Cielo azul

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La noche entre ambos hombres fue demasiado corta para su gusto y aunque deseaban desvelarse para devorarse entre besos y acaricias tenían que detenerse — Si no fuera por la misión, no te dejaría ir hasta estar seguro de que cargas al menos un cachorro mío... — le susurró el mexicano al argentino que respondió con un leve gemido. Esta vez estaba siendo empotrado contra la puerta de la habitación, su rostro pegado en aquella madera mientras las manos del alfa sostenían con fuerza su cintura, dejando sus dedos marcados y sintiendo como caía su propio liquido natural entre sus muslos. Guillermo sonrió victorioso por segunda vez — Hermoso omega, tan tentador... — y nuevamente lo llevó a la cama.

Guillermo perdía la cordura con Messi que le pedía su nudo con desesperación y el con gusto se lo brindaba, llenando de besitos toda aquella espalda. Su respiración estaba agitada en ese momento, mordió su labio inferior al contemplar el desastre que tenía en su cama... Lionel Messi con aquellas marcas en todo su cuerpo, desde su cuello hasta esos muslos deliciosos y como estaba sudado. El reflejo de la luna alzaba más la belleza que tenía entre sus almohadas que como pudo lo cargó hasta llevarlo al baño para que se diera una larga ducha porque aun no querían separarse tenían que cumplir con la misión de mañana — Te llevaré con la arañita... — Le susurró mientras tallaba su espalda.

Ambas reían dentro de aquella tina, jugando con la espuma del agua y regalándose besos cargados de cariño, dulzura — Se que debí primero decirte esto... antes de tenerte en mi cama, pero quiero cortejarte pulga... ¿Me aceptarías? —

Messi reía apenado pero divertido ¡Era más que obvia la respuesta! — ¿Vos no te importa...? Ya sabes... mi pasado... — preguntó inquieto y la respuesta lo obtuvo cuando ese alfa lo abrazó con fuerza para ocultar su rostro donde yacía su glándula omega, saboreando aquel aroma que lo tranquilizaba.

El omega olía a esos dulces de chocolate con leche, sus favoritos con toque mentolado.

— No me importa tu pasado... te quiero conmigo en mi presente junto a Julián... es lo único que me importa —

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Messi evitaba la mirada de Scaloni aquella mañana y solo podía ignorar las burlas de todos sus compañeros al sentir cierto aroma tan familiar en él. Su cachorro reía y preguntaba — ¿Por qué no llevaste con Guille, pa? — pero nada que un huevo kínder no respondiera la duda de su hijo. Scaloni solo lo miraba en silencio hasta que un gruñido le hizo desviar su mirada, Guillermo había llegado y todos se quedaron callados ante su presencia y el cachorro fue corriendo hasta sus piernas para abrazarlo con fuerza sin perder su sonrisa —¡Guille! ¡Guille! — expresó sonriente y fue cargado por el alfa donde no dudó en recargar su cabeza en uno de los hombros para disfrutar su aroma.

— Bien... alístense todos. Lio... ten, para que lo uses por favor... — Dijo el alfa ante las miradas chismosas de su equipo. Unos parches de supresores fue lo que le entregó ante el notorio olor que cargaba su omega provocando que Emiliano solo sonriera un poco, ahogando su risa junto con Di María mientras Scaloni solo soltó un largo suspiro ante ello, pero no dijo nada más.

Solo era su preocupación y miedo... de todos los escenarios, no contemplo que ellos dos de alguna forma sintieran algo o que alguno correspondiera los sentimientos del otro ¡Todo lo hacía más difícil! AUNQUE, sonrió ante el cambio del escenario tal vez podría sacar provecho de ello y solo tenía que acomodar bien las cartas y reportarle todo a Tony Stark justamente hoy cuando de "forma casual" se enfrentaran — Scaloni, ya estamos por irnos — Guillermo interrumpió sus pensamientos hasta que Gortari llegó para terminar de planear todo, aunque la mirada decía otra cosa.

Sobreviviendo al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora