Louis sintió, luego del encuentro con Zyan, que se había despertado de un largo sueño. Al otro día, tenía ganas de salir y comerse el mundo. Y así lo hizo. Tomó un abrigo y salió a desayunar. Mientras caminaba por el barrio bohemio de Londres, descubrió un pequeño café, con una enorme biblioteca. Allí descubrió que uno podía pedir su café, tomar un libro, y pasar un buen rato leyendo. Mientras recorría los estantes y revisaba cada solapa de libros, se le acercó una camarera.
-Hola! Puedo ayudarte en algo?
-Eh, creo que no, solo estoy buscando algo bueno para leer con mi desayuno.
-En que género estas interesado, tal vez, sí puedo darte una mano con eso
-Posiblemente poesía, o alguna historia corta... no lo sé.
-En ese caso, déjame recomendarte a mi autor favorito en este momento, el es simplemente genial! Escribe pequeñas historias, una más maravillosa que la otra.
-Es algún clásico de la literatura?
-No! Es un autor nuevo, comenzó a escribir hace solo dos años.
-Ok, has logrado llamar mi atención, sírveme un desayuno y alcánzame uno de los libros de tu autor favorito.
La chica gimió emocionada, y fue al interior del bar. Aparentemente, ella guardaba los ejemplares de este autor, dentro, y solo los compartía con algunos clientes. Louis se sintió halagado.
Una vez instalado en una mesa para dos, en uno de los rincones del lugar, con todo servido, tomó el ejemplar que la chica le había entregado. Tenía una portada muy bella, en blanco y negro. El título le llamó la atención "Sueños y Vida". Era domingo, todavía no comenzaba con los entrenamientos, así que tenía todo el tiempo del mundo. Louis abrió el libro y posó sus ojos en la dedicatoria "a mis padres por su amor incondicional, y a ti, que no te conozco, pero te sueño cada noche". Le pareció muy intenso, y despertó aun más su curiosidad, así que sin más preámbulos comenzó a leer. Eran todas pequeñas historias, que el protagonista vivía en sus sueños. Algunas hablaban de sus miedos más profundos a no despertar jamás y otras, recreaban una hermosa historia de amor con otra persona. Si, persona, porque el autor describía a ese otro, con género neutro. Sin darse cuenta, Louis leyó el libro completo, y cuando alzó sus ojos, luego de leer la última conmovedora historia, no pudo evitar que una pequeña lágrima rodara por sus mejillas.
Quiso saber más de ese autor, Edward Cox. Pagó el desayuno, le agradeció a la moza la recomendación y se lanzó hasta la librería más cercana para comprar ese ejemplar, y todo lo que Cox hubiese publicado. Con tres libros en una bolsa, volvió a su casa, ya de tarde, y se acostó en su enorme cama a leer.
Luego de terminar el segundo libro, ahora sí, llorando como un niño pequeño, buscó los pañuelos descartables y fue hasta su ordenador, para "googlear" al autor. Quería saber más de él, quería conocer su inspiración. Pero, para su sorpresa, solo encontró reseñas de sus publicaciones, pero ningún dato biográfico concreto, mucho menos una foto. A eso de las tres de la mañana, se dejó vencer por el sueño, y se fue a dormir con una sola idea en mente, encontrar a Edward Cox.
Era la primera vez en cinco años, que no pensaba en Harry...
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No te detengas
FanfictionHarry Styles el joven mas dulce de Holmes Chapel, debe mudarse con sus padres a una nueva ciudad, Doncaster, allí conoce al bravucón del colegio, que junto a sus amigos, le juega una broma muy pesada. A partir de allí, sus caminos se cruzan y se ena...