Capítulo 3

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•Antesis•



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        —¡Junta de la familia Sully! —anunció Jake Sully, el Olo'eyktan del clan Omatikaya.

        Neteyam dejó de jugar con su hermanita Tuktirey y la instó a que se acercara al círculo familiar. La niña de once años inmediatamente fue a sentarse al lado de su padre. En cambio, él decidió acomodarse entre su hermano Lo'ak y su hermana Kiri.

        —¿No esperaremos a Tsu'tey? —Tuk inquirió. 

        Y como si eso hubiera sido una señal, el aludido apareció saltando por las ramas que sostenían al swaynivi (hamaca familiar) de los Sully en el interior del kelutral (árbol casa).

        —¡Ma Tsu! —Jake y Neytiri lo llamaron al mismo tiempo con sonrisas radiantes.

         —Kxì, ma soaiä (Hola, familia) —el guerrero saludó casualmente mientras caminaba a través del swaynivi hasta llegar a donde sus cónyuges lo esperaban; entonces ambos le hicieron espacio en medio de ellos para que se sentara.

         —Ma Sempu' Tey (Papá Tey),  ¿a dónde fuiste hoy? —Tuk le preguntó— Mis hermanos dicen que hoy tampoco estuviste durante la cacería del talioang*.

         Tsu'tey se inclinó sobre el regazo de su esposo para entregarle a Tuk un costalito de tela. Ella lo aceptó, y enseguida desató la cuerda que lo mantenía cerrado.

         —¡Ayfasuk! (¡Bayas!) —exclamó emocionada al ver el contenido, y de inmediato se metió una en la boca para saborearla— Están dulces y jugosas —dijo con aprobación cuando terminó de masticar.

         —No fui a la cacería porque tu padre me mandó a supervisar al grupo asignado en la recolección de los frutos maduros de los tumpasuk*. Cree que eso me mantendrá alejado del peligro —Tsu'tey se cruzó de brazos y rodó los ojos.

        —No deberías molestarte por eso. Tu herida todavía no está enteramente curada —Neytiri señaló el vendaje en el brazo de Tsu'tey.

        El guerrero había tenido un encuentro reciente con una jauría de nantang* mientras lideraba a un grupo de cazadores aprendices; el descuido de uno de ellos le había costado una mordida en el brazo cuando se colocó a sí mismo como escudo para detener al depredador que iba directo al cuello del incauto.

        —Ya deja de lloriquear, ma paskalin (dulzura*) —Jake le dio unas palmaditas en la mejilla de manera condescendiente.

        —Nada de "paskalin" —Tsu'tey respondió dándole un golpecito en el pecho con el dorso de la mano—. Es solo una herida en el brazo, pero tú y Neytiri se están comportando igual que hace veinte años —se quejó.

El mar que fluye al corazón del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora