- Just a friendship - Welcome Home fanfic

The beginning

  – ¡Míra Barnaby! – Dijo emocionado un pequeño a su amigo, mostrándole en su libreta un dibujo que había hecho de ellos dos.

  – ¡Guau! Te ha quedado muy hermoso Wally – El pequeño cachorro movía la cola de felicidad, mientras admiraba el retrato – Eres muy talentoso Wally, serás un gran artista cuando crezcas –

  – ¿Eso crees? – Los pequeños ojos adormilados de Wally se iluminaron al escuchar esas palabras.

  – Claro que sí, y yo estaré en todo momento viendo ese progreso. A fin de cuentas somos amigos, ¿no? – Barnaby daba pequeños saltos en su lugar.

  Wally asintió alegremente – Si, somos muy buenos amigos – dicho esto se envolvieron en un fuerte y cálido abrazo, hasta que la voz de la señora Beagle llamó la atención de los pequeños.

  – ¡Wally, Barnaby, la comida está lista! –

  – ¡Ya vamos mamá! – Le respondió Barnaby – Bien Wally, ¿vamos? – Preguntó el cachorro a su amigo, recibiendo de este otro un movimiento de cabeza en una respuesta de afirmación, iniciando a encaminarse a su casa.

  El pequeño Wally se quedó quieto unos momentos – Él es mi mejor amigo... – Susurró para sí mismo, iniciando a caminar tras el pequeño cachorro.

~...~

  – Creack – Home abrió las ventanas de la habitación de Wally, provocando que la luz solar entrara por esta y golpeara el pacífico rostro de Wally.

  Este se empezó a despertar, sentándose en su cama y dando un gran bostezo mientras se estiraba, su cabello se encontraba hecho un desastre, parecía que había tenido una grandiosa noche de sueño – Buenos días Home... – Dijo con un tono ronco y adormilado – ¿Qué tal amaneces hoy? – preguntó, recibiendo un chirrido de parte de la casa, dándole una respuesta positiva haciendo que Wally sonriera un poco – Eso es bueno, me alegra por tí Home – se levantó de su cama, decidido a iniciar su día.

  Horas luego decidió salir de su casa, llevando sus materiales de dibujo junto a él, decidió que era un lindo día para pintar un rato. Se instaló debajo de un árbol de manzanos, el lugar tenía un ambiente fresco y relajante, perfecto para que las ideas llegaran a él.

  Saludaba de vez en cuando a uno que otro vecino que pasase por el lugar en el que se encontraba, dándole los buenos días y hablando un poco para que luego cada quien siguiese con lo suyo.

  Tiempo después, sintió una gran presencia detrás de él, lo cual hizo que voltease la mirada para ver de quien se trataba.

  Wally abrió los ojos al ver la gran figura canina que se encontraba frente a él – Te dije que serías un gran artista amigo – con una sonrisa en su rostro habló el perro azul – Cuanto tiempo sin vernos, ¿eh? –

  – ¡Barnaby! – Wally no esperó ni un segundo para abrazar a su amigo de infancia. No se imaginaba volvérselo a encontrar luego de muchos años.