𝗞𝗜𝗦𝗦𝗘𝗦 [ Bill Kaulitz ]

𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗘𝗶𝗴𝗵𝘁

Capítulo 8: Un empujón.

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Vivienne se llevó el tenedor a la boca bajo la atenta mirada de los cuatro hombres frente a ella, la pelinegra masticó la pasta en su boca mientras miraba seriamente a Gustav.

- Bien, tú ganaste la pelea Gustav Schäfer.- Vivienne sonrió y le dio un apretón de manos al rubio.- Pero yo ganaré la guerra.-

- Ya veremos.- Gustav tomó la bandeja de canelones y la puso en la mesa.- ¿Quién quiere canelones?-

- Yo.- Dijo fuerte Tom mientras se acercaba a Gustav con su plato vacío.

- Yo también quiero.- Gritó Georg y Bill aprovechó el momento para llevarse a la pelinegra lejos de la cocina.

- No puedo creer que hayas dejado ganar a Gustav.- El pelinegro sonrió burlón en dirección a la mujer que también sonreía.

- Sus canelones estaban mejor, a demás yo quiero probar otra cosa.- La sonrisa burlona del pelinegro cambió a una coqueta al oír a Vivienne.- Solo bromeo contigo.-

- Yo si quiero probar algo.- Bill se llevó a la joven a su habitación mientras ambos jugaban a empujones.

- Di "canelones" bien y quizás lo piense.- Vivienne se río y Bill rodo los ojos con diversión mientras negaba con la cabeza.

- Canelones.- Dijo sin traba ni error en la pronunciación, Vivienne detuvo su risa, estuvo intentando por más de diez minutos que él pelinegro dijera bien la palabra.- Siempre pude decirlo, me gustaba ver tu cara cada vez más enojada.- Las manos de Bill tomaron las manos de Vivienne.

Vivienne tomó con fuerza las manos del pelinegro, Bill y Vivienne no se sonreían ni se miraban fijamente porque estaban ocupados en mirar las manos del otro, sentir las cálidas manos de Vivienne y acariciar las frías manos de Bill.

- Tienes las manos frías.- Avisó Vivienne en voz baja regresando su mirada al rostro del joven, Bill sonrió con malicia mientras miraba a la pelinegra, algo se le había ocurrido. Él pelinegro acercó a Vivienne y la pegó a su pecho, pasó sus manos por debajo de la camiseta de Vivienne y dejó sus manos en su espalda desnuda haciendo que está saltará de sorpresa. Vivienne se agarró de la espalda de Bill y le enterró levemente las uñas por lo fría que tenía las manos.- Eres un.- Un beso del pelinegro frenó a la chica, Vivienne separó al pelinegro de ella de un suave empujón que lo mandó a sentarse en el borde de su cama, ambos se miraban con intensidad, ninguno sentía que debían parar, pero apenas Vivienne volvió a besar a Bill detuvo la acción de ambos.- No.-

- ¿Qué ocurre?- Bill se mantuvo sentado mientras miraba embobado a la mujer frente a él.

- No podemos seguir así, no besaré a alguien con quien no tengo una relación.- Vivienne se negaba a estar en una relación sin compromisos o exclusividad, eso no era algo que quisiera para ella.- No soy así.-