📚Ｅｌ Ｄｉｓｌｅ́ｘｉｃｏ📚 (𝗡𝗼𝘃𝗲𝗹𝗮/𝙁𝙖𝙣𝙛𝙞𝙘)

❧21☙

Una mañana nueva empezó, los niños despertarnos algunos cansados y otros con energías, corrían a los baños a lavarse la cara y los dientes. Allí una niña de pelo Rubió liso y largo, llegando a la cintura con su tes blanca, sus ojos era de un Azul marino hermoso, llevaba como vestimenta un buzo de lana rojo y pelo estaba despeinado y enredado. Fue al baño con su expresión de cansancio y pocas ganas de levantarse de su suave cama. Se lavo la cara con agua fría, se seco con su toalla y fue en busca de alguien, pero no lo encontraba así que fue en busca de este.

???: -¡Shadow, Shadow! ¿¡Donde estas!? -Grito la Niña mientras corría por los pasillos con preocupación y desesperación, sin saber en donde esta.

???: -¿Abuelo, donde esta Shadow? -Pregunta la Rubia con preocupación mirando a un hombre mayor con sus ojos de preocupación.

???: -Esta en la enfermería, pero pide permiso para pasar -Indico un hombre mayo, una calvicie y bigote gris, una bata blanca con gafas azules que casi no dejaban ver bien su rostro, jersey de cuello alto marrón, pantalones marrones y zapatos azules, este con un poco de seriedad pero pasivo le hablo a la Rubia dándole palmadas en la cabeza, para después retirarse.
La Rubia a esto fue a la enfermería corriendo con alegría, ya que pudo encontrar a su compañero, pero cuando llegó vio a su amigo entubado con un respirador artificial, parecía que le habían inyectado ya que vio algodón en sus brazos, solo su rostro mostraba terror, junto con un llanto del mismo, una enfermera se retiró ya que ya sabía quien era. La Rubia se empezó a acercar al Moreno mientras miraba a la enfermera retirarse, cuando llegó a la camilla del Moreno le habló.

??? -¿Shady, te sientes bien? ¿Que te hicieron...? -Pregunta la Rubia con su expresión de preocupación mientras acariciaba las púas del Morocho.

Shadow: -¡Me... Duele... María... Por favor quédate...! -Chillo el Morocho tocando de la mano a la Rubia mientras la miraba, mostrando un dolor horrendo en sus ojos.

María: -Tranquilo Shad, todo va a estar bien... Ya veras que esto va a terminar... -Responde la Niña con una expresión de preocupación, mientras acariciaba las púas de su amigo y tomando de su mano, quien vio que los brazos estaban inyectados y tenían el algodón que evitaba la salida de sangre.

Shadow: -María... Ya no quiero vivir así... Quiero... -De repente un llanto de terror apareció en el rostro del Moreno, la Rubia a esto los abrazo con cuidado ya que le podría dar en alguna parte sensible.
Después de unas larga horas de dolor, llanto y un ambiente algo incómodo el Moreno salió de la enfermería, dolido y con tristeza, al parecer lo que le pasó fue algo feo e inolvidable. La Rubia solo lo miraba y lo abrazaba, tratando de tranquilizarlo y preguntándole que fue lo que pasó. Pero no tuvo respuestas por parte de su amigo.

En la media tarde los niños salieron a jugar, algunos jugaron a la rayuela, otros a saltar la cuerda y otros más que hicieron los pequeños, todos los niños reían y se divertían, se escuchaban risas y gritos de ellos niños. Allí se encontraba la Rubia y el Moreno, quien ellos estaba sentados debajo de un árbol para evitar el sol. La Rubia llevaba comida, y un mantel en una canasta, mientras que el Moreno solo mantenía su expresión neutra y ya no tan triste.

La Rubia le daba de comer a su amiga, mientras sonreía de forma tierna y que penetraba el corazón del Morocho. Mientras comían y reían de los alimentos que robó la Rubia anteriormente, el Moreno solo la miraba con ternura y con mucha atención, ya que estaba contaba cuantos.
En un momento la Rubia empezó a cantar una canción que ambos amigos amaban, comenzaron a cantarla, ambas voces combinadas con la canción infancia, parecía que eran cantantes, o eso pensaban los niños que miraban con atención como cantaban ambos amigos. Después de un largo rato cantando y bailando, la Rubia mira al Moreno con una sonrisa en su rostro, mientras el Moreno la miraba con ese ojos Rubí fuertes, y brillantes.

El Abuelo de la Rubia, quien cuyo nombre era Gerald Robotnik, un doctor quien es dueño de una de las guarderías para niños abandonados, donde allí crían niños pequeños que fueron abandonados en las calles de Station Square. Allí tenía un niño que quería mucho, Shadow The Hedgehog, un erizo que anteriormente conocimos, el era como un hijo para el, lo amaba tanto como amaba su nieta María Robotnik. Todos los días Gerald llevaba al Moreno a un lugar que ni el mismo morocho quería contar, de allí salía a la enfermería con algodones en los brazos, y a veces no salía de ese lugar por semana o incluso meses, lo cual le preocupaba a su amiga María quien ella tenía una enfermedad mortal.

Dr. Gerald: -Shadow... Ven, tenemos que hacerte un chequeo, urgente -Ordena el Doctor al ver al Moreno con mucha fiebre en la cama, junto a él estaba la Rubia quien media su temperatura.

María: -¿Puedo ir? No quiero dejar solo a mi amigo -Suplico la Rubia mientras miraba a su abuelo con sus ojos de ternura.

Dr. Gerald: -Lo siento Nieta pero no puedo dejarte pasar... Es privado, solo yo, Shadow y mis trabajadores pueden pasar -Niega el Doctor con serenidad a su nieta, unas mujeres llegaron con un camilla y levantaron al Morocho con cuidado sin tocar sus partes sensible, lo acostaron en la camilla y se lo llevaron a lo desconocido, solo quedo la Rubia y el bigotudo.

María: -Abuelo... ¿Shadow estará bien? -Pregunta María con preocupación por su querido amigo.

Dr. Gerald: -Estará bien... Solo necesito saber que tenga buena salud -Contesta el Doc haciendo que su Nieta se preocupe menos por su Amigo.

María: -Bueno... Solo... No le hagan daño... El llora con eso... -Informa la tes blanca mientras ve como su abuelo se retiraba de la habitación, dejando sola a María, pensando que le harán a su amigo.

Dr. Gerald: -Tranquila María el estará bien... -Aclaró el bigotudo para después cerrar la puerta de la habitación, dejando sola a María.

Quien sabía, tal ves si algún día ella llegará a colarse en esa habitación y ver que tanto le hacían a su amigo que salga llorando a la enfermería, ella tenía que ver lo que le hacían a su amigo, tenía que saber lo que le hacían.
Ella recuerda que una mañana tranquila y agradable llegó aquel erizo que le cambió su vida por completo, ella antes estaba en camilla con tubos y un respirador, pero cuando llegó Shadow a su vida ella se sintió mejor aun que a veces se sentía mal otras veces se sentía como si nunca tuviera esa enfermedad que tanto la torturaba. Shadow desde que llegó, todos los días se sentía peor, a veces tenía manchas en su piel, alta fiebre o se desmayaba, ya era de costumbre eso para Shadow, pero aun le dolía las inyecciones que le daban. Quería que su amiga este a su lado, pero no podían por las reglas de Gerald.