Veintinueve.

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Llegar a su lado.


Era de tarde.

Carl moría de ganas por hablar con ___.

Y era su oportunidad.

Su padre y Michonne estaban poniendo las trampas, y haciendo una fogata. Tendría tiempo.

Carl miró el suéter horrendo que había conseguido __. Se había reído todo el camino del horrible suéter que vestía su enamorada.

Habían pasado a una tienda, un bazar en donde vendían ropa. Carl tomó un poleron de cierre azul, antes que lo tomara __. Pues, lo único que quedaba de su talla, era el horrendo suéter que llevaba la castaña. Verde con puntos naranjos de lana por todas partes, más un lazo amarillo en el cuello.

Parecía payaso, pero Carl creía que se le veía bien puesto, aunque no podía negar que el suéter era horrendo. Era sólo que aunque __ vistiera trapos, para Carl siempre estaría hermosa.

___ se dio media vuelta y se percató de que Carl llevaba tiempo mirándola. Lo miró y le sonrío, Carl le devolvió el gesto.

__ se acercó de a poco a él. Hasta llegar a su lado.

––Te explicaré ahora, ¿está bien?––dijo Carl. __ asintió.

––Yo... tengo miedo, ¿sí? Te amo, __. Pero tenía miedo, por lo que utilicé a Hana para tratar de olvidarte. Estaba con ella, tratando de sacarte de una vez por todas de mi cabeza. Pero cada vez que la veía, pensaba en ti. No te podía sacar de mi cabeza.

Como ves, no lo conseguí. Sé que estuvo mal utilizar a Hana de esa forma. Pero la verdad es que estoy enamorado de ti hasta los pies, ¿sabes?––dijo Carl sonriendo––- Pues... lo intenté, pero no pude. Pensarás que soy un idiota, porque podríamos haber estado juntos hace mucho tiempo, es sólo que... tenía miedo.

__ estaba confundida. Estaba usando a Hana. Y a ella la quería. Pero estaba confundida por algo.

––¿De qué tenías miedo, Carl?

Carl desvió la mirada.

––De perderte. De perderte tal y como perdí a mi mamá––admitió.

__ se sintió cohibida. Sin palabras. Le levantó el mentón, en un intento de que la mirara. Y lo abrazó. Lo abrazó tan fuerte que pensó que se le iría el aire.

––No lo harás. Te lo juro por mi vida que no lo harás––susurró ella.

Se separaron del abrazo sin querer romper el ambiente mágico que habían creado. A __ le surgió una duda.

––Si te hubieras enamorado de Hana... la hubieras perdido hace dos días. ¿No te daba temor perderla a ella?––preguntó.

––No––dijo Carl.

––¿Por qué?

––Porque nunca amaría a alguien más que a ti. Porque no me podría enamorar de ella. Y créeme, no habría pérdida que me afectara, más que la tuya––dijo Carl.

___ quiso llorar. Pero esta vez no de pena, de emoción.

Nunca pensó que la chica sería la en dar el primer paso. Pero no se contuvo.

Con lágrimas en los ojos, lo besó.

N/A: A la mierda los 15 votos en 30 min, no las podía dejar así. Adiosín.

Deathless - Carl Grimes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora