Rette mich (bill kaulitz) primer libro

Capítulo 10

Nos encontrábamos de regreso a hamburgo, así se llamaba la cuidad en donde vivíamos, durante el camino nos tomamos varias fotos los chicos y yo y también estuvimos hablando un buen rato.

Decidimos ver una película, que era demasiado triste,
"The note book" en algunas escenas nos enojabamos, en otras reíamos y es que era una película tan linda.
Sus padres los habían separado, solo por que el chico era de bajos recursos y era un campesino, pero ellos se amaban tanto.

En la mitad de la película, cuando se separaron, escuche llorar a alguien y era bill, estaba cubriéndose el rostro, yo había llorado un poco, pero abracé a bill, dándole consuelo.

-ah, que triste- decía con el rostro hundido en mi pecho

-si, no tenían por qué haber sido separados de esa manera- solloze

Se separó después de minutos y sus ojos se volvieron a cristalizar

-voy a llorar otra vez- se volvió a cubrir el rostro y lo abracé

-bill es demasiado sensible- dijo tom

-si, yo también- dije y todos rieron menos bill por que el lloraba

-ay el amor- suspiro georg y soltaron carcajadas

-silencio chicos- dijo james quien estaba entretenido viendo la película y comiendo palomitas

Cuando la película terminó, bill se quedo dormido en mi hombro, al parecer se había cansado de llorar, y quería descansar, por que también había sido un día demasiado ocupado, entrevistas, ensayos, conciertos etcétera, etcétera.

Me desperté por las voces de los chicos y algunas risas, cuando abrí los ojos tom estaba tomándonos fotos con mi cámara, bill aún seguía dormido en mi hombro.

-maldito tom- tome una botella de refresco vacía que había cerca y se la avente

-ya ya, perdón- solto una risita y me devolvió la cámara

Bill más tarde se despertó, y después de un rato llegamos a hannover.

[...]

Me dijeron que dejara mis cosas en su casa, su mamá prepararía una cena, y invitaría a mi tía para que nos acompañara a cenar.

La señora simone llegó ya en la tarde, y entre bill y yo le ayudamos a cocinar, bill me molestaba y su mamá lo regañaba, pero así nos llevábamos, aunque me gustaba ver a su mamá regañarlo.

-bueno, gracias por ayudarme chicos, ya pueden ir a la sala-

Nos dirigimos a la sala y nos sentamos junto con los demás, tocaron el timbre, era mi tía, abrí la puerta y me abrazo.

-¿como estas?- pregunto mi tía

-bien, todo bien- sonrei

-¿como la pasaron?- nos pregunto

-la pasamos bien, nos cae demasiado bien su sobrina- dijo tom y los demás asintieron

-¿y simone?- pregunto mi tía

-alla en la cocina- contestó bill

Mi tía fue a hablar con la señora simone, al parecer se conocían de ya hace tiempo, de rato nos hablaron para ir a comer.

Pero mi tía no había llegado con las manos vacías, había preparado un pastel de chocolate que después de la cena comeriamos, la verdad que no me gustaban tanto los pasteles, pero si eran de chocolate, hasta comía más de dos rebanadas.

A tom se le ocurrió la estupenda idea de mostrar la foto que nos había tomado en el autobús, donde estábamos dormidos.

-ay, que bien se ven juntos- dijo la señora simone