capitulo siete

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Capítulo siete. 

Al día siguiente jeno se despertó en su cama con jaemin prácticamente arriba suyo, durmiendo tan tranquilo como era posible en la situación que se encontraban. A pesar de que no estaba acostumbrado a compartir la cama toda la noche con una persona, la presencia de jaemin lo hizo sonreír y sentirse cómodo.

La realidad era que, según lo acordado, iban a dormir en camas separadas, aprovechando que jeni tenía otra habitación en su espacioso departamento, pero ese plan se vio frustrado cuando a mitad de la noche jaemin apareció en su habitación, con una expresión llena de tristeza. Ambos confesaron que no podían dormir y acordaron que todo se debía al lazo, y terminaron en la misma cama. Aunque en ningún momento se abrazaron antes de dormirse, por lo que jeno supuso que ocurrió en el transcurso de la noche. De todas formas, no le molestaba. Jaemin estaba bastante cómodo al parecer, al igual que él. 

Apenas habían logrado dejar de lado el orgullo, pero la necesidad de la compañía del otro fue mucho más fuerte y acabaron juntos en la misma cama, abrazados.   

—jaemin —murmuró jeno, tocando con la punta de su dedo índice la mejilla del omega para despertarlo—. Despierta por favor, se nos hará tarde para que podamos desayunar. 

—Joder, jeno —gimoteó jaemin, aún con los ojos cerrados, provocando una sonrisa llena de diversión en jeno—. ¿Me estás despertando solo porque quieres desayunar? Solo ve, maldito idiota, déjame dormir en paz. 

—Es que se me complica un poco si estás arriba mío, cariño —señaló con ironía. Sintió a jaemin encogerse de hombros. 

—Pues te aguantas. Bienvenido a la vida de casados.

—Si te mueves, prometo que haré el desayuno. 

Jaemin se levantó repentinamente, sentándose en la cama y mirándolo con sorpresa. Jeno casi rió al ver lo tan adorable que lucía con los ojos hinchados y el cabello despeinado. 

—Tú no vas a hacer el desayuno —advirtió en un tono acusador, levantándose de la cama con rapidez—. Me voy a duchar y luego lo hago yo ¡pero no toques la cocina! 

Jeno rio negando con la cabeza y se dispuso a levantarse para vestirse. Por el momento no iba a ducharse porque odiaba hacerlo apenas despertaba, así que se limitó a acomodar las sábanas y las frazadas para colaborar con algo, pues si jaemin iba a hacer el desayuno él quizá podría ayudar a mantener el orden, aunque no estuviera acostumbrado de ello. Por eso le gustaba tanto su soledad.

Al terminar salió de la habitación y caminó hacia la cocina para ver qué tenía en las alacenas y el refrigerador. No mucho, al parecer, y por el momento no planeaba comprar demasiado para reponer porque según lo que donghae le había dicho, quería que hicieran una verdadera vida de casados y los iba a enviar a vivir a una casa. Comprar de más sería innecesario. Por el momento alcanzaba con lo que tenía, o utilizarían a su mejor amigo el delivery.

Media hora después vio a jaemin aparecer en la cocina con el cabello mojado. Se sorprendió al verlo con su ropa pero se dijo que probablemente no le quedó otra que tomarla ya que la de él estaba toda en el departamento y la de su maleta no pintaba estar tan limpia, teniendo en cuenta que se habían ido por todo un fin de semana y mucho no llevaron. Eso le hizo recordar que en algún momento tendrían que ir al departamento de jaemin para buscar sus pertenencias. Casi bufó por lo molesto que era.

—Mi papá dijo que viviremos juntos —mencionó con tranquilidad mientras jaemin comenzaba a sacar una sartén luego de revisar la alacena y notar que mucho no había. Lo vio detener sus movimientos por un instantes y luego continuó—. Y que podemos elegir la casa, por supuesto. 

Mordida Equivocada- NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora