|Capítulo 5|

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—¡Alfa, algo le sucede a Asher! —Harry se sentó de golpe en medio de las penumbras con su corazón corriendo desenfrenado.

Manoteó hacía sus laterales sintiendo como el alfa se removía entre sueños, pero sin llegar a despertar del todo.

—¡Louis, vamos!

Esta vez, el castaño sí despertó, igual de alterado que su pareja. Igualó su posición para posteriormente encender la lámpara que reposaba a un lado de su cama. Frunció el ceño cuando el reloj marcaba las 3 AM, pero sabía que Harry no solía despertarlo si no se trataba de algo importante.

—Amor, ¿qué sucede? —inquirió con voz ronca por el sueño.

—Siento que algo le pasa a mi cachorro —para ese punto ya estaba de pie calzandose sus pantuflas y a punto de colocarse sobre los menudos hombros su bata de algodón.

—Tranquilo, deben estar en sus camas. Iré a ver.

Harry quiso negarse, pero terminó cediendo a que Louis vaya. Estaba demasiado alterado y si realmente sucedía algo, terminaría por trasmitirles el sentimiento a los niños.

Louis se desplazó por el pasillo que conectaba su habitación con la de los pequeños, aún demasiado dormido y pisando el final de sus pantalones de algodón. Harry estaba empezando a trasmitirle el malestar y nerviosismo por el lazo y si no lo calmaba rápidamente, su lobo se vería afectado.

Parpadeó con fuerza para intentar disipar el sueño y poder concentrarse para captar mejor el aroma angustiado que Asher emanaba. Ahora sí su lobo interior gruñó y jadeó terriblemente disgustado.

Empujó la puerta hasta que por fin pudo ver a los niños. Eider dormía como una roca en su cuna, totalmente ajeno a lo que se desarrollaba a su alrededor. Sin embargo, lo que atrajo su atención por completo fue Asher. El cachorrito estaba de pie a un lado de su cama, de espaldas a la puerta y movía los brazos frenéticamente.

—Cachorro, ¿está todo en orden? ¿qué sucede?

Vio el momento exacto en dónde el cuerpito se tensaba y luego al alfita tirarse sobre el colchón con los brazos y piernas extendidos. Tomó el cobertor entre sus manitos y se cubrió de pies a cabeza.

Louis no sabía si prestarle más atención a su lobo ofendido por el rechazo de su cachorro o a la parte humana, la cual no tenía ni idea de que estaba sucediendo.

Comenzando a exasperarse, pero reconociendo la voz de su omega dentro de su cabeza repitiendole: "sé paciente, amoroso, respetuoso y cuidadoso", se encaminó hasta poder arrodillarse al lado de la que consideraba la cabeza del niño.

—Ashi, mi amor, soy papá. Prometo que sea lo que sea que esté sucediendo, no es tan grave. No debes tener miedo de confiar en mi, cachorro.

Los ojitos llenos de lágrimas se asomaron. Louis le sonrió tranquilizador y asintió.

El alfita se destapó por completo para luego sentarse en la cama. Bajó la mirada y suspiró entre sollozos.

Recién ahí Louis pudo captar que sucedía. Su pequeñito había mojado la cama.

Sinceramente era algo de esperarse. Asher recién tenía tres añitos, habían quitado el pañal de una manera respetuosa y efectiva hace un par de meses, pero estaban seguros de que en algún momento algo así sucedería. No había nada de que culparlo.

—¡Yo siento, papi! limpié como mami enseñó, pero sigue ahí.

Asher explotó en llanto de un momento a otro, liberando feromonas tristes y desoladas con fuerza, dado que aún no sabía controlarlo. Louis, al verse alterado por las mismas, no espero a ponerse de pie y tomar a su hijito en brazos. Lo meció de un lado a otro por toda la habitación, intentando calmarlo con besitos esporádicos y suaves susurros. Demasiado poco le importó ensuciar su propio torso desnudo con pipí.

—No quería, papi, ¡lo juro!

—Lo sé, amor... tranquilo, está todo bien. Son accidentes, pueden suceder y no por eso debemos avergonzarnos. Me siento muy orgulloso de que hayas intentado arreglarlo por ti mismo, pero sabes que mami y papi siempre estarán para ayudarte. La próxima vez puedes ir por nosotros y vendremos contigo.

—Sé, papá —murmuró apenas mientras jugueteaba con el cabellos lacio que reposaba sobre la nuca del alfa y dejaba que el aroma fuerte y tranquilizador de su progenitor lo cubriera por completo.

—¿Qué te parece si vamos con mami? papá luego se encargará de limpiar todo aquí.

Una vez sintió a Asher asentir sobre su hombro y verificó que Eider seguía igual de dormido y cómodo en su propia cunita, recorrió sus pasos nuevamente y entró a la recamara principal.

Harry estaba sentado en el borde de la cama con expresión angustiada, pero al escucharlos entrar, levantó enseguida la cabeza. Asher estiró sus bracitos y volvió a poner ese pucherito que hacía al corazón del omega encogerse.

Como había hecho su alfa, cargó en su regazo al niño y lo abrazó contra su pecho, importandole poco la humedad. De igual manera, frunció el ceño al no comprender del todo.

—¡Siento, mami! —chilló el niño mientras fregaba su frente en la glándula aromática del mayor.

—¿Por qué lo sientes, bebé? —respondió con voz calmada para intentar trasmitirle el sentimiento al niño.

El alfita no respondió, por lo que miró a su alfa en busca de respuestas. Louis artículo sin volúmen un: "Mojó la cama" junto a una pequeña mueca.

Harry asintió en comprensión y se dedicó a calmar y mecer a su bebé.

—Yo limpié, mami —murmuró Asher, ahora más calmado.

—¡Eso es muy bueno, bebé! estamos orgullosos de tu trabajo, pero ¿puedo preguntarte algo? —y un asentimiento después continuó— ¿por qué no viniste por papi y mami?

—Porque soy niño grande, quería poner feliz a mami.

—Estoy muy feliz, mi niño grande, pero prométeme que vendrás con nosotros cuando algo así vuelva a suceder. Papá y mamá siempre te apoyarán. Ahora, ¿qué te parece si nos damos un bañito con agua calientita, cambiamos las sábanas sucias y dormimos está noche los cuatro juntitos?

Asher asintió con una pequeña sonrisita.

—Iré a dejar las sábanas en la lavadora para poder encargarnos de eso mañana, buscaré a Eider y lo traeré con nosotros. El pobre no se enteró de nada... —Louis se acercó al dúo informando. Posteriormente, dejó un beso en cada frente y volvió a la habitación de los niños.

Harry se encargó de bañar con delicadeza a su hijo a la vez que besaba sus mejillas sonrojadas por tanta atención y vapor. Luego, le puso cremita en su cuerpito y lo vistió con un pijama nuevo.

Se arroparon juntos en el enorme nido de la pareja, con Asher bajo uno de los brazos de su mamá, somnoliento por la hora y tantas vivencias.

Minutos después, el alfa regresó con Eider dormitando sobre su hombro. El bebito menor se acomodó del otro lado de Harry mientras el alfa mayor los arropaba a todos sobre su pecho.

Ambos adultos liberaron fuertes feromonas, escuchando dos ronroneos casi al acto, y por más que fueran cerca de las 4:00 AM, estuvieran cansados y mañana debieran de levantarse a las 7 AM para cosechar el huerto, nunca podrían dejar de sentirse felices por las increíbles personitas que estaban criando.

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después de tanto, nuevo capítulo!!! cortito, pero a mí parecer muy bonito.

espero que disfruten ♥️ intentaré actualizar de nuevo el domingo, aunque no prometo nada.

nos leemos pronto!

A.

The family's farmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora