Capítulo 13. 1942.

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México salió de su casa para caminar hacia el enorme jardín que se encontraba en el patio, aún tenía su pijama puesta, pues en toda la noche no había podido dormir, apenas eran las tres de la mañana, y algo en él le decía que estaba pasando algo malo.

Descalzo caminó a través de ese camino de piedra lisa, los faroles que habían en aquel enorme patio alumbraban las flores que el moreno había plantado en todo ese tiempo, suspiro al sentir la tranquilidad que aquel lugar le traía, caminó hasta el pequeño lago que tenia en aquella hacienda, cruzó por aquel puente que le permitía llegar al otro lado, viendo así como sus mascotas dormían con tranquilidad en el agua, sonrió y las miró con la poca luz que las iluminaba.

- ¡Señor México!.

Aquel grito lo asustó, giró con rapidez sobre sus talones y miró detrás de él como unos soldados se acercaban, alzó una ceja con confusión y bajó del puente para acercarse a los hombres.

- ¿Ocurre algo? - preguntó una vez los tuvo en frente.

Los soldados por su parte lo saludaron formalmente, uno de ellos saco una carta y se la entregó, México la tomó rápido y la abrió para leer su contenido. Sin creer lo que acaba de ver, y pensando que era una broma, miró al soldado enfrente suyo.

- E-Esto..... es un error, ¿verdad? - lo miró con algo de esperanza.

- No es una equivocación, señor - respondió con total seriedad - El presidente ha declarado estado de guerra, y solicita tanto su presencia como la de los estados mexicanos en el palacio nacional.

México lo miró con sorpresa, sentía que podría desmayarse ahí mismo, su vista termino cayendo en la puerta de su casa, viendo como algunos de sus estados salían para ver lo ocurrido.

.....

Un país y treinta y dos estados se encontraban alrededor de una enorme mesa rectangular, todos hablaban ocasionando un gran bullicio, México por su parte, solo miraba sus manos puestas sobre la mesa, aún necesitaba una explicación para todo eso.

La puerta de la sala fue abierta con fuerza, ocasionando que todos los presentes guardaran silencio, el presidente acababa de llegar, haciendo que todos se pusieran de pie, el hombre movió su mano para indicarle a los soldados que salieran y cerraran la puerta, una vez esto ocurrió, México fue el primero en hablar.

- ¿Qué es todo esto, Manuel? - preguntó con algo de enfado.

- Alemania nos ha atacado, no podemos quedarnos de brazos cruzados - dijo el hombre mientras tomaba asiento, todos lo hicieron después de él.

- ¿A qué te refieres?, creí haberte dejado en claro que las guerras en mi país no son aceptadas - parpadeó un par de veces para tranquilizarse.

- Créeme que a mi tampoco me gusta hacer esto, pero es necesario - lo miró - Acaban de hundir a varias de nuestras embarcaciones, y se estiman a más de diez muertos - frunció el ceño y miró a los estados - Debemos responder ante esto.

- Si así fue, debemos atacar igual - Baja California Norte habló.

- ¡Sí!, no podemos dejar que esos hijos de puta se salgan con la suya - Sinaloa respondió de igual manera, mostrando su enojo.

México se sorprendió y miró a sus estados, todos comenzaron a vitorear y a insultar a los países ahora enemigos, parecían personas totalmente distintas para él al escucharlos hablar de esa manera, pero lo que sin duda le asustaba, era ver a su capital de esa manera, la chica tenía una sonrisa sádica en su rostro, y eso junto a las amenazas que soltaba, ocasionaban que su cuerpo se estremeciera.

En Guerra de Dioses [México x Todos contryhumans] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora