𝟎𝟕 | 𝐆𝐞𝐨𝐫𝐠𝐞 𝐑𝐮𝐬𝐬𝐞𝐥𝐥

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𝙿𝚞𝚎𝚍𝚎𝚗 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚢 𝚖𝚒 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛á 𝚊 𝚝𝚒

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𝙿𝚞𝚎𝚍𝚎𝚗 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚢 𝚖𝚒 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛á 𝚊 𝚝𝚒.

𝙿𝚞𝚎𝚍𝚎𝚗 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛 𝚊ñ𝚘𝚜 𝚢 𝚖𝚒 𝚌𝚘𝚛𝚊𝚣ó𝚗 𝚜𝚒𝚎𝚖𝚙𝚛𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚛á 𝚊 𝚝𝚒

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8-9 años:

— ¿Te irás? —preguntó la pequeña niña de 8 años mirando cómo su amigo.

— Debo hacerlo —respondió el niño mientras empacaba sus juguetes.

— Pero... ¿No es suficiente con qué entrenes aquí? —preguntó ella nuevamente buscando que se quedará.

— Me está yendo muy bien, Hanny —la miró y se sentó a su lado. Ella sollozó y a él se le rompió el corazón— Pero siempre estaré contigo —dijo.

— Ya no te veré... no te veré en las mañanas, en las tardes, en la noche —dijo con un nudo en la garganta.

— Siempre hablaremos —prometió George.

— ¿De verdad? —preguntó ella y el asintió.

A la semana George se fue, Hanny quedó destrozada y no durmió por semanas. Al principio las llamadas eran muy constantes y luego pasaron a regulares, tanto Hanny como George estaban ocupados.

Hanny pasó momentos difíciles como la muerte de su abuela, quien era muy especial para ella.

Habían pasado dos años desde la última vez que vio a George, quien le prometía que iría para las vacaciones pero luego surgía algo importante.

Para cuando ella cumplió los 11 sus padres decidieron mudarse a Italia, donde se presentó una gran oportunidad de trabajo para sus padres, además de que la familia de su madre estaba allá.

La comunicación con George se había perdido y sinceramente casi nunca se recordaban.

Para cuando George cumplo 11 años, su familia viajó a su vieja casa donde pasarían vacaciones y además de que vendrías sus tíos y primos, además de sus abuelos.

10-11 años:

Cuando llegó, frunció el ceño al ver la casa de su mejor amiga de otro color, el jardín delantero ya no poseía las rosas que a Hanny tanto le gustaban y el auto que había al frente de la casa ya no era el de su padre.

𝔒𝔫𝔢 𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰 | 𝐅ó𝐫𝐦𝐮𝐥𝐚 𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora