TODO POR GANAR || BORRADOR ©

CAPITULO 23

CONOR

Para cuando la abuela de April, me pidió que me acercara, yo ya tenía los ojos llenos de lágrimas, sabía que no era nada mío, pero era tan buena persona, que me removía por dentro el saber lo que pasaba.

Me acerque como pidió y ella me susurro:

—Lucha por lo que quieres Conor. Cumple tus sueños, pero deja que tu corazón sea libre, no permitas que el orgullo te impida estar con quien quieres.

Sabía perfectamente a que se refería, pero no era algo fácil de hacer. Cuando me aleje su sonrisa logró tocar mi corazón, ella sabía bien que su momento sobre la tierra, había culminado y eso era lo que más dolía.

Les di espacio apenas April empezó a llorar, no quería incomodar de alguna forma así que salí de la habitación esperando en las sillas que había frente a la habitación.

No supe con exactitud el momento en que todo paso porque fue demasiado rápido, pero la alarma del lugar se encendió y los enfermeros entraron con rapidez a la habitación donde estaba la abuela de April.

Me apresuré a entrar para ver qué pasaba y cuando estuve allí, uno de los enfermeros sostenía a April, mientras los demás atendían a su abuela que parecía haber sufrido un infarto grave.

Me acerque rápido con April y le exigí al enfermero que se alejara de ella, la abrace entonces reteniéndola contra mí, ella no merecía ver esa escena. Sentí que se aferró a mi camiseta con una fuerza impresionante y su llanto se hizo tan fuerte y desgarrador que mi pecho dolió de solo imaginar lo que sentía ahora.

Los doctores y enfermeros se quedaron alrededor de la camilla, se veían exhaustos y no te que algunos tenían una lágrima quizá de rabia por no haber podido hacer más. Mire a uno de ellos, él me negó con la cabeza indicándome que ya no había por hacer nada.

—Hora de muerte: once y treinta minutos de la noche. —informó quien estaba al mando, desconectando aquel aparato que hacía aquel sonido horrible indicando la muerte.

En cuanto April escucho aquello, cayó al suelo con manos temblorosas obligándome a reaccionar rápido para no dejarla caer. Había entrado en un estado de shock completamente, mirando al vacío con la vista pérdida.

Me preocupe demasiado, teniendo que algo le fuera a pasar, pero en segundos estallo en un llanto desgarrador de nuevo, tuve que volver a abrazarla reteniéndola para evitar que se acercara al cuerpo de su abuela a quien ya estaban preparando para llevar a la morgue.

Me sentí mal, sabía que ver la escena estaba siendo destructivo para ella, pero no podía hacer más que abrazarla y dejar que llorara.

A duras penas tuve que sacarla de allí y sentarla en alguna silla, estaba temblando y se veía tan vulnerable que algo dentro se me rompió.

Me senté a su lado en silencio, era todo lo que podía hacer, esto estaba pasando justo antes de la competencia y estaba seguro de que ahora no iríamos, estaba bien, no me importaba ahora. Tal vez antes estaría molesto, pero ahora no, porque entendía bien todo y porque el dolor de April no era cualquier cosa.

Sentí que se abrazó a mí de nuevo como una niña pequeña buscando refugio. Uno de los enfermeros trajo una pequeña cobija con la que cubrí a April y la abracé dejando que se desahogara lo que necesitará.

***

La música le daba un ambiente aún más triste a la situación, en un lado del lugar, April estaba abrazada a su amigo con fuerza, sin ser capaz de ver cómo las cenizas de su abuela son guardadas en un cofre de cerámica con detalles dorados, el cofre era hermoso, pero lo que había tenido que pasar para que llegará aquí, era doloroso.

No había muchas personas presentes, estábamos solo April, Ryan, el amigo de la cafetería del que jamás supe el nombre, Anastasia y yo. Cualquiera de nosotros pensaría que los padres de April aparecerían, pero hasta hoy, supimos que no sería posible.

Aunque el funeral había sido algo hermoso, el dolor de saber todo lo que pasó era horroroso, de todos los lugares donde pude haber estado, este no era el que esperaba.

Cuando la ceremonia término, me acerque a April un momento.

—Mañana… —no sentí que fuer momento, pero ya no había tiempo. —no es necesario que vayas, lo sabes.

Ella asintió mirando el cofre que tenía en manos.

—Puedo hablar con Jesse, tomate tu tiempo y… estaré avisándote de lo que diga. —mire al frente.

—No hace falta. —respondió finalmente y limpio sus lágrimas. —el último deseo de ella, fue pedirme que ganará esta competencia.

—April… —trate de decirle que no hacía falta.

—Es lo que haré Conor. Ganaremos esto… lo haré porque es lo que ella quería. —abrió el cofre y lo vacío lentamente entre la brisa que pasaba por los árboles.

Entendí su deseo, no iba a negarme a ello porque esa era su forma de pasar el duelo del dolor ahora.

La acompañe el resto de día que quedaba, siempre en silencio, dejando que la brisa que se hacía cada vez más fuerte, pasará por nuestro lado.

—Tengo una idea de lo que podemos hacer. —me atreví a decir.

—¿Qué cosa? —ella no me miro, solo siguió con la vista fija en los árboles.

—Podemos bailar la canción que le gustaba a tu abuela… esa que alguna vez me enseño cuando estaba en tu casa. Es un tango y tiene potencial. —metí mis manos en los bolsillos.

—¿Eso crees? —finalmente me miro.

—Si claro. Solo hay que saber usar la técnica y si lo hacemos bien, seguro que ganamos.

—Gracias… —susurro levemente. —sé que también significa mucho para ti esta competencia.

—Si. Pero ahora es más importante esto. —mis ojos volvieron a cristalizarse. —hacerle memoria a tu abuela, es mucho más valioso que ganar dinero ahora.

—Parece que Conor si tiene corazón. —sé que lo dice irónicamente, pero no soy capaz de sonreír ahora y sé que ella tampoco.

—Si. Pero no muchos lograron ver eso. —y una de esas pocas personas había sido su abuela. —era alguien maravillosa.

—Siempre lo fue. —suspiro y volvió a secar sus lágrimas que querían seguir saliendo. —y siempre lo será donde quiera que este.

Me atreví a darle un abrazo de nuevo, no tenía por qué decir nada ahora, ella necesitaba más donde llorar y no donde le dijeran palabras que no servirían de nada.

Si, yo también estoy llorando. :")

<3