Un niño de tez morena corría entre las calles de su ciudad, hacía calor, así que vestía una simple camisa roja y un short blanco, su calzado costaba de simples huaraches para combatir con facilidad el calor que inundaba el lugar.Mientras corría, bajo la mirada para contar el dinero que sujetaba en su mano derecha, minutos atrás su madre le había entregado veinticuatro pesos para comprar un kilo de tortillas. Cuando el menor dio vuelta en la esquina, una de las monedas cayó al suelo lo cual detuvo su andar, regresó y con la mirada busco la moneda en el suelo, cuando la vio, una sonrisa se dibujo en su rostro.
- Te tengo - dijo y se agachó a recogerla.
Cuando tomó la moneda un pequeño temblor lo hizo levantar la mirada, miró hacia los lados, varias personas pasaron, pero todas seguían actuando con naturalidad, como si aquel temblor no hubiera ocurrido, al ver el desinterés de la gente por lo ocurrido, decidió restarle importancia a la situación y seguir su camino a la tienda. Al levantarse y dar media vuelta otro sonido lo detuvo, curioso, miró sobre su hombro el suelo, una pequeña grieta había aparecido, con una de sus manos tapó sus ojos para cubrirlos del sol y ver mejor lo que había ocurrido, al inclinarse más cerca, la grieta se abrió más. Una mano deforme y de uñas afiladas salió del suelo y atrapó el rostro del niño, ni siquiera se le dio la oportunidad de gritar, pues aquella mano lo había arrastrado a las profundidades.
Un par de monedas y uno de los huaraches del menor fue lo único que quedo como evidencia de que él había estado por ahí. A los pocos minutos, un señor con una carreta pasó por el lugar, observó las cosas en el suelo y decidió llevárselas.
- La gente solo deja su basura tirada - dijo con una voz rasposa y ronca.
Continuó con su trayecto y la gente del lugar siguió normal.
.....
- ¿Qué eran esas cosas? - habló Ciudad de México, en su voz se notaba lo molesta que estaba - ¿Por qué estaban en mi baño?
- Deben de ser los avisos de los dioses - comentó Imperio Maya - Solían mandarlos para acabar con las personas que se negaban ha adorarlos.
- Llevaba tiempo sin ver a una de estas asquerosidades - Imperio Mexica miraba con asco aquella cosa aun colgada en la pared.
- Eso quiere decir que han comenzado a despertar, ¿no?
Miró a ambos imperios frente a ella, estos solo se dieron una rápida mirada entre sí, Ciudad de México suspiro de manera pesada, sentía que había mucha presión, el tiempo se le agotaba y aún no tenía un plan. Se sentó en la cama donde su hermana se encontraba dormida, la miró por un par de segundos, antes de ponerse de pie y mirar a los otros presentes.
- Necesito que me digan todo - habló seriamente - Necesito que recuerden a quienes eligieron como portadores de los dioses.
Ambos imperios asintieron, aunque pareciera una tarea sencilla, realmente no lo era, pues, tras ser asesinados, algunos recuerdos habían desaparecido tanto de Imperio Maya como de Imperio Mexica, ni siquiera recordaban con exactitud a cuántos de los dioses habían logrado encerrar, lo que hacía más difícil el idear un plan y el saber cuánto tiempo tenían para lograr crear uno.
.....
México había vuelto de su pequeño paseo rutinario, inmediatamente después de cerrar la puerta detrás de él, sintió el raro silencio del lugar, lo cual lo extraño demasiado, era muy raro que la casa estuviera completamente vacía, y si lo estaba, no tendría ese extraño ambiente.
Dejo sus cosas en uno de los sillones y decidió subir para ver si encontraba a alguno de sus estados, mientras caminaba por el segundo piso, su teléfono comenzó a sonar, miró la pantalla solo para notar que era su amigo Chile.
- ¿Bueno? - dijo el mexicano una vez contestó.
- ¡México!, tienes que venir al toque a mi casa, algo ocurrió - sonaba asustado.
- Tranquilo Chile, ¿dime qué ocurrió? - México comenzó a bajar las escaleras de forma apresurada.
- ¡No lo sé!, pero tienes que venir, no sé a quién más hablarle - su voz estaba agitada.
- Está bien, no te preocupes - México tomó sus casas para salir de la casa - Estaré ahí lo más rápido posible.
- Bien, te esperare.
Sin más la llamada terminó, México tomó su coche y llamó a varios de sus empleados, quería que le mantuvieran listo su avión privado para poder viajar al país de Chile sin mucho problema, tenía que saber lo que le ocurría a su amigo.
.....
Nuevo León se encontraba en su territorio, estaba sentando frente a su escritorio, un dolor punzante comenzó a hacerse presente en su brazo derecho, sentía como le recorría el dolor hasta la cabeza, saco aquel cigarrillo de su boca y apretó con fuerza su brazo para ver si calmaba un poco el dolor en su cuerpo, de su frente comenzaban a arrastrarse gotas de sudor frío, sus ojos temblaban, intento ponerse de pie para llamar a alguien, pero a penas dio un paso cuando su cuerpo cayó fuertemente al suelo, el cigarro en su mano rodó hasta caer cerca de la alfombra que cubría la mayor parte del suelo, el hombre logró ver como el cigarro comenzaba un incendio, intentó gritar pero de su boca no salía nada, giró su cuerpo para poder arrastrarse hacia la salida con las pocas fuerzas que tenía, pero las ganas de vomitar lo detuvieron, sangre salió, pero había algo más, al fijar mejor la vista en el suelo, pudo ver un par de dientes junto a la sangre.
El fuego comenzó a crecer más, alcanzando las cortinas que evitaban que la luz solar entrara al lugar, el humo aparecía más y más, haciendo que fuera más difícil para el estado poder respirar, pero él no estaba dispuesto a quedarse ahí pues siguió arrastrándose hacia la puerta.
- ¡Señor! - un hombre alto abrió la puerta de golpe - La alarma de incendio...
No terminó de hablar pues vio al estado tirado en el suelo, rápidamente él junto a otros dos hombres entraron a la habitación, uno de ellos cargando un extintor para poder apagar el incendio, los otros dos cargaron al estado para sacarlo rápido de ahí.
Fue un gran alivio para todos cuando el fuego logró apagarse, Nuevo León fue llevado de inmediato a un centro médico, donde fue atendido de emergencia. La secretaria del estado llamó a la casa familiar para avisar sobre lo ocurrido, pero nadie contestó, el timbrar del teléfono sonaba por toda la casa y aun así nadie atendió.
ESTÁS LEYENDO
En Guerra de Dioses [México x Todos contryhumans]
AléatoireLos dioses están furiosos con el pueblo mexicano por ya no adorarlos como antes, su enojo creció más al enterarse de que habían sido cambiados por otros de origen español, así que están dispuestos a someterlos de nuevo ante ellos sin importar lo que...