☆𝒯𝓇ℯ𝒾𝓃𝓉𝒶 𝓎 𝓉𝓇ℯ𝓈

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Jason vuelve.

Narra Amori.

Dos semanas con mi pequeño Aquiles, dos semanas en las que debo de aceptar que poco he dormido, y poco he salido.
Hoy después de dos semana volveré a salir, salí la primera vez hace una semana, cuando llegó un tal Percy Jackson hijo de Neptuno, que tenía que cumplir una misión de rescatar a Letus (Tanatos) en Alaska y se había llevando a Hazel y a Frank un chico que apenas descubrimos que es hijo de Marte.

Por mi parte, ya me encontraba mucho mejor después de mi arduo parto, ya estaba prácticamente deshinchada, solo quede con las estrías y la subida de peso que me dejó el embarazo y como era poco lo que podía moverme.

—Aquí está El Niño de la mamá.

Dije mientras acariciaba la barriga de mi hijo y le colocaba su pañal, el estaba dormido (como siempre desde que nació) yo acaricié su cabello rubio...igual al de su padre, y ya había visto sus ojos eras azules como el de ambos...aunque a mi se me parecen más a los de Jason.

—Aquiles, mi pequeño Aquiles.—dije colocándole sus mediecitas y besaba la plata de sus pies.

Ahora debía irme, era la primera vez que saldría sola de la mi casa desde que nació Aquiles y desde el embarazo

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Ahora debía irme, era la primera vez que saldría sola de la mi casa desde que nació Aquiles y desde el embarazo. Había una reunión en el senado, por la victoria de percy, Hazel y Frank y de hablar sobre lo que se avecinaba con la profecía de los 7. Y yo a ser la Pretora debía asistir, ya que ahora me encontraba mucho mejor para mis tareas de Pretora.
Coloqué las almohadas al rededor de mi hijo en la cama mientras dormía, para yo poder cambiarme por la toga nueva que Reyna me había traído, ya que si me colocaba la vieja, quedaba con la mitad por no decir que por completo mis senos llenos de leche por fuera.
Me cambié poniéndole todo el cuidado del mundo a mi hijo, no lo perdía de vista en ningún momento.

Con el vestido me coloqué la capa morada que me marcaba como la Pretora, aleje un momento la vista de mi hijo y vi en un cofre, una pequeña tiara que Jason me regalo, cuando empezamos con la Pretoria

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Con el vestido me coloqué la capa morada que me marcaba como la Pretora, aleje un momento la vista de mi hijo y vi en un cofre, una pequeña tiara que Jason me regalo, cuando empezamos con la Pretoria. Con una sonrisa me acerqué y me coloqué viéndome al espejo.

 Con una sonrisa me acerqué y me coloqué viéndome al espejo

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Rayos y Corazones (Jason Grace y Amori White)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora