Capitulo 1: "De Holmes Chapel a Donaster"

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Luego de que a su padre lo ascendieran, debieron mudarse a Doncaster. El único hijo de la pareja, Harry, durante su tierna infancia había sido la mascota de un pequeño colegio de Holmes Chapel, todos lo conocían porque era el niño más dulce y mas bueno de la escuela. A medida que fue creciendo, se convirtió en un jovencito de 16 años, hermoso, bondadoso y soñador.

El cambió de ciudad lo puso muy triste, iba a extrañar cada cosa de su pueblo, a cada persona que saludaba día a día, como la sra. que le vendía el pan, o el barrendero a quien a veces ayudaba, a su dentista que le daba un dulce, a sus maestros que le prestaban libros y leían sus poesías, a sus amigos, sobre todo a sus amigos, con quienes pasaba mucho rato, riendo y hablando de cosas importantes y a veces solo de cosas.

Cuando su madre lo dejó en la puerta del colegio en Doncaster, en su primer día de clases, nunca se imaginó lo que le esperaba, era un chico tan puro, tan inocente, que no podía siquiera imaginar que una persona pudiera lastimar a otra, sin ningún motivo.

Se presentó ante el principal, que lo miró asombrado, seguramente, imaginando lo que le iba a pasar, por ello le advirtió:

- Sr. Styles, Ud. parece un joven muy bueno, debe saber que en este colegio, tenemos algunos individuos con problemas de conducta, le pido que trate de evitarlos y no hacer contacto con ellos. Existía una fuerte contradicción en lo que decía y el cargo que ejercía, ya que se suponía que como máxima autoridad, debía controlar a estos sujetos, pero no, él solo aconsejaba a los más débiles a evitarlos.

La primera clase de Harry era Literatura, y él amaba esa materia. Tenía buenas calificaciones en general, pero se destacaba en literatura por su sensibilidad y su buen gusto por la poesía. Cuando entró al salón, le pareció muy ruidoso y numeroso. Su presencia rápidamente llamó la atención de la mayoría, que lo miraron socarronamente. Harry solía vestir camisas coloridas, ese día llevaba una amarilla con flores rojas, pantalón negro muy ajustado y botas. Su vestuario era teatral, y a ello se le sumaba su aspecto impactante, sus grandes ojos verdes, los oyuelos en sus mejillas, la sonrisa encantadora, y la melena rizada. Por suerte, y antes que alguien le diga nada, ingresó la profesora, que odiaba dar clases en esa escuela, a nadie le importaba su materia, y todos se reían de ella. Había presentado muchas quejas al director, pero éste le sugirió que lo soporte con un poco mas de dignidad, y menos quejas. Ese día particularmente, se sentía desanimada. Pasó junto a Harry, e inmediatamente se detuvo ante este joven llamativo de mejillas rosadas, y recordó que le habían avisado que tendría un alumno nuevo.

-Hola, lo saludo, mirándolo de arriba abajo.

-Buenos días Profesora, es un gusto conocerla, mi nombre es Harry Styles. Su voz era profunda y hablaba pausado.

Pobre niño, pensó iba a tener problemas. Era dulce, de buenos modales y se vestía llamativo. Lamentablemente ella no podía ayudarlo.

-Jóvenes por favor, quiero presentarles a su nuevo compañero Harry Styes.

Las risotadas no tardaron en llegar, además de todo tipo de insultos anónimos, que al ser dichos todos juntos, no se entendían.

Harry, los miraba asombrado, pero como no se daba cuenta de las burlas, le resultaba divertido cómo hablaban todos juntos y reían, así que él también comenzó a reir.

Esa actitud, fue tan extraña que le llamó la atención al macho alfa de la manada, Louis Tomlinson, que hasta ese momento, no había quitado los ojos de su celular. ¿Acaso ese afeminado estaba desafiándolos? ¿Como se atrevía?

-Harry por favor, toma asiento.

El joven se dirigió hasta el único banco desocupado, que se encontraba exactamente detrás del de Tomlinson. Cuando pasó junto a él, Louis le cruzó el pié y Harry cayó al suelo, aparatosamente.

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