capítulo 13. después

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La luz de los rayos del sol, dan a conocer de un nuevo amanecer, donde el canto de las aves que dan un nuevo inicio de un nuevo día.

No para un joven de cabellos verdes, que su estado está fatal, no quisiera despertar nunca mas si va sentir tal dolor

Tanto como sus caderas y cuerpo están adoloridos su mente tiene esa sensación de cansancio pero no tiene sueño, sus ojos le arden por ver la luz del día, parece que una avalancha haya pasado por su cuerpo dejándolo moribundo

—despertaste — 
La joven de cabellos morados entró con una bandeja en manos,  dejándolo en la mesita de noche, se apresuró en tomar su temperatura, ya que toda la noche pasó con fiebre alta.

—me siento horrible —
Confesó desganado, pero si necesitaba tomar agua tenía la boca seca.

—entiendo, por eso te traje un té, es un calmante—

Se apresuró en tomar la taza y dársela al omega quién lo recibió con gusto y empezó a tomar su contenido.

—tenemos que hablar izuko, pude ayudar lo más que pude con lo de tu mamá, ella salió a un trabajo de negocios este sábado y viene hoy en la noche—

La chica miraba al omega tomar con ansias el  líquido, era normal ya que pasó 4 días tirado en cama, tendría hambre y sed.

—tuve que decirle a mis padres, que eres un omega, y por qué estabas así, decirles que estabas enfermo de la gripe, no podía llamaría al médico, sería muy sospechoso, por tu actitud y esos 4 días encerrado....—

Al oír que pasó 4 días en cama con el celo hizo escupir lo poco del té, pensó que era día sábado, entonces quiere decir que hoy es lunes..... rápidamente se fijó que Jiro tenía el uniforme de la escuela estaba por ir a la escuela, no se había fijado.

—izuko....—

Más que un regaño fue una queja por tirar te en la sabanas limpias.

—lo siento, solo que no creí estar 4 días....yo no sabia—

Si estaba confundido, y lo más frustrante es que no recuerda nada.

—¿no recuerdas nada?—
La voz de su amiga hizo estremecerse por completo, por qué no recuerda nada, solo sabe que algún punto de su cuerpo le dolía, no sólo las caderas.

—No recuerdo, me estoy empezando asustar—

Tenía miedo, en saber lo que hizo, un omega en celo pierde sus sentidos dejando que su lado salvaje sea el que controle su cuerpo para entrar en el placer carnal su lado animal.

—no te asustes, por ahora es mejor que descanses y comas, esos 4 dias me tenías preocupada, que no comes y te retorcidas de dolor—

En la bandeja había una sopa, que preparo especial para el, era importante que comiera algo liviano, se la dio para que comiera, claro que la reacción de izuko la dejo también nerviosa y preocupada,  y se arrepentía por no llegar a tiempo y dejarlo con  esos idiotas.

Mientras comía le contó la situación, tenía aún tiempo en ir a la escuela,  así que le dijo lo que pasó, ese día, aún no podía creerlo, se puso rojo y con  la vergüenza que nunca podría regresar a la escuela, no cuando los que tuviera una noche de sexo apasionado o lujurioso.

No podria verles la cara, ahora mismo quería que la tierra se lo traguen o que tuviera otro accidente y trasmigre a otro mundo.

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(La noche del club)

Habia llegado al club, enseñarles al local a todos los visitantes, debido que era inauguración, era solo un privado, uno de los universitarios era el dueño,  invitando a todos los de los equipos, hablo con los técnicos y les dijo que por ser inauguración y que estaba de cumpleaños regalo que recibió su padre.

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