Las cosas entre aquel par no se habían solucionado después de aquella primera vez de estar juntos. Pero si aquel momento dejo una huella en sus corazones, una muy profunda.Y eso era doloroso. Porque Fito sabía que se iba... Volvería, pero se tenía que ir por lo menos dos meses. En dos meses podían pasar muchas cosas.
Nadie se había enterado de lo de ellos, y tampoco lo quisieron hablar con sus amigos porque era algo íntimo. Sabían que sus amigos eran los chusmas número uno y que lo sepan (por ahora) no les sentaba muy bien. Solo iba a traer habladurías.
.
Los días posteriores fueron casi un caos para Fito. Tuvo que suspender por aquel tiempo la grabación del album con spinetta, y los coros (y piezas con teclado) que estaba grabando en el álbum de Charly.
Y a la vez, tuvo que despedirse de su trabajo en la biblioteca. Habia cumplido su ciclo, le vino bien cuando lo necesitó, lo acercó a Serena, y ya era hora de dejarlo.
– No puedo creer que sea el último día que trabajes acá. – dijo Serena, apoyada en el mostrador.
Fito se rió, y se acercó a ella.
– Yo tampoco. Voy a extrañar traerte cosas ricas para desayunar, y verte tan linda ahí concentrada y tranquila estudiando.
Ella se ruborizó, bajando la mirada a sus manos apoyadas sobre el recibidor.
– Fito... – murmuró.
Habían quedado en no decirse tantas cosas lindas para que la despedida no duela tanto después. Pero era inevitable.
– Perdón. – se rió. – ¿Pero besos si puedo darte?
Ella se rió mordiendo su labio inferior, y le dió un rápido beso en los labios.
– Yo también voy a extrañar levantar la mirada y verte ahí. Con tus rulitos metido entre los libros, acomodando cosas, o con tus auriculares y tu música... – hizo una mueca.
– ¡Ojo con el que ocupe mi lugar eh!
– No hay ninguno como usted, Páez. – confesó.
El se rió asintiendo con la cabeza.
– Y no hay ninguna como usted, Duran.
Se miraron en silencio unos segundos.
– Encontré un libro el otro día, haciendo una de las últimas limpiezas. Quiero que lo leas mientras no estoy, yo lo leí y dije... Éste es para Serena. Se que te gusta mucho leer, y había estado buscando uno para recomendarte porque ya me lo habías pedido. Bien, acá está.
Dijo buscando entre sus cosas, y le tendió un libro envuelto en papel de regalo.
El libro lo había encontrado en la biblioteca, pero el le compro uno nuevo a Serena en su librería favorita.Se lo tendio. Serena rasgó el papel impaciente, sonriendo amplio. "Paris era una fiesta" de Ernest Hemingway.
Ella lo miró emocionada.
– ¡Vos sabés que yo amo París!
– Por supuesto. – dijo obvio.
A Fito le gustaba leer, y esa era otra cosa que había cautivado a Serena. Y se notaba en la manera de hablar y de reflexionar que tenía. En su vocabulario y su forma de expresarse.
Fito era un chico muy inteligente, además se ser súper talentoso en la música. Serena no comprendía cómo no había estudiado ninguna carrera, considerándo el bocho que tenía.
– El autor narra una época de los años veinte por ahí, el panorama cultural y la vida bohemia del París alocado en esos años. Me gustó porque tiene muchos matices, anécdotas, y situaciones divertidas que dejan en muy mal lugar a figuras conocidas. – se rió. – Es como un diario, muy personal... Te va a gustar.
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Fue amor | Fito Paez fic
Romansa" Serena como el viento, como las olas, como la brisa que acaricia los árboles ... Mi Serena. ¿Qué decirte cuando las palabras no alcanzan, mi amor? Todo fue tan extraño, todo fue tan repentino. El mundo me habla de vos, y no puedo sacarte de mi m...