Katherine y Pablo, una vida perfecta. El futuro aseguraba una vida juntos pero por problemas de adolescentes orgullosos las cosas no salieron como planeaban.
Pablo siguió su vida cómo un exitoso y muy querido jugador profesional sin saber nada sobre...
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No pude evitar mis ganas de sacar a mi hija a comer algo conmigo, hacía mucho no hacíamos algo así entonces sabía que a ella le agradaría la idea.
Le avisé a Lorena, la mamá de Kate, que Angie almorzaria conmigo así no se preocupaba. Aún recuerdo cuando me trataba como si fuera su hijo.
Kate Bajé de mi auto y entré al restaurante, estuve pensando hasta último momento si ir o no pero ya sabemos cuál fue la decisión final.
-Buen día, reserva al nombre del señor Félix?- Pregunté amablemente al entrar y luego me acompañaron a la mesa donde João estaba esperándome sonriente. -Como estás Kate?- Se levantó a saludarme y yo le devolví el gesto.
Ordenamos nuestro almuerzo sin problema y acto seguido conversamos cómodamente como siempre lo hacíamos. -Y Angie?- Preguntó luego de un rato, ambos se llevaban de maravilla y se querían mucho. -Ah, está con su papá- Respondí cortamente y él me miró comprensivo. -Se nota que es un excelente padre- Comentó y yo asentí.
Gavi -Y pintamos muchos dibujos también- Me contó mi hija emocionada mientras esperábamos el postre. -Ah si? Que hiciste?- Pregunté y ella abrió su pequeña mochila. -Tengo uno para vos- Mi corazón dió un salto, era el primer dibujo que mi hija me entregaba y para mí lo era todo.
Sostuve la hoja en mis manos y pude ver mi regalo que sacó una enorme sonrisa en mi rostro. Ahí estaba yo, también estaba ella, los dos teníamos una camiseta del Barcelona y estábamos en el Camp Nou. Me levanté a abrazar a mi hija y ella también lo hizo, quizás para algunos eso era un monigote, pero para mí era un tesoro.
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Entré a Twitter para subir una foto de Angie pero al mismo tiempo comenzaron a llenarme de mensajes hablando sobre Katherine.
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