𝐈𝐃𝐄𝐀𝐋𝐄𝐒 [ Minho - Xo, Kitty ]

𝟎𝟎𝟏 ┆ 𝐊𝐈𝐒𝐒

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— ¿Preparada? —Le pregunté a Kitty, quien miraba por la ventana del avión recién aterrizado.

— Si. Estoy emocionada por saber más sobre mi madre —Contestó con un brillo notable en sus ojos.

— Solo por ella? —Dije con una sonrisa pícara en mis labios.

"Atención querido pasajeros, hemos llegado a su destino, Corea del Sur. Espero hayan disfrutado el vuelo" se escuchó desde los altavoces.

Bajamos del mismo, felices por las aventuras que nos estaban esperando. Saber que mi mejor amiga iba a saber más de su vida materna y conocer a su novio me hacia sentir orgullosa de ella y nuestro viaje.

Habíamos dado tres vueltas al aeropuerto tratando de encontrar el bus que nos llevaría a la secundaría, KISS. Sin lograrlo vos un chico con una chaqueta del instituto, mi amiga se atrevió a preguntarle lo que todavía no encontrábamos.

— Disculpa, como vimos que eres de KISS, ¿sabes alguna forma de llegar hasta allí? —

— No, es mi primera vez en ese instituto —Contestó él.

Frustradas seguimos buscando. Sin concretar nada, terminamos yendo por otros medios. El metro.

Mala idea.

Terminamos en el otro extremo de la gran ciudad y estábamos por llegar tarde a la Fiesta de Bienvenida, la cual Kitty esperaba con muchas ansias para ver a su amado de nuevo en persona.

Decidimos pedir un taxi totalmente rendidas.

— Serían cinco mil ochocientos wones, señoritas —Dijo el conductor en coreano. Ese idioma lo manejaba bastante bien junto al inglés, mi padre solía hablarme siempre en ese idioma aunque estemos en un país de habla inglesa.

— Tome, gracias.

Bajamos las maletas y vimos el inmenso instituto.

— Bibi, ¡no puede ser que estemos aquí! —Una sonrisa sobresalía de su rostro, yo copiaba su gesto al verla tan contenta.

Primero, fuimos a investigar acerca nuestras habitaciones.

Nos dieron una llave a cada una, el numero indicaba 112. La miré confundida y ella a mi al ver que antes de entrar a las habitaciones del 001 al 200 decía "Cuartos masculino".

Nos devolvimos al lugar donde nos entregaron las llaves y preguntamos sobre el piso.

— Oh, perdón, me olvidé de comentarles. Las ubicamos en una de hombres, en el de mujeres ya no quedan espacios disponibles.

Mire a la señorita que nos atendía con cara de enojo, totalmente seria.

¿Algo nos iba a salir bien hoy?

Se hacía cada vez más tarde, no valía suplicar por nada.

Fuimos rápidamente hacia nuestra nueva habitación. Era amplia, tenía tres habitaciones y una hermosa cocina que me llamaba con sus blancos y brillantes azulejos.

Finalmente nos vestimos, yo me puse un vestido coral que hacía que mis curvas resaltaran, era perfecto para mi colorimetría.

— ¿Rojo o bordó? —Preguntó Kitty con dos labiales en su mano. Me apasionaba la moda, ella lo sabía, me consultaba para lo que necesitara con respecto a ello y yo sin dudarlo le respondía felizmente.

— Bordó, obvio.

Estábamos listas y esplendidas.

Tardamos tiempo encontrando el lugar de la fiesta, habían muchas puertas y pasillos que nos hacían dar vueltas sin llegar al sitio.

— Allí. Hay globos, es allí —Comentaba, dando varios saltitos de la emoción.

Entramos por las grandes puertas que nos daban la bienvenida.

Estaban todos bien vestidos, con trajes, faldas y demás. Me sorprendía la gran estilo que los de Seúl tenían, me sentía en el lugar correcto por primera vez.

El lugar se veía increíble, habían globos y bonitas guirnaldas que quedaban perfecto con el ambiente.

Apareció Dae. El novio de mi amiga. En seguida corrieron los dos para llegar al otro lo más rápido posible.

— ¡Dae! —Dijo ella, abrazándolo.

Mientras hablaban con mucho entusiasmo yo los veía con ternura. En ese instante, dos chicos también hacían lo mismo, a dos metros de mi.

— ¿Eres amiga de la Kitty de nuestro amigo? —Me preguntó uno de ellos. No tenía rasgos asiáticos, era de piel algo morena y con muy bonito cabello.

— Si, de ella —Lo miré, para luego ver al que estaba al lado, su cara me sonaba de algo... El del aeropuerto. El que dijo que era nuevo. Pero, ¿cómo podía ser su amigo si no conocía ni dónde esta el bus? — ¿Es también amigo tuyo? —Intrigada.

— Si, lastimosamente.

— Mmh, te crucé en el aeropuerto hoy mismo, ¿no eras nuevo? —Él soltó una pequeña risa, ahí entendí que no era verdad y solo quería pasar de nosotras. Lo mire de abajo para arriba y levanté mis cejas ingenua.

— Tranquila, no es nada personal. Es así siempre —Intervino el otro— Soy Q por cierto, tu eres...

— Eunbi, mis amigos me dicen Bibi —El moreno sonrió con ternura. Él me caía bien.

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