Epílogo

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Trotaba por las calles de Berlín, los rayos de sol brillaban sobre mi piel sudorosa.

Era verano y no había ni una nube en el cielo azul.

Habían pasado tres años.

Sí, tres largos años donde había desaparecido del mapa con tal que mis amigos y familiares no me encontraran.

Para empezar, trabajaba en una empresa de abogados como asistente del gerente, mi amiga Delilah me consiguió trabajo de medio tiempo, la misma amiga que compartía apartamento con ella desde el día que pise este lugar.

Había cambiado de carrera, medicina ya no era mi sueño, quería cambiar todo de mi, hasta mi nombre pero Milo me dijo que estaba exagerando cuando le comenté la idea.

Ahora era una estudiante de psicología que trotaba por la ciudad de Berlín.

Había trotado por media hora, ya era hora de volver a casa, mientras caminaba personas con bicicletas pasaban por mi lado, uno que otro chico me lanzaba miradas coquetas pero yo los ignoraban, paré en un semáforo y ahí lo vi.

Mi cafetería favorita estaba frente a mi, con una sonrisa de oreja a oreja cruce la pista hasta llegar hacia la esquina.

Menos mal el semáforo está en rojo sino hubieras tenido una muerte terrible.

La campana sonó y un camarero levantó la cabeza, sonrió de medio lado nada más verme.

—Xavier —saludé acercándome a la barra.

—¿Lo de siempre? —preguntó mientras limpiaba una taza blanca con una secadora.

Asentí con la cabeza.

En minutos un capuchino estaba servido frente a mi, le di un pequeño sorbo y sonreí mientras observaba el lugar.

Habían unas mesas marrones en forma circulares, sillas del mismo color, el suelo era negro, espejos en las paredes, personas de todas las edades entraban y salían del lugar.

—¿Hubo gente hoy? —pregunté dándole otro sorbo a mi capuchino.

—Regular —encogió los hombros —, el lugar se llena los fines de semanas.

—Ujum.

Trabajé en este lugar el primer verano que estuve aquí, pero el sueldo no era suficiente para pagar el alquiler y mis estudios.

—¿Como está Delilah? —preguntó el castaño, su mirada se iluminó nada más mencionar a mi mejor amiga.

Xavier adoraba a Delilah y no se molestaba en disimularlo.

Tuve un deja vù, sonreí cuando la imagen de un chico tímido que jugaba a lacrosse se le iluminaba la mirada nada más cuando mencionaban a cierto pelirrojo.

—Ahora mismo debe estar invernando —mascullé entre dientes y el rió —, no entiendo como puede dormir con este calor de mierda.

—¿En Nueva York el sol no era así de fuerte? —negué con la cabeza.

—Extraño el frío —murmuré mirando mi capuchino, la cara de cierto señorito aparece ahí con una sonrisa de oreja a oreja.

Hago una mueca apartando la mirada.

—¿No has pensado en...?.

—Ni lo pienses —levanté la cabeza mirándolo con expresión seria —, están mejor sin mi.

—Ya —puso los ojos en blanco guardando la última taza en la repisa.

Me quedé mirando la ventana que estaba a lado nuestro, de pronto un chico de cabello castaño con el cabello peinado hacía un costado y piel pálida pasó mientras hablaba con su móvil, parpadee varias veces y enfoque la vista en la ventana otra vez lo seguí con la mirada pero había desaparecido.

¿Habrá sido mi imaginación?.

El sol te debe estar afectando.

Miré a Xavier.

—¿Tienes ganas de divertirte esta noche? —pregunté tomándome el resto del capuchino —, una discoteca Delilah, tú y yo, ¿qué dices?.

Sonrió de oreja a oreja.

—Quiero emborracharme.

—Listo, te envío un mensaje de texto para que nos recojas —asintió y salí de lugar.

Xavier me gritó antes que la puerta se cerrarán.

—¡Matteo vendrá con nosotros!.

—¿Que dices? —me giré en redondo pero antes fulminarlo con la mirada a mi amigo castaño alguien choca conmigo.

Como si fuera en cámara lenta caigo hacia atrás y cierros los ojos antes de mi espalda choque con el piso pero el dolor nunca llega, en lugar de eso siento unos dedos cálidos atrás mío.

Abro los ojos y me quedo atónita viendo una expresión fría y de asombro.

Reconozco esos ojos azules cuando se conectan con los míos.

Bajo la vista hacia sus labios, vuelvo alzarla, mi voz se siente seca pero intento susurrar su nombre.

—Barry.

Mi desastre favorito [TERMINADO] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora