𝔒𝔫𝔢 𝔰𝔥𝔬𝔱𝔰 | 𝐅ó𝐫𝐦𝐮𝐥𝐚 𝟏

𝟏𝟓 | 𝐘𝐮𝐤𝐢 𝐓𝐬𝐮𝐧𝐨𝐝𝐚

𝚁𝚎𝚝𝚛𝚘𝚌𝚎𝚍𝚎 𝚍𝚘𝚜 𝚙𝚊𝚜𝚘𝚜...

— Amo ver las carreras desde tu cámara —hablo Noelia y soltó una carcajada mientras veía su celular.

Yuki y ella mantenían una gran amistad que había comenzando hace muchos años.

Noelia conoció a Yuki cuando ella tenía 7 años y se mudó al frente de la casa del piloto. Ella era algo extrovertida, el era todo lo contrario.

— Me enojo con facilidad —se excusó el y soltó un suspiro.

Ambos estaban en un hotel en Panamá, de vacaciones. Había sido un fin de semana largo para ambos y lleno de trabajo. Noelia era fisioterapeuta para la escudería Alpha Tauri, algo que le permitía estar siempre con Yuki. Y a el eso le encantaba.

— Eres muy gracioso —carcajeó más y Yuki rodó los ojos.

Ella veía tik toks desde su celular, escuchaba como el maldecía a la radio o pedía que se callaran.

— Bien —soltó un gruñido— ¡Dame eso! —exclamó y trató de quitarle el aparato.

— ¡Noo! —chillo ella y extendió su brazo en el aire para que no pudiera alcanzarlo.

Yuki se colocó entre sus piernas y le hizo cosquillas haciéndola reír y retorcerse. El logro quitarle el celular y aventarlo al otro sofá.

— Casi me orino —le golpeó el hombro y rodó los ojos.

— Deja de burlarte de mi —replicó el y recargó sus manos a los lados de la cabeza de Noelia.

— Tú te prestas —ella rió y el negó.

Noelia dejó de reír y vio a Yuki burlonamente, el la miraba seriamente, tratando de esconder sus nervios.

— ¿Estás cómodo? —preguntó ella y recargó su peso en sus brazos, quedando cerca de su cara. Yuki tragó saliva.

— Yo...

— ¿Ahora te comió la lengua el ratón? —susurro interrogante.

A veces Noelia le encantaba ponerlo nervioso, pero en el fondo esperaba que el la besara. Miles de noches fantaseo con los labios del hombre, pero ella no daría el primer paso. Porque si Yuki aún no lo hacía a pesar del montón de indirectas que ella le enviaba siempre (algunas muy directas) significaba que el o estaba indeciso o no sentía nada por ella.

Entonces ella no arruinaría su amistad de esa manera.

En cambio, si el la besaba, sabría que era mutuo.

— Yuki —de sus labios salió su nombre, su tono de voz era relajante, pero rozaba la lujuria.

El había estado enamorado de ella desde que la vio golpear a aquel Niño que le había jalado sus trenzas.

— Noelia... —tragó saliva y miró los labios de la mujer— No podemos... No puedo...

Noelia soltó un suspiro y asintió. Ella lo empujó un poco, con cuidado, para quitárselo de encima y camino hacia el baño, sintió una presión en su pecho y se sintió tonta.

Se lavo la cara y se la secó con una toalla. Ahora lo que no quería era salir del baño y verle la cara al piloto después de prácticamente habérsele insinuado.

— Noelia —Yuki tocó la puerta— Lo siento... Fue mi culpa —dijo y suspiró— ¿Podemos hablar? —pregunto.

Noelia hizo una mueca y abrió la puerta.

— Estoy cansada —murmuro ella y fingió un bostezo— Iré a dormir —le sonrió forzadamente.

Ella se acosto sobre la cama y apago la luz, Yuki suspiró y se acosto a su lado, apagó la luz de la lámpara y se quedó mirando al techo.

¿Por qué siempre que ella daba un paso para que el diera el otro, el retrocedía dos?

¿Por qué era tan cobarde?

— Noelia —la llamo y se volteó, observó la parte descubierta de la espalda de la chica.

— ¿Mmm? —emitió un sonido,

— Noelia —susurró y ella abrió los ojos y se dio la vuelta para verlo.

— ¿Qué? —preguntó algo cansada.

Entonces Yuki se acercó y presionó sus labios con los de ella. La mujer abrió los ojos completamente, sorprendida. Pero no tardó en corresponderle el beso.

Fue uno lleno de desesperación y sin cuidado. El introdujo su lengua y ella soltó un gemido. Jamás pensó que su primer beso con el fue así, pero le encantaba.

— Perdón —susurró contra sus labios.

— ¿Por qué? —ella lo miró confundida.

— Por ser tan cobarde... Por no decirte lo que siento —respondió el algo apenado y sonrojado.

Ella le regaló una sonrisa y le acarició la mejilla.

— Se que te cuesta expresarte —susurro ella— Eso no te hace cobarde, Yuki —el la jalo hacia su cuerpo y Noelia lo abrazó, colocando su cabeza en el pecho del chico mientras disfrutaba las caricias que el dejaba en su brazo.

— Te amo, Noelia —susurró el.

— Y yo a ti.

— No —negó dejándola confundida— Te amo —la miró— De verdad. Te amo de verdad —hablo con seguridad.

Ella sonrió y buscó sus labios nuevamente para besarlos.

Yuki se sentía completo.

— Amo Panamá —susurró el haciéndala reír un poco.

— Amo Panamá —susurró y lo besó nuevamente.

Haré el siguiente one shot del primer piloto que comenten.
— Se despide Didi. 🫶🏻