy capaz de llegar un día a casa y que no este molesta con el jaleo que montan durante toda la tarde.

Quedé absorta mirando como reían al unisón mientras ella daba pequeños golpes en su pecho de manera coqueta. Haewon me miró como si fuese capaz de descifrar todos y cada uno de mis pensamientos.

—Yo creo que está coladita por mi hermano, pero él es un imbécil y no se da cuenta.— Hizo una pausa mientras los miraba como si tuviera que analizar cada detalle de la escena ante nuestros ojos. —Eso, o es un imbécil, porque aun sabiéndolo, no hace nada. De todas maneras, es imbécil.—

Su repentina confesión hizo que entreabriera un poco mis ojos. ¿Acaso piensa que me importa?

—Diría que es bastante obvio, no deja de sonreír. Cuando estás con alguien que te gusta, las sonrisas aparecen y se quedan ahí para siempre. Es inevitable.

—Entonces debes estar muy enamorada.

Mis ojos bajaron hasta el agua cristalina, incapaces de mantener su foco en la menor.

—¡Claro que no! Simplemente, leo muchos libros de romance. Son mis favoritos.—

Asintió, a mi parecer, con poca seguridad.

—¡Haewon, has venido!— Ahin se echó a los brazos de Haewon.

No sabía en qué momento se percataron de nuestra presencia, pero de pronto se encontraban los dos a nuestro lado. ¿Haewon era cercana a Ahin? Parecía dirigirse a ella con cierta confianza.

𝗗𝘂𝗹𝗰𝗲𝘀 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 ✿ Sung hanbin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora