29˖⁠♡ Una conexión especial

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-¡Señorita tía! ¡Señorita tía!

-Calma muchacho respira, ¿Que pasa? ¿Porque vienes corriendo?

-Fui a darles el gatito.

-Ah si ¿Pero que pasa cielo? ¿Te hicieron algo?

-No tía, creo que ya hay papis para la niña.

-Papis para la niña... ¿Ellos?

-Sip, son muy buenos y el señorito bonito se veía feliz.

-Claro cielo, ya veremos ahora vamos a desayunar.

El resto del día el niñito pasó pensando en la pareja que acababa de conocer y como se veían que eran muy buenos, estaba demasiado emocionado y realmente esperaba que ellos si volvieran, no como los otros "posibles papis" que lo conocían a él o a la niña y no regresaban por ellos, que crueles.

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-Bien bien 2 de chocolate, 2 vainilla y 1 de fresa.

-¿No crees que sea muy poquito?

-Amor, es un orfanato muy pequeño, de seguro hasta le sobra.

-Si no les alcanzan los 5 Litros te mandaré por más.

-Claro Honnie.

Cada uno tomo una bolsa, dentro tenían los embaces con helado (claro que Minho llevo 4 y Han 1 porque no lo dejó cargar más) y tomaron camino al orfanato.

Ambos estaban demasiado emocionados, Minho lo estaba aún más a pesar de no admitirlo en voz alta pues realmente quería adoptar a ese niño y conocer a la niña le hacía ilusión; ambos sintieron ese click con ese encuentro tan corto y estaban decididos a darse la oportunidad de conocer a los pequeñines.

Apenas cruzaron la puerta sintieron una punzada en el corazón, el orfanato era demasiado pequeño y no estaba en las mejores condiciones que digamos, les dolía pensar que ahí habían niños y que entre ellos estaban los dos a los que buscan.

-¡SEÑOR BONITO! ¡SEÑOR LINO!- el pequeño niño apenas iba despertando y justo cuando bajaba las escaleras para ir al baño notó a los dos chicos que tanto esperaba volver a ver, no pudo evitar salir corriendo con sus bracitos abiertos y abrazarlos a ambos.

-Hola corazón.

-¿Cómo estás pequeñín?

-Bien señor Lino- de pronto una mano tomó el hombro del niño y le dió un pequeño apretón.

-Niño, regresa a tu cuarto ¿Si? Debo hablar con los señores.

-Pero no se tarde mucho señorita Tía, que yo también quiero estar con ellos.

-Claro, yo te hablo cuando nos desocupemos.

El pequeño subió las escaleras algo decepcionado de no poder estar con ellos pero decidió mejor arreglarse con lo mejor que tenía, buscó las mejores prendas que tenían el y su hermanita para ponerse guapos y así impresionar a los chicos.

-Mucho gusto, ustedes deben ser los jóvenes de los que hablaba tanto ese niño, disculpen su astucia por presionarlos a adoptar a la niña, solo está muy emocionado.

Marcas de amor~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora