Katherine y Pablo, una vida perfecta. El futuro aseguraba una vida juntos pero por problemas de adolescentes orgullosos las cosas no salieron como planeaban.
Pablo siguió su vida cómo un exitoso y muy querido jugador profesional sin saber nada sobre...
Gavi Era Katherine, mi Katie. La chica que no esperaba volver a ver, con... una bebé? Mi cara lo dijo todo y la de ella también.
-Gracias- Me agradeció seca- Y gracias a ustedes por su disposición, muy amables- Agradeció a los guardias, se giró y comenzó a caminar. -Katie!- Grité y comencé a esquivar a todas las personas para poder alcanzarla- Kate espera!- Le pedí cuando lo hice. -Si quieres hablar conmigo lo hago con gusto pero no aquí frente a mi hija- Respondió mientras bajaba a la pequeña. -Tu número?- Le pedí. -El mismo de siempre, cuando llegue a casa te desbloqueo- Perfecto, no hacía falta mencionarlo. -...Bien- Acepté y ella tomo a la bebé de su manita. -Hasta luego Pablo- Se despidió y comenzó a caminar hasta desaparecer entre la gente.
Llegué a casa más confuso de lo que estaba antes, tomé mi celular y me apresuré a buscar su Instagram, su cuenta era privada así que le mandé solicitud sin fé de que me aceptara. Busqué su nombre en WhatsApp. Última conversación: Hace 3 años.
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Lo había conseguido, debía aclarar mis dudas. Seguro todo era una confusión, esa pequeña no podía ser mi hija, era poco probable, cierto?
Al otro día me encontraba temprano en el café, muerto de nervios y con muchas preguntas. Pedí lo que quería tomar y también pedí un latte bien frío para Katie, esperaba le siguiera gustando. Kate llegó puntualmente como siempre lo había hecho y se sentó frente a mí luego de saludarme seco.
-Hagamos esto rápido, vos preguntas yo respondo y después cada uno por su lado- Dijo, no tenía ganas de perder tiempo. -Es mi hija?- Solté sin más, era lo primero que quería saber. Los ojos de Katie se volvieron más profundos de lo que ya eran y luego de apartar la mirada asintió. -Es tu hija- Susurró mientras volvía a mirarme- Para mi tristeza es igual a vos, todos los días me levanto y puedo ver tu rostro en el de ella.
Estaba congelado, no podía creerlo. Todo mi cuerpo se estremeció al escucharla y cada pelo de mi ser se puso de punta. No sabía que responder ni cómo reaccionar, estaba helado.
-Porque nunca me lo dijiste?- Pregunté, mi boca hablaba por si sola. -Me enteré antes de que terminaramos pero tenía tanto miedo que no te lo dije, después peleamos y... No volví a buscarte- Notaba que estaba nerviosa aunque no quisiera demostrarlo. -Le hablaste de mí?- Estaba tan avergonzado, pobre criatura. -Solo sabe tu apellido- Reconoció- No quería que divulgara información inconscientemente y meterte en un lío. -Hablame de tu vida después de eso, hablame de la niña- Quería saber lo demás, que pasó cuando yo no estuve. -Dos meses después de nuestra ruptura volví a Argentina dónde el 19 de noviembre nació Angelina, hace unos días cumplió tres años. Mis cuentas en redes sociales son privadas desde ese mismo año y solo están mis conocidos, no quería que nadie se enterara de nada sobre mí después de romper con vos- Explicó. Hizo tantas cosas solo para evitarme los problemas- Angie me cambió la vida, la amo más que a nadie en este mundo, y es tan parecida a vos, desastrosa, muy risueña, inquieta, amorosa y enojona. A veces no puedo creer que aunque no te conozca sea una mini Pablo.
Lo último me hizo sonreír, por culpa de una bronca insignificante me perdí años importantísimos para mi hija... ¿Merecía decirle MI hija cuando hacían 10 minutos me enteraba que lo era? ¿Cuando ella no me reconocía como su padre?
-Me siento muy avergonzado Katie, lo siento- Me disculpé y ella se encogió de hombros. -Lo hecho, hecho está. Ya no hay nada de que sentir vergüenza- Dijo y tomó un trago de su latte. -Eres muy valiente, tienes 21 años y una hija preciosa- Recalqué y ella sonrió levemente- Angie pregunta por mí? -Todas las noches pregunta si su papá le va a dar su beso de buenas noches- Contó un poco desanimada- Yo le digo que papá está un poco ocupado pero que cuando ella se duerma él va a ir a arroparla. En su inocencia piensa que es cierto. -Soy un desastre- Me quejé mientras me tomaba la cabeza. -Recien te enteras de su existencia, no te comas la cabeza así, ya está. No me lamento que no estés para mi hija. -Quiero hacerlo- Solté y ella me miró fijamente.
-------- Holii, gracias por todo el amor que le están dando al fic! Las quiero un montón💕 Leo toooodos sus comentarios!
