📜 Capítulo 28 📜

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−Capitán, parece que tenemos intrusos en cubierta

Las palabras del joven de gorro rojo hicieron al capitán de ese barco bajar del mástil a penas notó quiénes habían aparecido en su barco: dos de sus más grandes presas.

Anfitrite Ashengrotto y Proteus Reef, esas dos molestas cristuras de mar que sus arpones aún no han podido alcanzar, una tristeza porque siempre había querido sus escamas de adorno en su camarote desde un viejo desacuerdo que habían tenido, y francamente, solo a ellos les terminó por prestar atención ignorando totalmente al lobo albino que tenían a un lado, después de todo nunca le agradaron las criaturas de tierra firme, y bien esto podría ser mutuo, porque Jack al ver a ese pirata no sintió más que una mala sensación en el estómago que su orgullo no acepta como algo de miedo.

Se notaba que era mayor que ellos al igual que el muchacho que tenía al lado, mínimo tenían dieciocho, pero mientras este último tenía una apariencia bastante dócil en comparación a todos los demás del barco, ese capitán tenía una musculatura que le hacía recordar al líder Leona, era bastante alto, mantenía un garfio sujeto a una de sus manos y por la forma que sus ojos estaban maquillados transmitían para él una profunda cara de desquiciado que en otras circunstancias lo hubieran hecho correr cinco millas sin parar ni a tomar aire.

Pero Anfitrite y Proteus se veían tan pero tan tranquilos ante él que en realidad no sabía a quién tenerle más miedo en ese momento.

−Miren lo que nos ha traído el viento−dijo el capitán acercándose al más joven de los intrusos−¿no estás lejos de tu isla, Ashengrotto?

−Igual que tú de la tuya, ¿qué? ¿Tan rápido les han dado vacaciones en Black Cauldron?–dijo Anfitrite prefiriendo seguirle el juego al mayor.

−De ser así, seguro que lo sabrías, tus dos mantarrayas se fueron incluso antes que yo–dijo el pirata pasando por una mejilla del menor su garfio.

−¿Enserio? No me había enterado, tal vez debería llamarlos para saber cuándo podríamos reunirnos–dijo Anfitrite sin atemorizarse ni un poco de esa acción.

−No te hagas el gracioso–dijo el mayor cambiando de expresión a una de furia.

−Entonces tú no te hagas el idiota, no te queda el papel−dijo Anfitrite apartando la mano con el garfio de su rostro−¿sabes a qué vine?

−Estoy seguro que no a pescar–dijo el joven albino con algo de sarcasmo.

–Aunque bien que podrían, Declan, a estos tipos les encanta comer se su propia especie–dijo el más alto llevando una mano a su cintura–¿qué negocio tienes ahora?

−Uno del que tal vez te interese ser parte–dijo Anfitrite esperando empezar a atraerlo.

−No creo que quisiera volver a negociar con un ladrón de tesoros–dijo el azabache mirándolo con sumo odio.

−Quien lo encuentra se lo queda, ¿no es ley de los piratas?–preguntó Anfitrite como si a penas se enterara.

−Que curioso mencionarlo cuando hay otra ley que dice que tiraremos por la plancha, directamente a los tiburones, a intrusos de cubierta–dijo el capitán del barco chasqueando los dedos.

Y no tuvo que esperar mucho para que toda la tripulación se armara y se presentara en cubierta para lo que ellos era una batalla real, ya que incluso el capitán estaba pasando su mano por el mango de su propia espada enganchada en su cinturón, en una clara anticipación de que estaba hablando enserio con sus amenazas.

Twisted Wonderland [ Fanfic AU ] 📜 El Mercader del Mar Profundo 📜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora