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El ambiente pesado y poco amigable en la sala y tribuna dejaba a cada uno de los presentes en la expectativa de lo que pudiera pasar, más de uno evitaba respirar sonoramente con la esperanza de no ser escuchado por los demás. La temperatura del día encerrada en las paredes con cristal estaba agonizando a los humanos, seres inmundos que desprecia y que no demostraba tan libremente, aunque ahora mismo lo estaba haciendo con todas sus fuerzas.

Las miradas acusadoras de vampiros y humanos incrementan su irá a cada segundo, en algún punto de su vida dejo de importarle lo que los demás pensaran de él y de su familia, más de uno sabía que su familia, linaje y reputación era de suma importancia para el mundo humano vampiro. Lo sabían y aún así se atrevían a jugarle de está manera. A ponerle una soga al cuello sabiendo lo que podía pasarles.

No lograba comprender que fue lo que hizo e hicieron para que el Baroneto Kim presentará semejante propuesta, ofreció dinero y una muy buena cantidad para que su hijo saliera impune, para que dejarán de molestarlo con disparates y fue rechazada su propuesta, el mismo Baroneto Kim se negó a si quiera escucharlo terminar de hablar, ¿Por qué presento está propuesta?

¿No le bastaban cien barras de oro y que más? Daría hasta doscientas barras de oro con tal de que dejaran impune a su hijo, lo daría sin problemas.. el dinero no era un problema para él y su familia, llevaba viviendo bastantes décadas y en cada una de ellas logro formar un gran capital, doscientas barras era poco comparado a las toneladas que tenía bajo su castillo.

— Es una propuesta interesante a decir verdad, no es imposible ¿O si conde Min? No es lo que esperábamos desde un principio pero si es petición del Baroneto Kim al ser la víctima en esta situación sería contraproducente negarse. Especialmente cuando su hijo provocó todo esté atropello.

— ¡Me niego! No estoy dispuesto a ser parte de esto.— su hijo negó, furioso por la barbarie que le estaban imponiendo, poniendo en alerta a los vigilantes y guardias que custodiaban la sala de juicios.

— Hijo, tranquilizate.— ordenó tratando de evitar que se hiciera más difícil la situación. — Sé y escuchamos todos lo que el Baroneto Kim solicita para la indulgencia de mi primogénito, pero, tanto para su hijo como para el mío no es una solución que a ambos favorezca. De años sabemos que una unión de está magnitud no es posible, no hay forma de que ambos convivan como pareja, más aún al tener de antecedente lo sucedido aquella noche. ¿No creen que el jovencito Taehyung se sienta incómodo al lado de un vampiro después de lo ocurrido? Especialmente después de los traumas que generó. Mi hijo está muy arrepentido al respecto y está dispuesto hacer trabajo voluntario aquí o donde lo manden para remediar sus errores, al igual que pagar una indemnización por los daños causados especialmente los que se generaron después de aquel encuentro. Siéntase libre Baroneto de pedir la cantidad que desee, no escatime al respecto, mi familia apoyara a la suya en los negocios y transporte que necesite, le doy mi palabra y la de mi hijo que así sucederá.

Las emociones de todos se hicieron presentes alrededor, los humanos furiosos por tratar de comprar con dinero la virtud de uno de sus miembros y los vampiros escépticos ante su propuesta mismos que estaban más que acostumbrados a resolver este tipo de situaciones que entre ellos mismos, siempre y cuando hubiese dinero y propiedades, algunos con títulos de nobleza dependiendo el grado de la falta.

— ¿Baroneto Kim su respuesta? — las miradas acusadoras de todos se posaron en el Baroneto esperando su respuesta, quizás desistió de sus palabras ahora que ofreció dinero enfrente de un público, difícilmente podría negarse.

— Conde Min usted debe decidir si quiere mandar a su hijo al Ki por el siguiente siglo o hacerse cargo de la virtud e imagen de mi hijo, no es difícil la respuesta Conde.— apretó los puños aguantando un sin fin de maldiciones que tenía para decirle.

Una propuesta estúpida, la mayor tontería que escuchó en décadas.

¿Casarse? ¿Matrimonio? ¿Para qué?

Era algo común en los rincones más recónditos de la tierra para cuidar la virtud y virginidad de cada mujer al ser ultrajadas, casarlas con su abusador era la mejor manera de cuidar su reputación.

¿Esa era si solución?

Su hijo negó rotundamente reacio a aceptar la propuesta de matrimonio, la libertad de Jungkook era lo más preciado que tenía su hijo, ¿Por qué casarse? ¿Más aún con un humano? Una tontería.

Su hijo no tenia planes de casarse ahora y nunca según sus ideas y acciones, más de una vez búsco a hermosas damas vampiras y humanas para contraer nupcias con su hijo pero este rechazo a todas, los más bellos y educados donceles también fueron rechazados y seguían siendo negados por Jungkook sin siquiera conocerlos, desaparecía meses y años completos cuando le pedía conocer a alguien.

Lo conocía perfectamente y esto no sucedería jamás.

— Joven Conde Min— le llamo el rey vampiro haciendo que cada vampiro y hombre dentro de la sala contuviera la respiración, era una situación muy seria para que el rey vampiro se atreviera a hablar.

La mayoría del tiempo siempre permanecía el silencio escuchando todo el intercambio de palabras sin interrumpir nada.

Se preocupo ante ello.

—.. Es su desición final, usted va a decidir que su sentencia. Elija bien, su padre es un buen Conde.. ¿Acaso prefiere que su padre adquiera las consecuencias de sus actos?

Contuvo la respiración al notar la mirada amenazante de su hijo para con el el rey vampiro, una clara revancha de poderes a la que nadie debía atreverse por temor a morir en ese instante.

Quiso interferir pero fue detenido por la mano del rey en alto en signo de no intentar nada, no podía interferir en esa desición, la vida de su hijo. Jungkook era demasiado orgulloso para doblegarse ante la orden de cualquier persona, nadie estaba por encima de él; su instinto y ego le obligan a estar siempre por arriba de los demás.

Sus sentidos se agudizaron, alertas de una posible pelea, preparándose para lo peor cuando la sonrisa ladeada de Jungkook se hizo presente. Mataría al mismo rey de los himnos y vampiros si alguien llegara a ponerle una mano a su hijo.

—No me asustan las consecuencias mi rey, pero dado que prefiero evitar su eminente derrota ante este preciado público optaré por el matrimonio, quizás ya es momento de sentar cabeza.

— La ceremonia será en dos días y los gastos corren por parte suya, conde.

Conde Min -Yoontae -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora