𝗗𝘂𝗹𝗰𝗲𝘀 𝗱𝗶𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 ✿ Sung hanbin.

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Eight;
Secretos a la Luz de la Luna

    𝒩uestra casa parecía un maldito festival, y no estaba segura de estar disfrutándolo.
La música vibrante flotaba en el aire, y los amigos de Jia reían y charlaban por todos lados.
Tal y como crees, mi hermana lo había organizado todo.
¿Como había sido capaz de convencer a mi madre? Bien, esa es la cuestión; con una mentira piadosa.

"Claro mamá, será muy tranquila, solo vendrán unos poco amigos. Además, a Hana no le molesta, seguramente estará en su habitación"

Torcí los labios en una mueca al recordar la conversación de esta mañana.
Por alguna razón, Jia parecía estar preocupada por asegurarse de que yo no estuviera cerca.

Efectivamente, mi hermana estaba mintiendo descaradamente a mamá.¿Cómo podía ser tan buena actuando?
La "pequeña reunión" se había convertido en un desastre.
Podía escuchar como las conversaciones animadas y risas juguetonas se mezclaban en una cacofonía abrumadora.
Me dolía la cabeza, incluso teniendo los auriculares con Taylor Swift a todo volumen.

Hartándome de la sensación de estar atrapada, decidí que era suficiente. Bajé las escaleras hacia el comedor, sintiendo que la curiosidad superaba mi deseo de aislamiento por una vez en mi vida. Quería saber qué diablos estaba pasando en mi propia casa y porque no podía leer en paz.

Mi mirada inquieta se posaba en todas partes; chicos tirados en el suelo, vasos por todos lados y comida incrustada en la alfombra de mi abuela. Era sumamente asqueroso.
Los amigos de Jia habían transformado cada rincón en su zona de juego personal, sin preocuparse por el rastro que estaban dejando a su paso.

Mientras avanzaba por el comedor, una conversación atrajo mi atención. Dos chicas que no conocía de nada estaban sentadas en una esquina, susurrando como si compartieran un secreto.

—No pierde ni un segundo, ¿los has visto?— murmuró una de ellas, inclinándose hacia la otra.

—Si, no tenia ni idea de que estuvieran saliendo.— respondió la segunda chica, riendo suavemente.

—No están saliendo, Jia me lo habría contado.

—¡Lo sé! Pero es que están tan cerca últimamente...— La chica dejó escapar un suspiro, antes de volver a retomar sus palabras. —De todas formas, que suerte tiene, él es monísimo.—

Intrigada por su conversación, me pregunté qué habían observado estas chicas. ¿Qué mierda?¿Jia estaba saliendo con alguien? Me sentí como una espectadora en medio de un drama que se desarrollaba a mi alrededor, sin estar completamente segura de cuál era el argumento real.

Observé a otros chicos que reían a carcajadas mientras se lanzaban trozos de comida.

"¡Vamos, Daehyul, es tu turno!", gritó uno de ellos, provocando más risas.

"¡Cálmate! No huyo, solo estoy reconsiderando mis opciones", respondió entre risas.

Rodé los ojos ante tal escena. ¿De verdad eran un año mayor que yo?

Mi mirada vagó hacia el patio trasero, donde la música vibrante se mezclaba con la fresca brisa marina.

Y sin embargo, en medio de todo ese caos, me sentía como una extraña en mi propio hogar. Una observadora en una historia en la que no parecía encajar. No sabía si quería unirme a la diversión o simplemente encontrar un lugar tranquilo donde pudiera escapar de todo. Tal vez había venido a la fiesta en busca de respuestas, o tal vez solo quería entender por qué mi hermana había decidido organizar este desastre en primer lugar. Lo único que sabía con certeza era que mi madre iba a castigar a Jia después de esta.