11

63 8 10
                                    

Dormimos toda la noche juntos y la mañana siguiente, aprovechando que aún no tenía que ir a trabajar, tomamos el desayuno en la terraza del hotel.

La mesa estaba llena de cosas: tostadas, frutas,cerales, yogurt, mermeladas, jugo; pero yo solo tomaba café,no podía dejar de pensar en los pasos que tenía que seguir con respecto a mi divorcio.

-parece que si, pero en realidad no hay una sola cosa sana en esta mesa, ni siquiera las frutas, creo-dijo tomando una manzana-que están abrillantadas y eso tiene conservantes...

-no sé que voy a hacer

Me miró y dejó la manzana sobre la mesa

-tenes que tener paciencia, hacer las cosas bien, hoy no se va a resolver nada, deberías descansar

-si pero el descanso no es para siempre, necesito tener un plan, saber a donde ir...

-¿y...nosotros? sé que no es momento, pero...

-¿que pasa con nosotros?

-bueno, ahora que te vas a divorciar y yo vine a verte podríamos...

dudaba, parecía tímido y eso era impropio en él

-¿que?

-hacer algo juntos-murmuró nervioso

-¿juntos? ¿como...pareja?

dijo que si con la cabeza como si temiera usar las palabras conmigo

-¿dos hombres viviendo juntos? ¿estás loco?

-Graham, yo no me escondo de nadie

-el mundo no está preparado para eso, sé que vos estuviste en otros lados...

-si, y es genial, no quiero ocultarme

-¿tuviste...¿conviviste con otros hombres?

-si, con uno

-¿y que pasó?

-nada, era hermoso, divertido, me gustaba mucho

-¿entonces?

-no había magia, no la sentía, yo sentí eso una sola vez y por eso estoy acá... y no me quiero ir-dijo tomando mi mano por encima de la mesa

Miré sus dedos frotando suavemente los mios y no podía decir que me sintiera mal, me gustaba eso,me gustaba tenerlo

-no quiero que te vayas

-yo nunca dejé de pensarte, nunca

-pasó mucho tiempo

-y en todo ese tiempo siempre pensé que quería verte, pero en realidad no me animaba a hacerlo, tenía miedo de que no quisieras...bueno, que no me vieras como antes

-tuvimos demasiado poco tiempo juntos

-¿queres decir que no te gusto tanto?

-quiero decir que te quiero conocer

-pero ¿te gusto?

-como te gusta que te digan eso, eh, y te lo deben decir todo el tiempo

-quiero que me lo digas vos-dijo sonriendo, más confiado

-me gustas mucho-le dije, creo que nadie me había gustado mucho antes

se inclinó sobre la mesa para besarme pero lo detuve

-acá no, bajemos a la habitación-propuse y eso hicimos, dejando ambas tazas de café aún humeantes.

●●●

En cuánto entramos empezamos a besarnos.
Había estado con dos hombres en mi vida hasta ese entonces y ninguno de los dos tenía comparación.
Damon no me castigaba, era suave y sus manos no buscaban lastimar, querían acariciarme, hacerme sentir bien; sus besos me hacían olvidar todo,completamente todo, cómo si nada existiera después de él, y finalmente asi fue, asi es.

TrincherasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora