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Twelve;
"Aún más cerca de ti"

    —¿𝕼ué haces sola en la cocina?— Su voz, ligeramente arrastrada por el alcohol, me tomó por desprevenida.

Me di la vuelta para encontrarme a Hanbin con una sonrisa ladeada. Sus manos reposaban en los bolsillos de sus tejanos con desinterés.

—Solo buscaba algo para beber. —Decidí seguir con lo que estaba haciendo, preparándome una bebida en un intento de mantener la normalidad. Aún así, no pude evitar notar como se acercaba con curiosidad.

Ah, ¿te ayudo con eso?

—No es necesario, en serio. —Traté de mantener mi distancia, pero él parecía decidido a acortarla.

De repente, un silencio incómodo se apoderó de la cocina. Sus ojos, más brillantes de lo normal, parecían buscar algo en los míos, y por alguna razón, su sonrisa... maldita sea. Estaba muy guapo.

Carraspeé, tratando de hacer espacio entre nosotros, pero él seguía sin moverse, como si estuviera atrapado en algún tipo de trance.

¿A que juega?

El olor a alcohol empezaba a ser abrumador. Me sentía borracha sin siquiera haber echado un trago.
Su sonrisa se ensanchó mientras bajaba la cabeza levemente.

—¿Que su supone que es tan
gracioso?

Sus ojos volvieron a conectarse con los míos como benditos imanes.

—Estas roja, ¿Va todo bien?

Mis parpados se abrieron de par en par, devolviéndome a la realidad. ¿Roja? ¿Cómo no estar roja? Estaba a escasos centímetros de mí. Claro que yo me sentía como si estuviera a punto de arder.

Mi mano rozó el mármol frío de la encimera de la cocina, buscando desesperadamente algo que me anclara a la realidad.

—¿Es por algo que he dicho?

Mis ojos se desviaron de su figura, incapaces de sostener su mirada por mucho tiempo.

—¿Sabes dónde está la
Coca-Cola? —pregunté, poniendo mis manos sobre él para apartarlo un poco y sentir así el oxígeno fluir libremente de nuevo.
Opté por cambiar de tema, deseando alejar la tensión que parecía acumularse en el aire entre nosotros. La sonrisa de Hanbin persistía, iluminando su rostro de una manera que me dejaba sin aliento.

Que diablos había bebido este chico.

—No lo sé —respondió con voz juguetona—, pero supongo que lo más lógico sería buscarlo en la nevera.

Rodé los ojos ante su respuesta, pero la verdad es que no pude evitar sonreír. ¿Como iba a preguntarle algo tan obvio?

Mientras vertía el líquido en mi vaso, sentí su mirada sobre mí. Una sensación extraña recorrió mi espalda, como si sus ojos estuvieran quemando un agujero en mi piel. Me pregunté qué le pasaba, por qué no decía nada si me estaba mirando de esa manera.

—¿Va todo bien?

Hanbin respondió con una sonrisa traviesa, dando otro trago a su vaso.

—¿Estás intentando ligar conmigo?

Quedé perpleja.

—Deja de decir tonterías —respondí, acercándome a él para quitarle el vaso de alcohol—. Estás delirando, dame el alcohol.

Pero Hanbin no cedió. Subió su vaso en un gesto desafiante, impidiendo que pudiera alcanzarlo.—Estoy en perfecto estado, tranquila. —

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⏰ Última actualización: Apr 08 ⏰

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𝗗𝘂𝗹𝗰𝗲𝘀 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 ✿ Sung hanbin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora