Capítulo dedicado a:
soca27931215APRIL
Okey, nota mental, no irse a bailar una noche antes de las prácticas, teníamos clara la coreografía e incluso las acrobacias, que, aunque aún debíamos perfeccionar, estaban bastante bien, sin embargo, era yo quien estaba demasiado exhausta como para dar un paso más en esa habitación.Por lo que en ese descanso que aceptó Conor, solo porque estaba deshidratado, me tiré al suelo y me quedé ahí, recostada mirando al techo, con la frente sudorosa.
Deje salir el aire que había retenido los últimos segundos de baile, por fin estaba recuperando mi alma. Debería acusar a Conor, porque esto, es explotación física.
Esta loco, con sus prácticas y sus intensivos, ni siquiera yo me excedo así cuando estoy enojada, pero vamos, es Conor, la persona más caprichosa y rencorosa que conozco, así que claramente esto iba a pasar.
—Arriba, levántate, hay que seguir. —gire los ojos en dirección a él, estaba a un lado parado mirándome.
—Ni pienses que me voy a levantar, no siento los músculos de mis piernas. —fruncí el ceño y volví a mirar al techo.
—Como si fuera un problema. —soltó una risa. —en otras ocasiones quizá no te quejas.
¿Qué me había querido decir? Me senté enseguida y no precisamente porque quisiera, si no porque quería que me explicara a que vino a esa frase.
—¿Qué estas insinuando Conor? —levante ambas cejas cuestionándolo.
—Nada. —dio un sorbo de agua, él sabe bien que quiso decir.
Solté una risa irónica, ahora estaba ofendida por eso, por poco y me llama… mejor ni lo pienso.
Preferí darle la espalda, ya no iba a seguir practicando y va a tener que soportarlo, porque se paso completamente de la línea.
Me acerque gateando hasta el reproductor de música y cambie la canción, necesitaba algo más suave, algo relajante. Espere a que la música sonara y me levante para hacer algunos movimientos, nada exagerado, nada intenso.
—Esa no es la coreografía. —me reclamo él.
—Si, lo se. —seguí con lo mío.
Estaba un poco cansada de practicar solo contemporáneo, así que algo de música urbana no me haría daño, por lo que solo baile, sin prestarle atención al ogro que me miraba desde las bancas de la habitación.
—Pareces un acosador mirándome así. —me reí.
Enseguida desvío la mirada, negando con la cabeza, como si fuera un niño al que acaban de regañar por husmear donde no debe.
ESTÁS LEYENDO
TODO POR GANAR || BORRADOR ©
Roman pour AdolescentsConor Masters, un bailarín profesional, dedicado desde los ocho años de edad a esta pasion que tiene hasta hoy. Siempre ganador de los primeros lugares en todo, el gran orgullo de su agencia de baile por sus técnicas y movimientos. Convencido de q...