He aprendido que en el aeropuerto existen dos tipos de personas; las que son como Kitty que ven las instalaciones como si fueran a llevarlas directamente a Narnia, y las personas como yo, que todo eso de documentar el equipaje y esperar el vuelo se les hace la cosa mas desesperante de la vida.
Mientras Kitty escribía textos para el grupo que compartíamos las hermanas Covey, decidí ir a comprar un poco de café.
Después de todo sería un viaje de más de diez horas y necesitaría encontrar una manera de sobrevivir a eso.
Cuando decidí volver con Kitty choque con un chico, el cual derramó un poco de su café sobre su maleta.
- Lo siento - me disculpe avergonzada por lo que acababa de suceder. Él chico se limitó a observarme con desaprobación.
- No español - dijo enfadado, sosteniéndome la mirada por unos segundos para después darse la vuelta y marcharse.
Hice una mueca antes de tomar unas servilletas y limpiar un poco del café que, por cierto, también se derramó sobre mi pantalón.
- Acabo de chocar con un chico e hice que derramara unas gotitas de su café sobre su maleta - bufe molesta sentándome a un lado de Kitty, entregándole su café- pero se comportó como si le hubiera arrojado un litro de petróleo.
Ella rió ante mi último comentario y recargó su cabeza en mi hombro. Los siguientes minutos antes de abordar el avión, los tomó para explicarme su maravilloso plan para encontrarse con Dae en la fiesta de bienvenida.
Era un buen plan, eliminando el hecho de que Dae no tiene la menor idea de todo esto, no tendría por qué fallar.
¿Cierto?
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Gracias a que Kitty tropezó y su maleta haya terminado en el suelo del aeropuerto, perdimos el autobús que nos llevaría a las instalaciones de la escuela y ahora estábamos perdidas en alguna calle de Corea donde, por cierto, nadie perece hablar o entender el español.
Me arrepiento de haber abandonado mis clases de coreano a mitad de semestre.
- ¿Podríamos descansar solo un momento? - pedí desesperadamente, habíamos estado vagando por Seúl y ya me dolían los pies.
- Descansarás cuando lleguemos a KISS - finalizó mirando su celular y sin dejar de caminar.
Me detuve unos segundos, recargándome sobre mi maleta para aligerar el peso sobre mis pies.
Al escuchar un grito proveniente de la calle, giré mi cabeza y pude ver a Kitty tirada en la acera con un coche a centímetros de ella.
- ¡Kitty! - grite corriendo hacia ella.
Genial.... No llevábamos en Corea ni tres horas y ya habían atropellado a Kitty.
Del auto se bajo un señor y una chica de aproximadamente nuestra edad para auxiliar a mi hermana.
- ¿Necesitas ayuda? ¿Estás bien? - preguntó preocupada la chica, pero se tranquilizó al ver que Kitty se encontraba bien.
Solté un suspiro de alivio, así no tendría que explicarle a papá cómo fue que su hija terminó arrollada.
- ¿Puedes llevarnos? - pidió y la miré extrañada.
La chica aceptó con una pequeña sonrisa y supongo que le indicó al señor que cargara nuestro equipaje.
- ¿Adónde las llevamos? - quiso saber la desconocida.
- Escuela Coreana Independiente de Seúl.
Mire a ambas chicas, quienes comenzaron a platicar cómo si de amigas lejanas se tratara, yo por mi parte, me dediqué a mirar por la ventana y no prestar demasiada atención a su conversación.
Al llegar a KISS, tomé mi maleta y miré a la chica que nos trajo.
- Gracias por traernos - dije y ella me dedico media sonrisa.
- Claro, suerte con todo.
Asentí y me aleje rápidamente con Kitty a mi lado, hicimos nuestro registro y decidí adelantarme a la residencia.
Nuestro dormitorio era bastante espacioso, tenía cocina, una sala común, un baño y dos habitaciones en los lados opuestos del dormitorio; la más grande tenía tres camas.
Elegí quedarme en la más grande, aunque ya había dos maletas en esa, por lo que ocupé la última cama disponible. Sabía que Kitty estaría bien en la otra habitación, seguramente se haría amiga de su compañera rápidamente.
Una hora más tarde, Kitty apareció en el dormitorio y fui con ella a su habitación, ya había otra maleta ahí.
Ni siquiera noté si había entrado alguien mas para dejar sus cosas. Supongo que vió la puerta de la habitación cerrada y había preferido ocupar la otra.
No sé en que momento pasó, pero ambas nos quedamos dormidas en la cama de Kitty.
- Kenzie... - escuché a la lejanía, pero realmente tenía mucho sueño, por lo que ignoré la voz - Kenzie, despierta.
Gruñí buscando una posición más cómoda para seguir durmiendo, pero un golpe en la cabeza me hizo abrir los ojos de golpe.
- ¿Que ...? - ví a Kitty con un vestido para fiesta, comenzando a maquillarse y con el cabello atado con una toalla. Mi rostro pasó de tener confusión a tener pánico en segundos, que fue lo que mi cerebro tardó en entender lo que estaba pasando - Mierda, la fiesta de bienvenida. ¿Por qué no me despertaste antes Kitty?.
- Lo intente, pero nada te despierta - se quejó mirándome mal - Apresúrate o llegaremos tarde.
Y eso hice, en tiempo récord me duché y arreglé para la dichosa fiesta de bienvenida. Llevaba un vestido corto de color negro, a diferencia de Kitty, que llevaba uno que brillaba.
Ambas caminábamos sin rumbo, pero Kitty chocó con un chico e hizo que su bebida se derramara en su traje.
- Ay, perdóname, lo siento mucho - Se disculpó inmediatamente mientras el chico se quejaba.
- Mira por dónde caminas - protestó este.
Cuando el chico levantó la mirada lo reconocí al instante, era el mismo chico con el que había chocado horas atrás en el aeropuerto.
- Así que si hablas español... - dije fulminándolo con la mirada.
- Te atrapó- se burló un chico de tez morena a su lado nuestras le pasaba una servilleta.
- Bienvenida a KISS - dijo con falso entusiasmo, limpiando la bebida que mi hermana se había encargado de derramarle.
- No se sientan mal, le encanta hacer eso con la gente - comenzó a explicar el otro chico - me lo hizo la primera vez que nos vimos.
Segundos después, empujó a su amigo y este volvió a derramar su bebida en su traje.
Reí en silencio.
- ¡No puede ser, Q! Esto es a medida - se quejó.
¿Q? ¿Ese era su nombre?
- Deja de hablar de la ropa un segundo - pidió Q mirando a un punto detrás de nosotras - Mira con se ve.
- ¿De dónde sacó Dae ese traje?.
Y con eso fue suficiente para que Kitty y yo giráramos para ver a Dae entrar a la fiesta, llevaba un traje negro que lucía bastante costoso.
Kitty corrió hacia Dae en cuanto él la reconoció y se fundieron en un abrazo, pero, me abandonó a mi con los chicos desconocidos.
¿Momento incómodo? Si, si lo fue.
Desde lejos ví cuando la chica que nos había traído a KISS hace unas horas se acercaba a ellos y tomaba a Dae del brazo. Intercambiaron unas palabras y la cara de Kitty cambió completamente, comenzó a alejarse rápidamente.
¿Qué demonios?....
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Cupid || Min ho
FanfictionTras ser aceptadas con una beca completa en KISS, las gemelas Song-Covey se verán embarcadas en un viaje a Corea en donde intentarán descubrir el pasado de su madre, pues solo sabían lo que sus hermanas mayores y su padre les habían contando. Macke...