𝟏𝟗. 𝐂𝐢𝐧𝐪𝐮𝐢𝐥𝐥𝐨

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|EVE|

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|EVE|

Como una gata lamiéndose las heridas me pasé gran parte de la dichosa ruta.
Esa caminata estaba terminando con el aire de mis pulmones y con mi paciencia.

Fue una ruta larga y tediosa, pero sobre todo dolorosa.

No disfruté ni un solo chiste de los que Kaleb soltó para calmar el tenso ambiente que nos acompañó, ni de las divertidas anécdotas que Ari compartía con nosotros, y tampoco pude gozar de los bonitos paisajes que en otro momento habría contemplado para más tarde pintarlos.

Estaba desganada, apenada y abatida tras lo ocurrido.

¿Acaso me debían quedar fuerzas para seguir? ¿No era lógico que hubiese tirado la toalla ya? Porque a mi parecer era totalmente lícito que una vez más me rindiese... ¿No?

—Ponte —me animó Kaleb, aguardando a que me posicionara junto a los demás con intenciones de fotografiarnos junto a la cascada.

El lugar era maravillosamente bonito, pero yo no contaba con las ganas suficientes de echarme fotos o de estar de buen humor. Así que no lo hice.

—Mejor ponte tú —fingí una sonrisa—, así salís todos.

Me cedió su iPhone y relevé el hueco que dejó libre al acercarse a nuestro grupo de amigos. Y se posicionó junto a Ian, al que le rodeó los hombros con su brazo en un acercamiento muy confianzudo y natural.

Val prefirió seguir posando junto a Ari, poniendo morritos y sacando dos de sus dedos en el aire. Y Ari optó por sonreír como hacían los otros dos.

—¿Listos? —pregunté.

—¡Échala ya! —exigió Ian.

Sin mirarle decidí hacerle caso y echar algunas fotos. De fondo salieron las rocas que protegían esa corriente de agua que caía desde la altura.

Era un paisaje precioso y unas fotos aún más bonitas y memorables.

—¿Seguro que no quieres salir tú en una, monja?

—Ya sabes que no me gustan las fotos, Val.

—No seas tonta, ven aquí —me ordenó Kaleb—. Ari, echa ahora tú.

Ari se ofreció a echar esas fotos con el fin de que yo saliese en ellas. Me quitó el móvil y me dio un pequeño empujoncito al ver que no reaccionaba.

A rastras llegué hasta mis amigos, donde Kaleb me rodeó la cintura con su brazo libre y Val pronto se arrimó a nosotros para repetir las muecas de las fotos anteriores.

Yo, tímida, me limité a fingir una sonrisa y a aparentar que no me sentía incómoda por la distancia tan escasa que me separaba de Ian.

"Bicho raro"

"Friki"

"Pesada"

"Cansina"...

𝐔𝐧 𝐁𝐞𝐬𝐨 𝐈𝐧𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora