Conor Masters, un bailarín profesional, dedicado desde los ocho años de edad a esta pasion que tiene hasta hoy. Siempre ganador de los primeros lugares en todo, el gran orgullo de su agencia de baile por sus técnicas y movimientos.
Convencido de q...
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APRIL
Nada estaba saliendo como yo planeaba, se supone que podría dividir mi tiempo, entre el trabajo, los cuidados de mi nona y por supuesto, la competencia.
Pero el desgaste físico y emocional, que había tenido en la semana, me estaba impidiendo concentrarme, a tal punto, que ni siquiera podía descansar bien.
Toby y Ryan, se habían dado cuenta de ello, cuando estuve de mal humor toda una mañana, eso no era nada normal en mi, por lo que enseguida, me preguntaron un millón de cosas respecto a mi descanso.
—April… —el toqueteo de la mesa y escuchar mi nombre, me hicieron reaccionar enseguida.
—¡No me dormí! —hable fuerte al ver a Toby frente a mi.
—Si, lo hiciste. De nuevo. —suspiro y se sentó frente a mi. —April, entiendo que quieras ganar más dinero, que necesites pagar el tratamiento completo antes de viajar, pero esto te esta matando.
—No exageres Toby. —acomode un poco mi cabello.
—¿Qué no exageres? April, pareces un panda con las ojeras que traes y además de eso, no creas que no me he dado cuenta, de que has bajado de paso, tan rápido como el café cae al suelo. —se cruzó de brazos frente a mi.
—Estoy bien. Descansare cuando todo esto termine. —me frote los ojos, estaba claro que mi cuerpo no pensaba igual.
—¿En serio? Porque según recuerdo, tienes dos días, para terminar de practicar las coreografías con Conor, que esta desesperado, porque no has estado concentrada en ello. —elevó ambas cejas a manera de reproche. —y por si fuera poco, aun debes avisarle de tu viaje al doctor de tú abuela.
Tenía razón, aun tenía algunas cosas pendientes que no había hecho y tenía que hacer antes de irme a Miami, pero iba a ser la cosa más complicada ahora que me sentía tan cansada.
—Mi consejo, es que te tomes un descanso hoy y te concentres en ganar esa competencia. Si ganan, podrás irte más rápido de lo que crees… —tomó mi mano y su mirada cambio a una de preocupación. —cariño, te estas desgastando sola y no es por ofender, pero las ojeras te sientan horrible.
—Verme bien, es lo último que me interesa ahora y lo sabes. —mire por la ventana.
—En eso tienes razón. De todos modos, así le sigues gustando a tu galante de cabello negro. —paso una mano por su cabello y fingió una cara sexy.
—No es gracioso. —negué con la cabeza sin poder evitar reírme levemente.
—Claro que lo es. Ese chico vive detrás de ti, como perrito labrador con su dueño. —se acercó un poco a mi. —ya hasta si parece tu novio.
—Pero no lo es. —le recordé.
Si bien es cierto que estaba saliendo con Ryan, al mismo tiempo, tenía en cuenta de que aún no podía ser nada más que una amiga para él. Después de todo lo que había pasado en las últimas semanas, no era muy moral de mi parte, hacerme su novia como si nada.
