Deathless - Carl Grimes.

Treinta y siete.

Estaba sentada a una orilla del vagón. Desde pequeña tuvo problemas de claustrofobia, era controlable, pero llevaba cinco horas ahí.
Las peleas eran constantes dentro del vagón, la desesperación por salir los consumía, y el estar encerrados no los ayudaba a pensar. A Rick se le estaban acabando las ideas con las cuales salir, pero tenía que mantener la cabeza fría, para pensar y no cometer un error que les costara la vida.
___ estaba a un lado de Carl, a dos metros de distancia. Necesitaba respirar bien, y temía hacerlo con dificultad.
Sintió pisadas a su alrededor, levantó la cabeza y vio a su "chino" favorito.
––Glenn––susurró.
––¿Estás bien? Podemos hacer un hoyo con tu navaja si gustas––ofreció él. __ negó con una sonrisa.
Se quedaron en silencio observándose mutuamente. __ palmeó dos veces el suelo, indicándole a Glenn que se sentara con ella un rato, para charlar y recuperar el tiempo perdido entre los hermanos.
Glenn se sentó, y miró a Maggie con una sonrisa de oreja a oreja, ella se lo correspondió, se alegraba inmensamente por él.
––¿Cómo lo hiciste?––preguntó Glenn.
––Huyendo. Luego, tuve que aprender a defenderme sola.
––¿Qué te motivaba? Es decir, ¿por qué no te suicidaste, __?
––Por...––iba a decir por él y por Carl. Pero no era la razón exacta––. Miedo.
––¿De qué?
––La muerte––respondió ella.
Glenn asintió.
––Pasaron... muchas cosas en tu ausencia. Supongo que Rick te las platicó––comentó Glenn.
__ asintió.
Glenn suspiró.
––Lo siento.
––¿Por qué?––preguntó confundida.
––Debería haberte buscado. En el cadáver no se veía tu cara, pero no lo hice, fue demasiado tonto––se culpó. __ se acurrucó en su pecho.
––No lo eres. Estuviste bien. Lo importante es que estamos juntos––susurró.
––Te quiero presentar a alguien, luego quizás, cuando salgamos de aquí––dijo Glenn. __ sonrió por el optimismo de su hermano.
––¿Mi cuñada? Muero por conocerla––dijo __ con una sonrisa.
––Espero que tu no me presentes un cuñado, eh––dijo divertido. ___ se tensó, y quiso nombrar a Carl, pero no eran nada. No tenían ninguna etiqueta que los identificara.
––No, claro que no.
Glenn asintió y la abrazó.
Carl, que estaba a dos metros de los hermanos escuchando su conversación, supo que debía hacerle la pregunta a __ que tanto había ansiado desde que la volvió a ver.
Debía hacerlo.
Quizás no era el mejor momento, ni el indicado, pero moría de ganas por nombrarla por su "novia".
La miró con ternura. Era tan hermosa. Estaba completamente enamorado de ella, y no sabía lo que haría se la perdiera.
Probablemente enloquecería... o moriría.