Al principio no estaba preocupado.
Seokjin había desactivado la alarma del reloj para dejarlo dormir hasta tarde. Era sólo una de esas pequeñas cosas que se hacían entre sí – pequeños gestos de cariño que Namjoon había llegado a dar por sentado a lo largo de los años.
Ahora, se preguntaba preocupado, cuando se dio la vuelta y vio que eran las diez. ¿Cómo podía haber tomado siempre todo lo que su compañero hacía por él como algo natural? Todos los pequeños toques, las pequeñas caricias que compartieron juntos. – Nunca las había tenido con nadie más. Ni si quiera con Wheein, a pesar de ser muy cercana antes de irse.
Cerca del final de su matrimonio con Wheein, se había negado a tocarlo y eso había sido muy duro. Hubo un profundo pozo de nostalgia en Namjoon por tocar y ser tocado y cuando Wheein se fue, dejó un dolor y un vacio. Seokjin había llenado el vacío. Namjoon nunca olvidaría la noche después del divorcio......
Seokjin lo llevó a casa, y Namjoon, dijo buenas noches mientras subía las escaleras de su apartamento – el apartamento ahora se sentía vacio y extraño sin Wheein. Oyó pasos detrás de él, y mirando hacia atrás, vio, para su sorpresa, que Seokjin lo seguía. Su compañero nunca antes se había auto-invitado, pero esa noche ni siquiera preguntó. Sólo esperó a que Namjoon abriera la puerta y luego entró en la sala como si fuera algo que hiciera todas las noches. Seokjin se dirigió al sofá y se sentó, mirando expectante a Namjoon, quien le devolvió la voz apagada.
»—¿Qué? ─Namjoon no tenía idea de lo que estaba haciendo Seokjin, estaba cansado y agotado emocionalmente para prestar atención.
»—Ven aquí. ─respondió su compañero, acariciando el sofá junto a él.
»—¿Por qué? ─Namjoon sintió la obligación de preguntar.
»─Solo ven aquí. ─Fue la escueta respuesta de Seokjin. Namjoon se acercó a él, demasiado cansado para luchar, y se sentó en el lugar que su compañero le había indicado. Sin decir ninguna palabra más, Seokjin envolvió con sus brazos a Namjoon y lo atrajo hacia sí.
Se sentaron así, como una hora, sin decir nada. Namjoon no había llorado entonces, el dolor había sido demasiado profundo para unas lágrimas. Pero la sensación de las manos de su amigo acariciando suavemente su cabello y su pecho en su mejilla era como darle agua a un hombre sediento.
Era un pozo que nunca se secaba, y a Seokjin parecía no importarle cuántas veces viniera a beber de él. Las palabras ni siquiera parecieron ser necesarias entre ellos, de alguna manera su compañero sabía cuando necesitaba ser tocado....
«¿Fue entonces cuando empecé a amarlo? ¿Incluso antes de que casi lo pierdo por la punta del cuchillo de un drogadicto?»
Namjoon sacudió la cabeza y se fue a la ducha. Recordó cuan suavemente Seokjin lo había lavado anoche y la manera en que se ocupo de Namjoon después. No había tenido que decirle a Seokjin lo que necesitaba, su compañero ya sabia y lo proporcionó como siempre lo hacia.
Si solo esta misión durara para siempre, si tan solo ellos no volvieran a ser lo que siempre habían sido cuando terminara – los mejores amigos, sólo amigos. «Ah Jinnie, podríamos hacer todo el uno por el otro. No necesito a nadie más cuando estoy contigo.»
Si tan sólo pudieran mantener el aspecto físico de su relación que habían descubierto en el RamJack. Pero Namjoon sabía que eso era imposible. Jin podría estar dispuesto a actuar de gay e incluso impulsar sus límites personales para cumplir con las fantasías de su tácito compañero, una o dos veces. Pero no duraría en el exterior. Había demasiadas chicas bonitas con faldas cortas en el mundo, y Namjoon no se hacía ilusiones en cuanto a dónde estaban las verdaderas preferencias de su compañero.
Después de secarse y vestirse, Namjoon, miró el reloj y se dio cuenta que era casi las once. Empezó a alarmarse. Seokjin había parecido muy seguro de sí mismo cuando habló sobre "la compra", y Namjoon había asumido que era probable que usara a Eunwoon para convencer a Kang para vender algo de coca. Una vez hecho el trato, el atraco puede suceder, aunque estaba seguro de que Seokjin se lo debería haber informado ahora.
Comenzó a tener una sensación desagradable en la boca del estómago. Tendría que haber tenido noticias de su compañero ya. No debería haber dormido y tomado una ducha tranquilamente, meditando sobre cosas de las que él no tenía control mientras su compañero estaba haciendo el trato. Tenía que estar allí con Seokjin, en vez de darse la vuelta como un niño enfadado.
Rápidamente, se puso algo de ropa y fue directamente hacia la puerta. Cuando abrió la superficie de roble, se encontró cara a cara con los dos mismos matones que había entregado a Seokjin a la puerta el día en que habían llegado al RamJack. Pero esta vez su compañero no estaba a la vista.
—¿Qué? ─Namjoon comenzó a preguntar, pero fue atrapado de los brazos antes de terminar la pregunta. Sus zapatos apenas tocaban el suelo mientras era arrastrado con fuerza por el pasillo alfombrado. Trató de luchar, pero era inútil, era como pelear contra una pared de ladrillo.
─Tómeselo con calma, detective. ─El moreno guardia de seguridad del cual Seokjin se había burlado de su cabello, gruñó con gravedad─. No querrá estar hecho un lio cuando el espectáculo comience, ¿verdad? ─Namjoon se sintió caer en sus garras.
Detective. Así que el juego había acabado, su tapadera había fallado. Solo una pregunta era importante ahora. —¿Dónde está mi compañero? ─preguntó. Con la esperanza de que Seokjin hubiera escapado de alguna forma, aunque sabía que su amigo no se iría sin él.
─Oh, él realmente se encuentra muy cómodo, no se preocupe por eso. De hecho, le está esperando en este momento. ─Thad, el rubio le contestó. Su cara de carne picada se torció en una mueca repugnante que pareció detener el corazón de Namjoon en su pecho.