La etimología del placer

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Jaime contesta luego del segundo timbrazo, respira profundo, sintiendo el nerviosismo en su pecho, y se queda callado en espera de que la voz del otro lado diga algo.

-Di mi nombre.

-Sofía-Contesta Jaime, con la voz ligeramente temblorosa.

- ¿Qué significo para ti, Jaime? ¿Qué y quién es Sofía? ¿De dónde vengo?

-Eres la mujer que me mira a los ojos cuando suspiro...eres las manos que me tocan y la voz que me da órdenes y me dice cosas que me incendian...eres mi mejor amiga. Tú significas para mi amor, amistad y placer. Vienes de tu propio mundo hacia el mío para calmar mi soledad.

-No podía esperar menos de un poeta como tú-Sonrió Sofía. -De algo debe servir el que te la pases todo el día con la cara en los libros...me gusta...me haces estremecer.

Jaime rie nerviosamente y se acomoda el teléfono en la oreja.

-Gracias.

-¿En qué piensas, Jaime? Dime qué es lo que piensas en las noches que no puedes dormir porque te abrasa el deseo de tu cuerpo. Cuéntame tus fantasías.

Jaime respira profundo,  tragando saliva y buscando las palabras adecuadas para hablar.

-No me digas que no las tienes-Insiste Sofía. -Eres un chico caliente que no desea otra cosa más que ser tocado...eres tan fácil de encender que tan solo con hablarte así te mojas...apuesto a que ya lo estás ¿no?

-No...-Susurró Jaime, apretando ligeramente sus piernas. -Todavía no.

-Dime qué piensas.

-Pienso en ti...en cuánto deseo que estés aquí a mi lado.

- ¿Para qué? Dime, Jaime... ¿qué quieres que te haga?

Jaime traga saliva, se le llena la cabeza de imágenes y se estremece ligeramente.

-Ese silencio me dice que has comenzado a crear escenarios en tu cabeza- Dice Sofía, riendo burlonamente. -Cuéntame.

-Quiero...que me beses...y lentamente me lleves a la cama.

-Ajá...y ahí podría tumbarte boca abajo, poniéndote en el borde, recargado...-Continua ella, y Jaime asiente, suspirando y metiéndose la mano en los pantalones del pijama. -Sé que te vuelve loco estar en esa posición...y entonces yo te miraría y te diría "veamos lo que tenemos aquí" y buscaría tu ropa interior.

Jaime suelta un jadeo y comienza a acariciarse el clítoris, ayudándose con la humedad que ya perla su vulva. Se muerde ligeramente los labios y suspira: 

-Sí...dime más, por favor... 

-Dime qué tienes puesto. 

-Unas panties negras... 

-¿Panties? ¿Por qué un chico como tú usaría eso?-Se burla Sofía, provocando que Jaime se sonroje y que el placer en su zona íntima dé una ligera punzada. 

-Son cómodas-Contesta, respirando profundo y esperando la respuesta de Sofía, quien suelta una suave risita burlona. 

-Claro... veamos qué tan cómodas siguen siendo después de que tire de ellas y se metan entre tus nalgas. 

Jaime suelta un ligero jadeo y se acaricia más, apretando los labios para que no se escape el gemido que le trepa por la garganta. 

-Y entonces tomaría tu ropa interior por el borde del elástico y tiraría de ella despacio-Dice Sofía, sintiendo cómo entre sus piernas la humedad aflora. 

- ¿Despacio?

-¡Ah! ¿quieres que lo haga fuerte?-Ríe. 

-No, no...

Soñando con extrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora