09. the party.

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capítulo nueve:la fiesta

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capítulo nueve:
la fiesta.
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La casa de Stuart Macher. Olivia había estado allí más de cincuenta veces desde críos. Comiendo en su comedor, preparando algo rico en la cocina, viendo una película en el salón, tirada en la cama de su habitación. Casi era más recibida allí que en su propia casa. Sus padres le habían dejado ir a esa fiesta, pues sabían que era su mejor amigo el que la organizaba. Y junto a otros amigos, estaría segura.

No es que hubiera demasiada gente. Más bien, era una reunión grande de colegas. Solo algunos de los conocidos de Stuart. Los cuales, para sorpresa de varios, eran más de los esperados. La chica miró alrededor, viendo a todas esas personas. No intercambió palabra con ninguna de ellas, se movía como un fantasma, vagando.

—¿Quieres algo de beber? —Billy miró a su amiga. Se colocó cerca de ella, mientras miraba qué tomaría él.

—No tengo mucha sed.

—El alcohol no es para quitarte la sed —elevó las cejas mientras respondía. Liv sonrió.

—Tú deberías estar sobrio esta noche —comentó. Loomis observó a lo que les envolvía y luego dirigió la vista, con el ceño fruncido, hacia la castaña—. Si quieres acostarte con Sidney, mejor que no te vea bebido.

—Ah, claro.

—¿Te quedarás mucho más? Tatum y ella llegarán en cualquier momento. Sabes que Tate no te quería aquí.

Los ojos de Billy analizaron despacio el rostro de su acompañante, de manera penetrante y profunda. Era como si le chupara la energía. Tenía un aura misteriosa, peligrosa. Él entero era lo equivalente a acercarte a un acantilado y quedar a la pata coja.

—¿Y tú me quieres aquí, Olivia?

—¿A qué viene eso? —preguntó. Loomis bebió, luego se encogió de hombros.

—Nos vemos más tarde.

Fueron segundos el tiempo que tardó en desaparecer de su campo de visión. Como un revenant. La mirada de Tully se quedó perdida por donde se fue, como si esperara que volviera sobre sus pasos. Se sintió tonta al darse cuenta de que esperaba algo imposible. Llevaba tiempo raro. Una risa le sacó de la ensoñación.

Giró la cabeza para buscar a Stuart y sonrió cuando lo detectó en la cocina. Sus manos se levantaron en el aire, enseñándole las palmas. Esperó a que le chocara con las suyas y luego la abrazó, dejándole un beso en la cabeza. Macher era más cariñoso de lo que se podía creer. Sobre todo con ella.

—¿No han venido Tatum y Sidney todavía?

—Aún no.

—¿Todo bien, Livy? —cuestionó. Había fruncido el ceño mientras la miraba.

devilish ; screamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora