VIII

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El tenso ambiente era fácilmente percibido por todos los que se encontraban ahí presentes, los invitados mostraban confusión y completa incertidumbre a lo que estaba sucediendo frente a sus ojos y desconocían aún la magnitud de lo que estaba por acontecer.

Más de uno se levantó de su asiento al no ver al novio esperado frente al altar, los cuchicheos fueron nulos cuando se hizo presente delante de todos tomando un lugar que no le corresponde, y el rey SeokJin ordenó que se guardará compostura ante su llegada.

Colocó las manos tras su espada haciendo oídos sordos a la réplica del Baroneto Kim quién exigía una explicación de lo que estaba sucediendo, de la notable ausencia de su hijo y del por qué él estaba tomando un lugar que no le corresponde.

Los reclamos pasaron a gritos exigentes en busca de respuestas, mismas que fueron negadas por el rey de los vampiros; la rabia acumulándose en su interior al pasar de los segundos y que el rey humano junto al Baroneto exigieran saber el paradero de su hijo Jungkook.

— ¿Dónde está el novio? ¡Es inaudito que las cosas continúen de está manera, sin el joven conde no hay boda! Necesitamos una explicación. Ahora.— exigió el rey humano haciendo que todos los presentes parlotearan entre ellos en sus asientos provocando aún más el tenso ambiente y lo peligroso de la situación.

— Por alguna razón, que no está en mis manos, mi hijo Jungkook no contraera nupcias con el doncel Kim como se tenía planeado.. En el juicio se acordó el matrimonio y se cumplirá con él como se acordó. Cómo padre de Jungkook y conde del pueblo del Cante responderé de manera honorable a lo que se pacto aquel día. Yo, el Conde Min Yoongi tomó la completa y total responsabilidad de los actos cometidos por mi primogénito Min jungkook y desposo al doncel Kim Taehyung en cuidado, resguardo y honorabilidad de su virtud y castidad.— el silencio fue sepulcral para todos los presentes incluido ambos reyes que le miraron con confusión y preocupación.

Nadie se esperaba un cambio tan drástico del novio, incluido él que confío en la palabra de su hijo y como siempre logro defraudarlo al incumplir una orden emitida por los reyes. En huir a quien sabe dónde teniendo un grave problema por resolver en casa.

— ¿Le parece la vida de mi hijo una burla, Conde Min? — interrogó el Baroneto posicionandose delante de él, firme y furioso ante lo sucedido, tratando de imponerse ante él.

Lo entendía pero poco le importaba al estar en juego la vida de su hijo, procuraría que se llevará represalias mayores a las que de tenía ganadas.

— En absoluto y por esa razón, tomaré a su hijo en matrimonio. La resolución fue clara; el Conde Min debía contraer nupcias con el joven doncel en cuidado de su integridad y castidad, pagar en su totalidad los gastos de la celebración mismos que ya están cubiertos. El pagó de su dote y los daños morales a su familia están listos, en cuanto termine la ceremonia se le hará entrega del oro correspondiente.— explico con fingida calma y serenidad que impuso al negociar.

Las dudas y tirubeos era lo peor que podría hacer si quería salvar a su hijo de morir en cuanto fuera localizado.

— Conde Min, esto no fue lo que se estableció en el juicio. Su hijo debe ser quien se casé y responda ante sus actos. No usted.— explico el rey humano tomando la palabra después de que el silencio reino en el alrededor y que nadie se atreviera a hablar.

— Comprendo pero como padre y conde mi deber es responder por las acciones de mi hijo, quien ahora mismo no se encuentra y se desconoce su paradero. Cabe aclarar que su huida no fue plateada y yo, como padre, me siento indignado por su desobediente actuar y por ello mismo sé y todos los que me conocen saben que cumplo con mi palabra; la palabra de un Min se cumple tan cual se expreso y si mi hijo no se presentó ante está ceremonia lo haré yo en cumplimiento de la orden que se dio el día del juicio. Lo importante ahora es que el joven doncel Kim tome un esposo que honre su virtud y limpie su imagen, quien mejor que yo el Conde Min, Baroneto Kim.

Estaba apostando todo por sus palabras y desición sabiendo que solo había dos opciones, dos opciones que no le favorecían en nada. En ellas, era el único que perdía.

Un matrimonio que jamás se llegó a imaginar o pensar en el cuando no tenía intención de volverse a casar, y el futuro de su desobediente hijo seguía en manos de los humanos.

Nada bueno le esperaba.

— Al final del día no se trata de nosotros Baroneto Kim, es la vida y seguridad de su hijo quien es el más afectado de todos. Las costumbres y tradiciones son estrictas en este sentido siendo imposible que alguien más quiera desposar a su hijo después de lo sucedido.. lo mejor que puede suceder ahora es que se case con el Conde Min; es uno de los Condes más importantes del reino y del mundo; muchas familias darían lo que fuera por qué el Conde Min formara parte de su familia y a usted se le presenta la oportunidad de formar parte de su familia, de hacer que sea parte de su familia.

La intervención del rey SeokJin apoyándolo causo un cambio favorable en el Baroneto que controlo aún más sus acciones y parecía pensar con mayor claridad sus acciones.

El Conde humano fue quien dio el primer paso hacía el Baroneto susurrandole cosas al oído, cosas que no se atrevió a escuchar para no alterar las emociones de todos los presentes.  La decisión final estaba en manos del Baroneto y del rey humano por lo que a él simplemente le quedaba tratar de manipular y convencer a su decisión.

Manipularia las emociones de todos los presentes si con eso lograba su cometido.

— Hablaré con usted en privado una vez que la ceremonia termine. — el alivio fue inevitable en su cuerpo.

Cada fibra de su cuerpo se llenó de una calma inaudita de la que no sabía podía experimentar teniendo cientos de años vivo.

Cada invitado retomo su lugar en la celebración ocultando sus intenciones de hablar y expresar lo que creía era correcto o no dentro de las decisiones que se tomaron, los músicos prosiguieron con el protocolo pedido mientras la llegada del doncel se hizo presente.

Le pareció demasiado el tener que recibir al doncel Kim enfundado en un vestido de novia, uno muy largo por cierto, que le impedía avanzar rápido hacia el altar. El velo largo y casi espeso cubriendo su rostro le impedía ver su rostro, caso contrario a su aroma y sentir.

El miedo grabado en todo su cuerpo acompañado del llanto silencioso continúo en todo el trayecto por el pasillo, sus pasos temblorosos siendo acompañados por los tensos y rígidos de su padre que impedía que el doncel cayera en el siguiente paso.

El miedo, la angustia y el dolor le daban poder a la hora de la lucha absorbiendo esas emociones negativas y convirtiendolas en dosis de adrenalina y poder a la hora de pelear, un don que realmente aprecia y que aprovecha en cada ocasión que se le presenta.

Al tenerlo cerca sabe que debe absorber esas energías antes de que el doncel termine sobre la alfombra antes de dar el si frente al obispo.

Lo hace, absorbe sus emociones dándole la oportunidad de acercarse a él sin miedo ni temor, quizás sin ninguna emoción de por medio permitiendo que la ceremonia avance sin problemas ni posibles colapsos por parte del doncel quien a su lado parece una simple hoja de papel a la deriva, ausente e inpacaz de defenderse de cualquier ataque inesperado.

Llora en silencio y en una reacción automática de su cuerpo mientras el obispo le pregunta si desea casarse con él a lo que asiente de manera automática, dándole la calma que necesita para continuar con lo que debe hacer.

Acepta de igual manera cuando llega su oportunidad sellando el destino que no tenía planeado, no tenía planes de matrimonio ni de pensar en salir con alguien desde hace décadas lo que le incomoda dado que la persona con la que se está casando en un humano, un doncel joven que apenas y llega a la etapa reproductiva.

Los anillos de diamantes son entregos y puestos en sus respectivos dedos sellando la promesa de unión en el mundo de lo humanos y dando pie a la siguiente ceremonia.

Misma que se ve interrumpida por el inesperado desmayo del doncel, su desvaneciendo le toma por sorpresa a él a todos los presentes que se acercan preocupados al respecto, ya no es el doncel Kim ahora porta el apellido Min dado hace apenas segundos en la ceremonia.

— Llama al médico, ahora mismo — exige tomando entre sus brazos el cuerpo delgado y frágil del doncel para llevarlo al interior del castillo.

Mismo que será su hogar de ahora en adelante.

Conde Min -Yoontae -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora