VI. Cansancio

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New rodó sobre su espalda quedando con la vista hacia el techo y escuchando el traqueteo de algunos platos en la cocina, suspiró profundamente aun se sentía algo mareado por lo que no se molesto en levantarse pero dentro de él necesitaba ver que era lo que sucedía con su nuevo jefe que al parecer era tan cuidadoso que incluso cuando dijo tener hambre se ofreció de inmediato como cocinero.

" —No es así debes batirlos, los estás derramando todos Tay Tawan! — el grito llenó toda la cocina donde Tawan intentaba cocinar un inocente omelete para el convaleciente New que apenas podía mover una de sus manos por el cabestrillo que tenía en su mano derecha, debido a la caída en la bicicleta de la fallida cita de hace una semana en el  que Tawan aprendió que los deportes y su novio no eran amigos en lo absoluto. —Lo haré yo — New se había colocado tras él intentando tomar el bowl con los huevos en él.
—Por supuesto que no, ¿qué clase de novio sería si no puedo cuidar de ti en esto también? — la respuesta de Tawan fue suficiente para que dejara de forcejear.

—Aceptalo apestas en la cocina —New dijo al ver el omelete totalmente quemado ser colocado en su plato. — Bueno aunque debo decir que sabe mejor de lo que se ve — agregó ante aquella expresión dolida de su novio por sus anteriores palabras.
—Hin es tan amable sonrió con alegría dejando un beso en su mejilla y recostando la cabeza en su hombro.
Cuando nos casemos te cocinaré todos los días agregó sin pasar por alto el sonrojo en las mejillas de su novio.
No gracias prefiero vivir New rió divertido al ver a su novio haciendo pucheros. Un dejo de melancolía ensombreció su semblante ser novio de Tawan lo hacia feliz pero su familia aun desconocía de este hecho y habiendo criado en una que era más que conservadora le hacia dudar de que la noticia fuera bien recibida quien diría que no se equivocaba en sus pensamientos.

Tawan observó el omelette perfecto dentro del plato aun recordando como la primera vez que intentó cocinar para New terminará en desastre pero 13 años habían pasado ya y ahora se podría considerar un experto en la cocina, sirvió un poco del té que preparó y se lo llevó directo donde se encontraba .

Huele delicioso — New se incorporó tomando la comida y viendo con alegría a su nuevo jefe que sonrió en su dirección.

Es algo simple espero que sea suficiente
—Es mucho más de lo que esperaba, gracias —   sonrió ante el gesto y Tawan se congeló en su lugar, la última vez que vio esa sonrisa dirigirse a él había terminado alejandose de aquel hombre por el conjunto de sucesos que ocurrirían al descubrirse su relación pero no podía evitar sentirse feliz por verla de nuevo y el revoloteo de su corazón le confirmaba que aquellos sentimientos de los que alguna vez trato de deshacer nunca lo abandonarían, pronto ocupo su lugar al pie de la cama viendo como su acompañante comía con agrado lo que preparó.

— Esta realmente delicioso, muchas gracias — New rompió su burbuja con el agradecimiento — ¿Sucede algo?—  preguntó al ver que Tawan no despegaba los ojos de su rostro.
— No, nada, solo pensaba que me recuerdas a alguien —  soltó la pequeña mentira para no incomodarlo, aunque moría por hacerle miles de preguntas.

— ¿De verdad? que extraño, me sucede lo mismo — New respondió encendiendo esa pequeña luz de esperanza en él — aunque para ser sincero, no sé a quien exactamente.

Tawan al final decidió abandonar el departamento de su antiguo amor, dudas y sentimientos fusionandose dentro de sí, si tan solo hubiera sido lo suficientemente valiente hace 13 años quizá ahora mismo estuviese viviendo aquella vida que tanto soñaba junto al menor, pero aún era alguien demasiado inmaduro para diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto y de todas formas esa línea fina entre sus decisiones terminaba en un escenario desastroso para los dos. Y ahora mismo dolía tanto que ninguno de los recuerdos sobre su relación esten presentes en su mente y no encontrar la forma de decirle que en efecto era más que un conocido, que más de una vez habían dormido juntos, compartido una cena, una caricia, un beso...

Defintivamente se volvería loco si no encontraba una manera de llegar al menor si no recordaba su romance pasado quizá debería volver a conquistarlo, pensó  y sin más marcó un número que hace 13 años no marcaba.

— Aló, Gun

Suerte (TayNew)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora