— ¡casaaaaaa! — exclamó Yujin cuando la puerta fue abierta, yendo directo a tirarse al sofá seguido de Ollie.
Este último la estaba pasando bien, se sentía... muy bien, como si esta también fuera su casa.
— ¿dónde dormirás, papi? — preguntó a su padre omega cuando este se sentó a su lado.
— oh, pues... — no había pensado en eso.
— con papá en su cuarto, los papás hacen eso, duh — respondió Yujin con obviedad que yacía recostado en el abdomen del omega.
— yo... — bajó la mirada encontrándose con los redonditos ojos del menor ¿cómo podía decirle no a una cosita tan linda?
Solo no respondió y procedió a mimarlo, lo había extrañado tanto.
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— listo, todo esta en orden — miró orgulloso lo bien acomodado que dejó la ropa de Ollie en el armario. Acomodó la maleta debajo de la cama y fue a la habitación de Hanbin.
— oye ¿dónde voy a dormir? — iba a tocar pero empujó la puerta si querer, viendo al alfa saliendo de la ducha y con solo una toalla envolviendo su cintura.
— lo siento — cerró de inmediato, estaba muy avergonzado. Esperó unos minutos al costado de la puerta hasta que esta se abrió.
— Hao ¿sucede algo? Puedes pasar sin tocar — pasó, se quiso golpear por hacerle caso.
— yo solo quería saber dónde iba a dormir, la cama de Ollie es pequeña.
— aquí.
— bueno, ¿dónde está el futón?
— en la cama
— oh... ¿y dónde dormirás tú?
— en la cama, contigo
— ¿qué? No, estás loco, no vamos a dormir juntos.
— Hao...
— ¡no! No estamos juntos, somos padres pero no-
— por favor — lo interrumpió.
— NO — respondió molesto — y es mi última palabra.
— no haremos nada.
— ¿y acaso pensabas que haríamos algo si aceptaba? — indignado posó sus manos a los costados su cadera.
— ¡papá Hanbiiiin! ¡ven, por favor! — el mencionado suspiró, le dio una última mirada al omega para bajar con sus hijos.
Hao vigiló que ya se haya ido para después darle una mirada rápida a su antigua habitación, estaba muy linda, realmente casi nada había cambiado. Observaba los detalles, se veía como una habitación de "papá" no muy diferente a la suya en China. Giró su cabeza para ver el cual habría sido su lado de la habitación en algún momento, notando que estaba vacío, su armario y cajones estaban vacíos.
¿Acaso ese tonto lo conservó tal cual cómo yo lo dejé?
Se preguntó mentalmente, él también tenía ropa que desempacar así agarro su maleta y llenó el espacio vacío del armario.
El día pasó sin mucho más, era un ambiente tranquilo para los mellizos, justamente lo que Hao quería lograr. Al llegar la noche, luego de la cena, Hao le contaba un cuento a los pequeños para hacerlos dormir.
— tengan dulces sueños mis bebés — besó la frente de ambos luego de arroparlos y salió en silencio de la habitación. Caminó al cuarto de Hanbin y entró viéndolo aún despierto con su celular.
— solo vine a tomar una almohada y me voy.
— Hao, por favor — insistió.
— no.
— Hao...
— lo tenías planeado desde el principio ¿no es así? Que no tenga donde dormir para estar contigo.
— no es eso — trató de explicarse.
— ¿entonces qué es? Ya no importa, me iré a dormir al sofá — tomó una almohada y abrió la puerta de la habitación dispuesto a ir al sofá del living, lo que no esperaba era encontrarse a su menor hijo observándolo detrás de esta.
— Yujin, cielo ¿qué haces despierto?
— tenía sed, así que fui a tomar agua ¿por qué tienes una almohada, papi? ¿A dónde lo llevas? ¿No vas a dormir con papá? — dijo lo último con un pequeño puchero.
— papi solo esta jugando, corazón, ahora se va a costar conmigo ¿no es cierto? — Hao quiso golpear a Hanbin con la almohada hasta noquearlo pero tenía un pequeño problema que resolver primero.
Soltó un suspiro pesado — sí, cachorro, ya iba a dormir con papá. Vamos a tu habitación que te vuelvo a arropar.
Luego de unos minutos de vigilar que Yujin ya se haya quedado dormido como su hermano, volvió a la habitación donde lo primero que hizo al ver al alfa fue golpearlo con la almohada repetidas veces.
— idiota — musitó enojado antes de ponerse en la esquina contraria de la cama para dormir, lo más alejado de ese estúpido.
Antes de apagar la luz, Hanbin miró la silueta del Hao dormido a su lado y sonrió, se sentía en paz. Quería tocarlo pero eso significaría hacer que sus pequeños se queden sin una figura paterna alfa. Eliminó todos esos pensamientos y apagó la luz para quedar dormido.
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