Capítulo Dieciséis: Abulia

40 4 0
                                    

Pasó un año completo desde que Louis sobrevivió al ataque cardíaco. Fue solo un episodio, por la mala alimentación y el exceso de bebidas energizantes, no obstante, los médicos lo obligaron a realizar una larga recuperación, que implico dejar de jugar al futbol por un largo período, así que invertía su tiempo en fisioterapia, políticas anti Bullyin en el colegio, y visitar a los Sres. Styles. Muchas veces se quedaba a dormir en la habitación de Harry, en realidad no dormía, pasaba toda la noche leyendo algún libro de su biblioteca, sentado en su cómodo sillón de cuero. Sus calificaciones mejoraron mucho, e intentaba con todas sus fuerzas hacer lo que había prometido, aunque no estaba funcionando.

Lamentablemente, Harry no mejoraba. Al ser su único hijo, los Styles, hicieron inter-consulta médica con profesionales de todo el país. Entonces, alguien le dio una esperanza, pero debían mudarse. El Sr. Tomlinson inmediatamente, le consiguió un puesto en una de sus empresas radicada en Londres al Sr. Styles, incluso fueron juntos a buscar casa, mientas Anne y Johana cuidaban de Harry y de Louis.

Una vez que todo estuvo arreglado, trasladaron a Harry al hospital de Londres, y finalmente los Styles, también se fueron.

Para Louis, esto significó un segundo duelo. Su corazón herido, sufrió un nuevo disparo. Por suerte, le permitieron volver a jugar al fútbol, y puso toda su energía en ello.

Ese año, terminó la preparatoria, y decidió ir a la Universidad en EEUU. Quería estar lejos de Inglaterra. Quería volver a empezar. Su mejor amigo Zyan lo apoyó en todo momento, al igual que Josh. Finalmente, se llevaban bien, posiblemente porque Louis parecía un alma en pena, y Josh comprendió que perder al amor de tu vida, era lo peor que le podía pasar a alguien. También hubo una sentida reconciliación con Niall y Liam. Ambos estaban muy arrepentidos de lo que pasó, mucho más cuando Louis casi muere. Le rogaron que los perdone, y Louis finalmente cedió.

Louis sabía que el fútbol inglés era mejor que el norteamericano, pero si se quedaba en Inglaterra su padre no le iba a permitir hacer una carrera como profesional. De hecho insistía en que tome el mando de sus empresas. Entonces prefirió irse muy lejos, e intentar jugar al fútbol de alguna forma en Estados Unidos.

Seis meses después de haber terminado la preparatoria, ya se encontraba instalado en la universidad de Boston, estudiando administración de empresas. Sus padres podían pagarlo, y además había conseguido, media beca por sus excelentes calificaciones en su último año y un puesto en el prestigioso equipo de futbol de su ciudad, New England Revolution.

Su vida se resumía en estudiar y entrenar. No tenía ningún tipo de vida social. No salía con amigos ni conocidos, de la universidad o del equipo de fútbol. El tiempo simplemente pasaba para Louis. Un día, Johanna lo llamó emocionada, para contarle que habían encontrado alguna onda cerebral en Harry, por lo que pensaban que no todo estaba perdido. Louis, simplemente escuchó toda la historia de su madre, y cuando ella terminó, le pidió muy amablemente, que no vuelva a ponerlo al día sobre Harry, porque ellos ya se habían despedido. Su madre, que conocía el origen de su dolor, decidió que no volvería a contarle nada a Louis sobre Harry, y dejaría que su hijo, intente avanzar en su vida. Pensó que tal vez, con algo de suerte, conocería a alguien especial que lo hiciera olvidar de todo el dolor que sufrió.

Pero eso no sucedió, luego de 5 años, Louis estaba graduado, de hecho fue el primero de su clase, y jugando al fútbol profesionalmente en , pero seguía completamente solo. Entrenaba muy duro, y se convirtió en el goleador de la liga. Era uno de los hombres más deseados, era guapo, rico, vivía en un piso increíble en Los Ángeles, rodeado de celebridades, y lo invitaban a todos los eventos V.I.P. que se organizaba alrededor de todo el país, sin embargo, nunca asistía a ninguno.

A los 23 años fue convocado por el Arsenal de Londres, y la oferta económica era tan buena, que no pudo rechazarla. Además sintió que era el momento de volver a casa.


No te detengasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora