⸻ act one.
she's hell,
he's the devil.
the demons see
no end to this love.
⸻ act two.
her angel eyes
saw the good
in many devils.
⦊ scream fanfic.
⦊ act one. fem!oc x stu macher & billy loomis.
⦊ act two. fem!oc x ethan landry.
⦊ puede contener len...
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capítulo diecinueve: west 96. ————————— ✦ —————————
Al día siguiente Robin se despertó como si hubiera tenido un mal sueño. Lo primero que hizo al abrir los ojos fue volver a desdoblar el papel donde aquel hombre le había escrito un número de teléfono. Y agendarlo. Había dicho que solo le llamara si algo pasaba, o si se sentía en peligro, pero una parte de ella necesitaba llamarle solo para escuchar una vez más su voz. Y preguntarle.
No sabía qué preguntaría, ni tenía nada en claro. Aceptar que el primer asesino de todos los Ghostface era tu padre no era una noticia fácil de digerir. Se le seguía haciendo bola. Le impedía tragar bien, y respirar con normalidad.
Cerró los ojos y soltó un fuerte suspiro, antes de vestirse para salir hacia el parque donde había quedado con los demás.
Al llegar a casa la noche anterior tuvo una nueva conversación con sus abuelos. Una lo suficientemente larga como para conocer de primera mano su historia. El abuelo de Robin le había dado vueltas, y al final admitió que su nieta tenía razón. No podían seguir ocultándole algo que merecía saber. Las cosas parecían más tranquilas en el hogar, por lo menos.
Recibió un mensaje de Ethan mientras caminaba hacia el punto de quedada. Le escribió que estaba a menos de diez minutos y él dijo que allí le esperaban. Chad seguía sin quitarle el ojo de encima. Peor lo tenía con Mindy. Pero las clases para ellos debían seguir, y aunque Kushner no había pisado demasiadas de las aulas, pues su mente estaba saturada, sí que intentaba ir al día.
—Vamos, sube aquí —Kirby mantuvo la puerta de la furgoneta abierta. Cuando estuvo dentro, volvió a cerrarla.
—¿En serio vamos a rastrear la llamada que nunca funciona en las pelis? —preguntó Mindy, con una sonrisa burlona en las comisuras.
La menor de las rubias se quedó observándola por unos segundos. Luego a los demás. Era como si a ninguno de ellos le importara que dos de sus amigas hubieran muerto hacía prácticamente nada. Pero no exteriorizó sus pensamientos. Lo mejor era no hacerlo. Se sentó entre Chad y Ethan, buscando comodidad. Sus ojos repasaron el interior de la furgoneta. La policía, o lo que fuera que Kirby fuese, tecleaba rápida en su ordenador portátil.
Robin estiró la mano para robar la bolsa de Cheetos que su novio tenía entre palmas, metiendo sus dedos para poder coger un puñado de estos. Le dedicó una sonrisa, sintiendo la piel tirante en su rostro, y pasó una de las piernas por encima de las suyas. El chico rodó los ojos, antes de volver a tomar lo que era suyo.
—Puedo rastrear una llamada en menos de quince segundos.
—O sea, que las estás usando de cebo —pronunció Mindy. Su hermano le miró, luego miró a la poli.
