Quince.

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Labios estampados.


Estaban sentados en el suelo. __ tenía recostada la cabeza en el hombro de Carl. Se veían tan lindos. Tan unidos...

__ pensó que pasaría si lo besara. Tenía un muy buen acceso, lo besaría sin rechistar... si es que se atreviera. Porque... ¿si no correspondía? No, nunca en la vida lo haría.

Jugó con el polvo de la cerámica e inconscientemente formó una "C" con su dedo. Miró de reojo a Carl por si había visto la inicial y él estaba viendo fijamente la letra. __ quería borrarlo y hacer como si nada pasara, pero algo dentro de ella decía que no lo hiciera.

Levantó la cabeza y su corazón latía tan rápido que parecía como si fuera a correr un maratón. Tenía que hacerlo. Era ahora o nunca.

Carl la miró. Sus ojos brillaban gracias a la poca luz que se colaba por entre la ventana.

___ comenzó a respirar aceleradamente. Una chica besándolo, genial. No me hablará, pensó. Pero, ¿qué más daba? Quería hacerlo. Quería tener sus labios con los suyos. Al diablo si luego no le hablaba, o la rechazaba, o se arrepentía. Al diablo con todo. Necesitaba los labios del mini sheriff haciendo contacto con los suyos.

Las manos le comenzaron a sudar. Hace tres años había dado su primer beso con él. Fue un asco. Ni siquiera besó bien. Parecía más un intercambio de babas. Pues ese beso no estaba bien dado por su parte. A cambio Carl... vaya que sabía cómo besar.

Cerró los ojos y en un movimiento rápido, sin dejar que Carl procesara, estampó sus labios rosados con los labios rosa pálido de Carl.

Carl le siguió el beso. Le estaba siguiendo el beso.

Se separaron y __ le mordió el labio inferior con torpeza.

--Lo siento--dijo él cuando estaban a una distancia prudente. __ lo miró confundida--. Fue una equivocación. Lo siento. No se volverá a repetir.

¿Qué?, pensó.

Carl había disfrutado el beso. Y se sintió el hombre más marica del mundo disculpándose y diciendo que era una equivocación, arrepintiéndose... Era sólo que tenía tanto miedo de aferrarse a las cosas para después perderlas. Para que se las arrebaten.

Además no podía tener algo serio, no aquí, no ahora. Su prioridad era sobrevivir.

¡Qué excusas! Ni siquiera era por eso. Tenía miedo a perderla, como perdió a su madre. Tenía miedo de que le rompiera el corazón. Tenía miedo. Era un cobarde. Y tenía miedo de que la vida se la arrebatase.

__ sintió un gusto amargo en la boca. La había rechazado. Un dolor en sus ojos se hizo presentes, quería llorar. Quería desahogar la olla de agua que tenía guardada. Apretó la mandíbula y los dientes tratando de no derramar lágrima alguna frente a él.

--Dormiré arriba--dijo entre dientes.

Se paró y corrió hacia la habitación matrimonial. Una vez envuelta en las sábanas se largó a llorar. Y no sólo por Carl... por su hermano, por sus padres, por sus abuelos, por Lori, por Rick, por Daryl... Soltó todas las lágrimas que algún día guardó.

Deathless - Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora