Adrien es un chico con una reputación de chico malo en la universidad, y su novia y amigos todavía más.
Sin embargo cuando Marinette se convierte en el blanco de una "broma" todo terminará volando por los aires.
🔥Tiene mucho contenido sexual y tema...
Unos días después, quedé con Alya, mi mejor amiga, para dar una vuelta y tomarnos un café. En una linda cafetería.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nos sentamos y charlamos.
Y de repente, salió el tema de los hijos.
Al: ¿Entonces le hiciste saber que estabas lista para ser mamá y él se negó?
M: A ver, Alya, no trasgiverses mis palabras, no se negó.. pero..
Al: Pero cuando estábais follando no quiso correrse dentro.
M: Ay, Alya, que mal suena eso, si lo explicas así es muy despectivo.
Al: *risita* Bueno, bueno, perdón.
M: ¿Y qué tal tu bebé? Muy pequeñito y lindo ¿Verdad?
Alya había sido mamá hace relativamente poco con su pareja, Nino Lahiffe, que también era un gran amigo de Adrien.
Al: Mi bebé es adorable, ya comienzan a salirle unos mini dientecitos. Tía, yo te animo a que lo penséis.
M: No sé.. yo quiero, pero Adrien... No sé.. es hablar de eso y se pone muy raro.. no se qué pensar...
Al: Alomejor no quiere tener hijos... Hay parejas a las que les pasa eso, uno de los dos quiere hijos y el otro no. Y eso... O uno de los dos cede, o la relación empieza a deteriorarse...
M: No digas eso. Además.. no creo, de ser eso.. me lo hubiese dicho.
Al: Uy, Marinette, ¿esos no son Nino y Adrien?
Miré hacia donde Alya me señalaba.
M: Oh, sí, son ellos.
Al: ¡Heyy! ¡Caballeros!
Adrien y Nino se acercaron a nosotras.
Ad: Pero bueno, pero si están aquí nuestras chicas.. hola mi amor. *Enamorado*
M: Hola.. *enamorada*
Adrien y yo nos dimos un pequeño y suave beso en los labios.
M: Sentaros con nosotras...
Al: Esooo.
Cada uno cogió una silla, Adrien se sentó a mi lado y Nino al lado de mi mejor amiga.
N: ¿Y de que hablábais?
Ad: Eso..
Me puse un poco nerviosa, pues estábamos hablando de un tema que no podíamos revelar.
Al: Pero bueno, que cotillas, cosas nuestras.. cosas de chicas.
Pero, gracias a Dios, Alya reaccionó al instante. Improvisando.
N: Bueno, bueno..
Ad: Que misteriosas.. *risa suave*
N: Totalmente. *Risa suave*
Los cuatro estuvimos charlando y Adrien y Nino se pidieron una copa.
Adrien me rodeaba con su brazo, y a veces, me hacía algún que otro cariño.
Y digo a veces, porque no somos la típica pareja pegajosa, pero nos amábamos mucho, así que los cariños siempre estaban entre nosotros.
?: Hombre, hola chicos.
Ad: Oh, hola mamá.
M: Emilie, ¿Que tal?
E: Hola cielo, estoy bien.
Al: ¡Emilie! Que de tiempo, siéntese con nosotros un rato.
M: Sí, por favor.
E: Bueno, ya está anocheciendo, pero me sentaré un poco.
Emilie se sentó, ella fue muy cariñosa con todos, como siempre.
Y entonces, sacó el tema de "nietos"
E: Bueno, Marinette, Adrien...
Ad: ¿Qué pasa mamá?
E: ¿Cuándo vais a convertirme en abuela?
Adrien bebió de su copa y lo pude notar nervioso, ante la pregunta de su madre.
Y una vez más, no entendía su reacción. Pero alguien tenía que responderle.
M: Bueno, Emilie, aún no está dentro de nuestros planes...
E: Ya, pero en un futuro sí, ¿no?
Adrien parecía cada vez más incómodo.
M: Bueno, aún no lo sabemos.
Ad: *carraspea* Voy al baño.
M: Sí, claro, ¿Estás bien?
Ad: *sonrisa nerviosa* Sí, enseguida vuelvo.
Alya y yo nos miramos.
Y yo, no entendía absolutamente nada.
Ni su reacción, ni el tema tan tabú para él de tener un hijo. ¿Qué había de malo? ¿Por qué no hablaba conmigo?
A los minutos, Adrien volvió.
Todos estábamos hablando de otro tema y yo le susurré.
M: ¿Todo bien?
Ad: Sí, claro. *Sonrisa* *la besa* Todo bien.
Sin embargo, había algo en su sonrisa, que me mostraba que no era del todo sincero.
Estuvimos hablando un poco más.
Y después, todos nos marchamos, Adrien y yo cogimos el coche, ya que él lo había aparcado cerca.
Me senté en el asiento del copiloto, y Adrien, comenzó a conducir.
Era de noche y me sentía cansada, pero no era tonta. Seguía viendo a Adrien raro, mucho, e incluso lo podía sentir apretar el volante, ya que tenía los nudillos tensos y blancos.
M: Adrien.
Ad: Dime.
M: Te pasa algo ¿Verdad?
Ad: No. Ya te dije que estoy bien...
Cuando un semáforo estaba en rojo, Adrien paró el coche y esperó, mientras daba suaves golpecitos al volante, con el anillo de matrimonio, mostrando impaciencia.
Cuando él, normalmente, aprovechaba esa parada para darme un beso o darme algún cariño.
Sin embargo, ni siquiera me miraba, su vista estaba enfocada a un punto fijo de la calle, y no hablaba.
Yo no podía apartar mi mirada de él, nunca lo había visto así. Como si ocultara algo que ya no pudiera sostener.
Finalmente, luego de un camino inundado de silencio, llegamos a nuestra casa.
Entramos y Adrien dejó las llaves del coche en la mesa, pero estaba distante conmigo.
M: Adrien.
Ad: Qué.
M: ¿Sabes que a mí no me engañas verdad?
Ad: ¿A que te refieres?
M: Que algo te pasa, y no estás siendo sincero conmigo.