Sus miradas se cruzaron intensamente. Estaban inmóviles frente a frente, respirando el aliento del otro. Sus corazones parecían sincronizados y en el silencio de la noche, podían oír el unísono de sus agitados latidos. Louis soltó la mano de Harry, y sus dedos acariciaron su antebrazo en forma ascendente. Harry se estremeció con el suave contacto y soltó un imperceptible gemido.
Louis no sabía qué hacer, deseaba besar esos labios rosados, carnosos y mojados, pero estaba paralizado. Nunca había experimentado esto con nadie, su cuerpo se estremecía ante la cercanía de Harry. Lo deseaba, lo deseaba como nunca había deseado a nadie. En ese momento, comenzó a vibrar su pierna derecha, y dio un respingo, era su celular.
Ambos salieron del trance en el que estaban y tomaron distancia.
Louis sacó su celular de su bolsillo, y vio que era Zayn. Debió suponerlo, porque era el único que siempre llamaba tan tarde.
-Zayn, ¿qué pasa? -Contestó incómodo.
-Hola Louis, quería saber cómo estabas, y si la nena que estuviste cuidando estos dos días al fin se despertó. -Louis se sintió molesto con la forma de hablar de Zayn, realmente no le gustaba que ofenda a Harry.
-Si, estoy bien, justamente estoy aquí con él. Estamos charlando.
-¿Que haces a las 12 de la noche en la casa de ese freak?
-Zayn, Harry y yo somos amigos ahora. Y estoy pasando tiempo con él porque le hicimos una broma muy pesada y aún debe estar en cama por nuestra culpa.
Harry aparentaba no prestar atención a la conversación, había tomado un libro simulando leerlo, pero en realidad estaba escuchando todo. Cuando Louis le dijo a Zayn que eran amigos, sintió mariposas en su estómago.
-Louis ¿eres tú? ¿Acaso estás enfermo?
-No! Maldición Zayn! ¿eres mi amigo?
-Si, y me extraña que lo cuestiones. Te he apoyado en cada idiotez que se te ha cruzado por la mente desde el pre-escolar. ¿Por qué me lo preguntas?
-Por qué necesito hablar contigo mañana. Te veo en el club a las 15 hs.
-Ok. ¿Debo asustarme?
-No, solo debes ser mi amigo y evitar juzgarme.
-Viejo, te amo, lo sabes, estaré para ti siempre.
-Y yo a ti. Es bueno oír eso. Nos vemos mañana. –y colgó.
Louis buscó la mirada de Harry.
-Creo que debo irme –le dijo-
-Está bien, te acompaño abajo –Contestó Harry, que se adelantó a Louis para abrir la puerta de la habitación.
-Un momento – Louis volvió a cerrar la puerta – ¿acaso no tienes curiosidad por saber cuál fue el resultado de mi exploración?
Harry se paró frente a él y lo miró con sus grandes ojos verdes, que destellaban brillos como estrellas
–Creo que no necesito que me digas con palabras el resultado de tu exploración, si lo haces, posiblemente lo arruines, y salgas corriendo de mi casa nuevamente.
Louis sonrió. –Te dije que no volvería a huir. Deberías creerme –se acercó a los labios de Harry. –Pero tienes razón, si intento describir esto que me pasa, posiblemente lo arruine, voy a limitarme a sentir.
-Estoy de acuerdo. –Harry tomó el picaporte de la puerta y lo giró para abrirla. Louis, sin dejar de mirarlo a los ojos, tomó su mano e impidió que abra.
-Todavía no decido si quiero que esta noche termine, tengo miedo.
-Yo también tengo miedo, de que cuando nos volvamos a cruzar, ni siquiera recuerdes mi nombre.
-¿Es eso posible?
-Supongo que sí, encontrarás la forma de evitarme.
Louis se acercó a Harry lentamente, mientras este daba pequeños pasos hacia atrás, hasta que ya no pudo retroceder más, y quedó contra la pared. Sus labios carnosos y rosados eran un imán, y los rozó con sus dedos, para luego deslizarlos con delicadeza por esa maravillosa superficie húmeda. Controlando el impulso que lo embargaba, se aproximó a ellos muy lentamente sin dejar de mirar los enormes ojos verdes de Harry. Los latidos de ambos fueron más fuertes y la respiración de los dos entrecortada. Apoyó sus labios en los labios de Harry, y comenzó a moverlos delicadamente, mientras lo tomaba suavemente por la cintura. Harry instintivamente le pasó sus brazos por el cuello. Al ser correspondido de esa forma tan dulce, Louis profundizó el beso, acariciando con su lengua la lengua de Harry, que no pudo evitar soltar un pequeño gemido. Ese sonido celestial, lo impulsó a tomarlo con más fuerza, para apoyar sus cuerpos generando entre ellos una delicada fricción. Esa boca carnosa, húmeda, deliciosa, y la sensación de tenerlo en sus brazos, hizo que el tiempo se detenga. Louis estaba completamente perdido en ese beso interminable, que lentamente se convirtió en apasionado. Su mente solo estaba conectada con aquello que estaba pasando en su cuerpo, hasta que sintió una revolución en su entrepierna. En ese momento, se dio cuenta que debía sofocarla.
-Si no me detengo ahora, no podré hacerlo más adelante. –Dijo Louis, alejándose de Harry, y dándole la espalda para ocultar su erección.
Harry estaba aún contra la pared, casi sin aliento, sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho.
-Yo...yo. Harry no encontraba palabras para decirle lo que sentía.
-Lo sé. - Dijo Louis, un poco más repuesto, acercándose a ese hermoso hombre de ojos verdes y rulos. Al mirarlo sintió deseos besarlo hasta el final de los tiempos. –Tus temores son infundados, la próxima vez que nos veamos te voy a desear con la misma intensidad que te deseo en ese momento, con todas mis fuerzas, con todo mi aliento –Hizo una pausa, reflexionando, y agregó - Posiblemente junte más fuerza y te desee aún más.
-¿Y tu temor cual es?, dijo Harry, recordando lo que había dicho Louis, antes.
-En este momento mi temor es no ser lo suficiente para merecerte. Que mañana despiertes y te des cuenta que soy el idiota que te hizo esa broma estúpida y te mandó al hospital.
Harry tomo la mano de Louis y la besó.
-Yo no conocí a ese idiota, yo solo conozco a éste hombre, que me cuido día y noche, que pidió disculpas y luego compartió conmigo sus miedos y su risa.
-Somos la misma persona.
-No, tu eres la persona que elijas ser.
Harry lo miró profundamente, y ambos se fundieron en un abrazo.
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No te detengas
FanfictionHarry Styles el joven mas dulce de Holmes Chapel, debe mudarse con sus padres a una nueva ciudad, Doncaster, allí conoce al bravucón del colegio, que junto a sus amigos, le juega una broma muy pesada. A partir de allí, sus caminos se cruzan y se ena...