Reacción

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Han pasado tres días en el palacio del oeste, sellando una semana completa en la que no ha visto a sus amigos y casi dos y media en la que no ha visitado a su familia.

Estos días a estado entrenando, estudiando sus modales y aprendiendo más de la sociedad youkai junto con distintos tipos de youkais, es muy interesante ver a cada tipo su cultura, modales como comportarse, ese mismo día si hablan de un tipo de youkai Takuma le dice cómo vencerlo y sus puntos débiles, a veces sesshomaru los ve entrenar, ha estado trabajando con los niños en un regalo que según ellos le encantará al daiyokai, ha pasado cuatro dias desde que se convirtió en la esposa de Sesshomaru, desde que se convirtieron en una familia, dentro de poco tendrá lugar la fiesta familiar de los taishou que será una combinación entre presentarse formalmente a la familia y su debut en la sociedad youkai, mentira sí dijera que no se muere de los nervios, y aunque falten alrededor de tres semanas para eso se esfuerza un poco más cada día con sus modales para estar perfecta ese día, NADA DEBE FALLAR. volviendo al tema del regalo falta la pieza obviamente clave, una pieza que solo puede conseguir en su época, lo que es perfecto! ¡Puede visitar a su familia y comprar lo que necesita al mismo tiempo! Oh solo algo, algo blanco y de gran cabellera se lo impide.

Por eso justo en éste instante está parada enfrente muy quieta en la puerta de la oficina de Sesshomaru.

¡Vamos aome! Deja de hacer el ridículo el sabe que estás aquí, ¡solo abre la puerta!

Esta bien. ¡Voy a hacerlo!

Agarro las grandes puertas rojas y empujo. Al instante sintió esa mirada fría sobre ella.
Bajo la cabeza tímida.

Aom–s-sesshomaru? ¿T-tienes tiempo? - tartamudeo mirando al suelo

Sesshomaru –si. - fue todo lo que escucho y supo que eso era lo único que iba a decir.

Avanzo lentamente hacia el escritorio en medio de la habitación, cerrando las puertas tras de sí, en ningún momento dejo de mirar el suelo.

¡Vamos solo dile! ¡Es tu esposo!

Si, ¡si! ¡Es mi esposo! - se animó

Miró ligeramente hacia arriba alcanzando a verlo, su cara estoica sin emoción alguna, más en blanco que una hoja.

No, no lo es

Devolvió su mirada al suelo.

Aome –yo, emmh m-me preguntaba si p-podría ir a c-casa por a-algunos días.

Sesshomaru –mirame cuando me hablas Miko. - ordeno, ya le había hartado esa actitud tan cautelosa, ¿De que sirve ahora? Cómo sí no hubiera sido tremendamente descarada y atrevida antes. ¿No se supone que de forma teórica debería tener más confianza ahora casados? Eso le dijeron sus tíos y su abuelo.

Aome –lo siento - subió despacio hasta que sus miradas conectaron. El dorado no despegaba su color de ella.

Aome se sonrojo hasta las orejas recordando cosas que no debería, aún se pregunta que fue todo eso, en está misma oficina sucedió el b-| NADA no pasó nada absolutamente NADA!.

Concentrate.

Tosió un poco antes de decir algo, estaba muy segura de que sí no lo hacía iba a decir alguna estupidez.

La Dama Del Oeste (sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora