─Namjoon, abre la puerta. Joder, sé que estás ahí. ¡Abre! ─los fuertes golpes en su puerta se reanudaron y Namjoon admitió de mala gana que no era probable que Seokjin se rindiera en algún momento del futuro cercano.
Había movido la llave de su posición habitual sobre la puerta específicamente para que su compañero cogiera la indirecta y le dejara en paz. Pero Seokjin nunca había sido alguien que coge indirectas si no quiere.
—¿Qué quieres? ─preguntó a través de la puerta cerrada.
Había estado evitando una escena como aquella toda la semana, tratando de mantener una distancia de seguridad entre su compañero y él, y Seokjin había parecido dispuesto a dejarle... había parecido dispuesto a dejarle espacio. Namjoon había estado esperando que aquella incómoda tregua entre ellos durara al menos hasta que su traslado se hiciera efectivo, pero aparentemente eso no iba a ocurrir.
—¿Qué quieres? ─preguntó de nuevo, con una mano en el pomo.
—¿Qué crees que quiero, Kim? ¡Hablar, maldita sea! Tenemos que dejar de andar de puntillas alrededor del otro y hablarlo.
─No hay nada que hablar.
Namjoon abrió la puerta una rendija para mirar a su compañero, y eso fue todo lo que Seokjin necesitó. Se abrió paso a empujones al interior de la casa y cerró la puerta de un portazo tras él. Con una mano en el hombro de Namjoon, empujó al hombre más alto hasta el sofá y presionó firmemente hasta que Namjoon se dejó caer sin oponer resistencia sobre los cojines.
—¡Hay mucho de lo que hablar, y lo sabes! ─dijo Seokjin bruscamente, de pie sobre él, con el ceño fruncido.
─Quizá sólo necesito algo de tiempo ─ofreció Namjoon débilmente, sin mirar a Jin a los ojos, los cuales se habían vuelto de un esmeralda duro, afilado por la frustración.
—¡Sabes perfectamente bien por qué! ─replicó Namjoon brusca e impacientemente —. ¿Y, de todos modos, qué demonios te importa?
La expresión del rostro de Seokjin era a la vez frustrada y tierna cuando se sentó junto a Namjoon y miró a su compañero durante un largo momento antes de responder:
─Es asunto mío igual que todo lo que te afecta es asunto mío. Porque somos compañeros. Porque somos amigos. Vamos Kim, lo sabes. No seas así conmigo.
─No sé ser de otra manera desde... lo que pasó. Lo que te hice ─Namjoon alzó la mirada brevemente y después volvió a bajarla hasta sus manos.