Deathless - Carl Grimes.

Veintiocho.

Sí.

El frío había caído. El otoño había llegado con todo el poder de dejar los huesos debiluchos y los dientes castañeando.

Debían pasar pronto a buscar ropas para pasar el frío otoño que se aproximaba. Si es que no querían morir congelados.

Por las noches, se vieron en la obligación de prender una fogata que calentara sus cuerpos por algunos minutos. No podían dejarla toda la noche, lamentablemente. Así que cuando dormían, solo los calentaba las brasas.

Llevaban dos días caminando, y aproximadamente faltaba un día para llegar al santuario.

Habían visto el cartel gigante que llamaba la atención con sus letras regordetas y negras: "TERMINUS. SANTUARIO PARA TODOS. EL QUE LLEGA, SOBREVIVE".

Y con toda la fe y esperanza que tenían en su corazón partieron hacia Terminus, probando si es que la suerte, estaba de su lado.

Era de mañana.

Aproximadamente las 8:00 de la mañana.

Habían despertado hace una hora, e inmediatamente se pusieron a caminar.

___ no estaba muy convencida de ir a Terminus, pero quizás Carl, Rick y Michonne puedan encontrarse con su grupo. Por eso iba. Hasta ella tenía la mínima esperanza de poder encontrarse con su hermano Glenn.

Los dos adultos iban tomando la delantera, como líderes. Charlaban. Charlaban sobre Terminus. Se estaban arriesgando a ir donde les pueden torcer el brazo.

Carl y __ iban atrás de ellos. Carl había estado pensando en la posibilidad de confesarle a __ que la quería. Y estaba decidido. Lo iba a hacer ahora mismo. Con tal, habían pasado dos días de la muerte de Hana, le afectaba, era una gran chica, pero ahora, que no estaba Hana, podía al fin estar con ___.

––Hey––la llamó suave.

Los vellos de __ se erizaron al escuchar su melodiosa voz que era como música para sus oídos.

––Hey––respondió.

––¿Podemos hablar?––preguntó Carl. __ paró de caminar y lo miró con el ceño fruncido, finalmente, asintió con la cabeza.

––¿De qué?

––De nosotros––dijo Carl.

––No sabía que existía un nosotros––dijo sarcástica.

––Lo hay––dijo parando en seco.

––¿Cuál? ¿Compañeros de grupo?

Carl la tomó de la muñeca fuertemente, pero sin llamar la atención de su padre, y la puso frente a él. Tan cerca que ni una mano cabía entre ellos. Exactamente, estaban a un centímetro de rozar sus labios.

__ dejó de respirar al tenerlo tan cerca.

––No––susurró Carl––. Nosotros. Lo que fuimos en el campamento, lo que fuimos cuando llegaste, y lo que dejamos de ser cuando llegó Hana.

––No te comprendo––se quejó __.

––Soy un idiota, lo sé. Quiero explicártelo todo. La razón por la cual estuve con Hana––respondió Carl mirándola a los ojos––. Te amo, __.

___ apretó el estómago porque juró que estaba a punto de vomitar. Su estómago daba vueltas. Estaba demasiado nerviosa como para formular aunque sea un balbuceo.

Le había dicho que la amaba. __ lo amaba. Pero necesitaba explicaciones. Explicaciones válidas.

––Quiero saber las explicaciones que tienes para darme––dijo __, dándose media vuelta para seguir caminando.

Carl medio sonrió. Eso era un sí. Eso era un sí, al estilo ___.

N/A: Hola! la sigo si me dan 15 votos de aquí a 30 minutos más. Enjooooy.