Revolución Omegaverse [YM]

Capítulo 9

—Buenas tardes, bienvenido Jimin. —La muchacha lo saluda con un apretón de manos mientras cierra la puerta detrás de ambos, permitiéndole ingresar a su estudio y que tomara asiento en la silla desocupada frente a el escritorio. Ella hace lo mismo mientras se sienta en la propia. —¿Qué tal tu semana?

—Hola señorita Ahn, me ha ido muy bien, gracias.

—Puedes llamarme solo JiYoung, ¿si? —Park hizo un asentimiento mientras observaba el consultorio a su al rededor. Era la primera sesión que tendría con su psicóloga, estaba algo nervioso y por ello no dejaba de jugar con los dedos de sus manos. —Dime, ¿qué te trae aquí? Hobi me contó algunas cosas por encima, para saber un parámetro si sería muy difícil de trabajar, pero intentaré ayudarte lo más posible, Jimin, y espero también contar con tu parte.

—Sí yo...he pasado por cosas realmente difíciles los últimos años. A mis dieciocho fui secuestrado por gente del gobierno de Estados Unidos y me encerraron en el Área 51. —Murmura, haciendo contacto visual con la rubia, no sabiendo qué podría pasar por la cabeza contraria. —Sé que suena extraño pero...

—Tranquilo, vi las noticias y creo que todos vemos las consecuencias de eso. No te preocupes, te creo en todo lo que me cuentes. No voy a desconfiar de lo que digas. —Park asiente a sus palabras, soltando un tembloroso suspiro mientras intenta decidir por dónde continuar su relato.

—Experimentaron conmigo y con otras personas por seis años, mi cuerpo tuvo muchas reacciones negativas. Caí enfermo, no sé cuántas veces pude estar al borde de morir, y he visto a todas esas personas morir frente a mí y ser desechados como si nada. Realmente creí que también sería mi destino, pero fui compatible y allí nació todo. —Jimin solo puede pensar en ello, no quiere recordar más, no se obliga a recordar más. Le gustaría simplemente poder dejar todo lo que sufrió en el pasado y concentrase en las cosas nuevas y buenas de la vida, pero sabe que no afrontar los problemas puede traerle dificultades mayores y solo quiere mejorar. —En todos esos años, pensar en mi novio era lo que me daba fuerza para seguir, siempre soñé con que algún día lograría salir y reunirnos otra vez. 

—¿En qué aspectos de tu vida ha afectado el secuestro? —Consulta, mientras termina de anotar un par de cosas.

—Pues en mis estudios, nunca pude empezar la universidad y graduarme de esta. También perdí amigos, y a mi familia especialmente, sufrieron mucho cuando supuestamente me dieron por muerto. Por suerte, pude reencontrarme con ellos hace unos días, hablamos siempre desde entonces y nos hemos juntado un par de veces. Estoy muy feliz de tenerlos nuevamente en mi vida.

—Me alegra mucho escuchar eso, Jimin, siempre necesitamos el apoyo de nuestra familia directa o indirectamente en situaciones difíciles, —asiente, dejando su portapapeles sobre el escritorio, ahora mirándolo fijamente. —¿Cómo se llama tu novio?

—Su nombre es YoonGi.

—Y dices que lo eran antes de que te secuestraran, ¿verdad? —El rubio asiente a las palabras. —¿Y aún lo son?